- Obispos de Madrid muestran su preocupación por los migrantes en Barajas, Aluche y Alcalá.
El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo Cano; el obispo de Alcalá, Antonio Prieto Lucena, y el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, se han dirigido «a la Iglesia que peregrina en estas diócesis», a la sociedad de la que forman parte y «a las personas y administraciones que tienen algún tipo de responsabilidad pública en el ámbito de las migraciones», con el fin de compartir estas «inquietudes» y «alentar la buena práctica de la acogida y la hospitalidad».
Así, en el documento se han referido a los solicitantes de asilo retenidos en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En este sentido, señalan que se trata de «un problema estructural de imprevisión y de desatención».
«Desconocemos si se ha desplegado algún plan coordinado de intervención entre las administraciones, tanto para la acogida de los recién llegados como para aquellos que desde hace tiempo tienen en el aeropuerto su lugar de refugio», aseguran.
También han hecho alusión a los que han sido alojados en Alcalá de Henares, sobre lo que advierten de que «resulta imprescindible un plan integral y coordinado de atención y acogida».
«Nos llegan testimonios de personas trasladadas allí de que son privadas de facilidad de movimientos. También de las dificultades por mantener la higiene mínima y el acceso a ropa, especialmente de abrigo», subrayan, al tiempo que alertan de «trabas para la solicitud de asilo y otros trámites administrativos».
«Preocupante opacidad»
En este sentido, los prelados se han referido a las informaciones sobre la «existencia de expulsiones del centro sin otra alternativa que la calle».
Sobre este punto, subrayan como «preocupante» la «opacidad de la gestión» que están realizando las instituciones implicadas, «sin facilitar datos de la situación y sin permitir la ayuda de otras entidades civiles».
También expresan su preocupación por la realidad del CIE de Aluche, objeto de «múltiples denuncias presentadas ante el Defensor del Pueblo y los jueces de control», sin olvidar que «en este momento está en curso una investigación por presuntas agresiones denunciadas por una cincuentena de internos».
Por otro lado, y ante el «forzoso limbo jurídico» en que se mantiene a las personas desplazadas durante varios años, «dificultando su acceso al mercado laboral en plenitud de derechos y deberes», los tres obispos plantean que «se estudie una regularización extraordinaria», como «han propuesto múltiples organizaciones tanto civiles como eclesiales».
«Como ya se ha dicho en numerosas ocasiones, proponemos que se aborden vías de entrada a nuestro país seguras, ágiles y regulares que eviten el sufrimiento y la descohesión social», apuntan.
«Graves dificultades» para acceder a una cita
También reiteran las «graves dificultades» de las personas migradas para «acceder a una primera cita para solicitar la protección internacional o asilo y las complicaciones para renovar las documentaciones».
«De esta realidad se aprovechan las mafias y los que explotan su vulnerabilidad. Sabemos que la migración es un signo de nuestro tiempo y una oportunidad para nuestra sociedad. Por eso, con el Papa Francisco, hacemos una llamada ilusionada al agradecimiento, a la esperanza y al compromiso», apostillan.
Por último, señalan que la experiencia de «buenas prácticas de acogida y hospitalidad» que ya están llevando a cabo en las tres diócesis de la provincia eclesiástica muestran «el enriquecimiento que estas buenas prácticas suponen para la sociedad y para la Iglesia».
Cuantos tienen alojados en el obispado ?
Golfos !
Estos obispos sacrílegos y progres se pueden ir a esparragar. Si tanto les gustan los patos, porque sólo migran los animales, que se los lleven a su casa particular, a las iglesias NO porque son la casa de todos y no de ellos, además estos patos migrantes no les gusta la religión católica, más bien la persiguen. Resumiendo, los inmigrantes ilegales lo que hay que hacer con ellos es devolverlos a sus lugares de origen o de partida, si no quieren decir de dónde vienen entonces deben ser devueltos a los lugares habituales de salida de pateras y punto. Fuera de España, no les queremos aquí, porque no nos respetan y no han respetado nuestra nación, son delincuentes porque han entrado ilegalmente y encima nos roban el pan porque se llevan las ayudas que se niegan a los españoles y residentes legales que tanto necesitan. En definitiva, la verdadera solidaridad comienza con uno mismo, luego con su compatriota y por último si sobra, que no sobra, con el resto de habitantes planetarios, pero nosotros no tenemos la obligación de mantener ni de hacernos cargo de los habitantes del planeta Tierra, creo que es fácil de entender. Por cierto toda mi solidaridad con los Padres de la Sacristía de la Vendée, que son los verdaderos padres católicos, e igualmente todo mi rechazo tanto al papanatas del Vaticano como a la Conferencia Episcopal española. Viva España y viva la Hispanidad.
Yo creo que la petición de asilo habría que propiciarla solamente en las embajadas y consulados españoles antes de cruzar el mar. Gestionar la petición de asilo a los que han entrado ilegalmente provoca efecto llamada para bien de las mafias y peligro mortal de los migrantes.