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Este 8 de marzo, se conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre. Lucha a la que se une la Universidad de Alcalá
La UAH ha preparado distintos actos durante toda la semana para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres y en el día de hoy, el rector de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz, ha leído el comunicado institucional en la fachada del rectorado. En este manifiesto, el rector ha recalcado la idea de impulsar y fortalecer las políticas universitarias en materia de igualdad, con un objetivo claro: eliminar potenciales discriminaciones por razón de sexo, favorecer la conciliación corresponsable e incorporar el enfoque de género en los procedimientos de organización y gestión de la Universidad.
Ya en la tarde, esa misma fachada será iluminada de morado, un color que históricamente ha estado vinculado con la lucha por los derechos de las mujeres, asociándose con la justicia y la igualdad de género.
Además, hoy se ha presentado el segundo Plan de Igualdad de la Universidad de Alcalá. El primero que se realizó en el año 2015, era de caracter voluntario pero este segundo se ajusta a los requisitos impuestos por la ley del año 2020 que obliga a las Administraciones Públicas a registrar sus planes de igualdad. Como explica la directora de la Unidad de Igual de la UAH, Inmaculada Cebrián López, “es como un convenio colectivo, pero centrado en identificar elementos que van específicamente dirigidos a lograr que se implante la igualdad de género en todas las empresas, instituciones y administraciones del territorio español”.
La novedad de este segundo plan es que refleja medidas a tomar a favor del PDI o del PTGAS pero también aquellas que tratan de resolver situaciones en las que el estudiantado se podría ver afectado, por lo que “de su cumplimiento se beneficia toda la comunidad universitaria” afirma Inmaculada.
A través de sus cinco ejes, desglosados en objetivos y acciones, la Universidad de Alcalá se compromete de esta forma a alcanzar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo.
La Igualdad de género en la Universidad vista por tres generaciones mujeres de la UAH
Las catedráticas Primitiva Bueno y Sonia Pérez y la estudiante Pilar Moracho reflexionan a tres voces sobre los avances registrados en el último medio siglo y sobre desafíos pendientes como la brecha salarial y el ‘techo de cristal’
50 años son los que separan el primer día de clase en la universidad de Primitiva con el de Pilar. 50 años en los que la igualdad entre hombres y mujeres cada vez está más cerca. La igualdad es un concepto que ha ido tomando fuerza durante todos estos años, pero aún queda camino por recorrer para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.
Al hilo de la Semana de la Igualdad que se celebra en la UAH, Primitiva Bueno y Sonia Pérez, catedráticas de Prehistoria y de Matemáticas respectivamente, y Pilar Moracho, estudiante de Lenguas Modernas y Traducción, conversan sobre la desigualdad que aún existe entre hombres y mujeres para acceder a puestos laborales de mayor responsabilidad, es el denominado ‘techo de cristal’.
Tres , mujeres, tres generaciones
Sonia, a pesar de que su profesora en el instituto le recomendó que se dedicara a la peluquería porque su papel era “casarse y tener hijos”, ha conseguido ser catedrática y ser la primera matemática en recibir el premio de la Chinese Academy of Sciences. Primitiva ha demostrado con creces que vale para algo más que “llevar cafés y bocadillos” a las excavaciones arqueológicas en las que participaban sus compañeros y, hoy en día, es un referente en las diversas expresiones materiales y simbólicas del Megalitismo. Dos historias que contrastan con las vivencias de Pilar, a la que, por sus buenas notas, animaron a estudiar una Ingeniería en vez de una carrera de Humanidades y cuyos referentes siempre han sido mujeres.
Y es que la igualdad de género, además de ser un derecho humano fundamental, es imprescindible para lograr sociedades en las que sea posible desarrollar los sueños individuales sin tocar techo, ya seas hombre o mujer.
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