- Los coches de la marca bávara equipados con un motor diésel de 2,0 litros, fabricados entre 2010 y 2014, han quedado bajo sospecha.
El inicio del llamado “escándalo diésel” se dio en 2015: entonces en el epicentro estaba el consorcio alemán Volkswagen, una serie de investigaciones comenzaron en los Estados Unidos. Recordemos, los reguladores acusaron al fabricante de automóviles de tergiversar deliberadamente la información sobre el volumen real de las emisiones nocivas de algunos motores diesel, que estaban equipados con los coches de las marcas que forman parte de la preocupación VW. El fabricante se declaró culpable de utilizar un software especial para infravalorar las cifras en las pruebas.
Más tarde, otras empresas se unieron al proceso, incluyendo FCA (Fiat Chrysler Automobiles – este es el nombre antiguo, que no se utiliza después de la preocupación se fusionó con PSA, formando el gigante del automóvil Stellantis). Recordemos, a continuación, los SUV Jeep Grand Cherokee y camionetas Ram 1500 que salieron de la línea de montaje en 2014-2015 fueron acusados de utilizar “software dudoso”. También sigue siendo relevante repuestos bmw siempre disponible en su área.
A pesar de que han pasado más de ocho años desde el inicio del Dieselgate, los fabricantes de automóviles siguen siendo pillados con los “escapes sucios”. Ahora han pillado a BMW: los reguladores europeos han abierto una investigación sobre los niveles de emisiones del motor diésel de 2,0 litros que propulsaba el crossover X3 fabricado entre 2010 y 2014.
La organización Deutsche Umwelt Hilfe (DUH) informó a las autoridades alemanas el pasado verano de que había descubierto un “dispositivo ilegal” que permitía a algunos coches diésel de BMW reducir las emisiones reales durante las pruebas. Según Bild, la Kraftfahrt-Bundesamt (KBA) ha abierto ahora una investigación a BMW basándose en este informe.
El fabricante de automóviles bávaro aún no ha hecho ningún comentario oficial (aparte de la confirmación de que se está llevando a cabo una investigación). Según la edición alemana, que hace referencia a documentos internos de BMW, la empresa pretende desestimar las acusaciones, tachando el dispositivo detectado de “defecto de fabricación”.
Presumiblemente, si la empresa automovilística tiene éxito, tendrá que anunciar la llamada a revisión sólo de los coches que “aparezcan” en la investigación, es decir, los crossover BMW X3 con motores diésel de 2,0 litros, que se fabricaron durante el periodo especificado en el informe DUH.
Pero si la KBA descubre pruebas de fraude por parte de BMW durante su investigación en curso, es probable que se impongan sanciones administrativas y penales al fabricante. Además, es probable que el regulador compruebe otros modelos de la marca equipados con los mismos motores diésel de cuatro cilindros por ocultar el nivel real de emisiones nocivas.
Mientras tanto, BMW se prepara para la inminente presentación de la próxima generación del X3.
En la segunda línea falta añadir “Unidos” a “Estados”, es decir, quedará “Estados Unidos”, el “software defectuoso” detectaba cuando el coche estaba siendo sometido a una prueba de control de emisiones para reducir la potencia, revoluciones, inyección de combustible… para cumplir unos niveles de consumo de combustible y emisión de gases tóxicos que en la conducción real no cumplían. Esto es una estafa, como mínimo se debería dar la opción al comprador de devolverle íntegramente el importe pagado por la devolución del vehículo o a compensarle económicamente tanto por consumo en exceso como por los daños al medio natural donde vivimos. Una multa en el rango máximo que permita la ley sería justo dada la existencia de intencionalidad del engaño y de los graves daños provocados.