- Los primeros grupos de amigos del vermut matinal se multiplicaron en la tardevieja para convertir las calles en una fiesta.
- Crónica gráfica y video de Myriam Trujillo para ALCALÁ HOY
El recorrido que efectuamos para la realización de este reportaje que ya se ha convertido en tradición comenzó en la calle San Juan en el animado bar La Tomasa, punto de partida de las primera felicitaciones para recibir con buen pie el 2024.
Nos dirigimos hacia la calle Mayor. En la Plaza de los Santos Niños hacemos parada en el bar La Garnacha, donde los clientes que se encontraban en la terraza nos felicitaron el nuevo año, aunque un poco decepcionados al verse privados de la música festiva. Había estado sonando desde un bafle instalado en la puerta del establecimiento para animar a la concurrencia, pero los hosteleros se vieron obligados a retirarlo apercibidos por la Policía Local. El enfado de la propietaria era evidente, al entender que se hacía de manera discrecional.
Continuamos por la calle Mayor donde hicimos una paradita en el Bar Nino donde Alberto Romero, su propietario se unió este año a la tradicional felicitación desde la puerta del establecimiento famoso por sus champis. En el interior no cabía un alma más.
Continuando nuestro itinerario por la calle porticada, recabando buenos deseos para el nuevo año llegamos al mesón Las Cuadras de Rocinante. En su interior nos atiende Concha Sánchez hermana del gerente, que este año quiso sumarse a la felicitación. Ni que decir tiene que la soleada terraza estaba llena de clientes, la mayoría corredores de la recién celebrada San Silvestre alcalaína reponiendo fuerzas con las variadas viandas del establecimiento.
Siguiendo nuestra ruta recalamos en la calle Ramón y Cajal donde todos los años es calle top de público, aunque nos encontramos con que los únicos establecimientos top eran El Babieca y Mi Castiza, únicos que se encontraban abiertos, donde Miriam con la amabilidad y el cariño que le caracteriza se sumo a la felicitación de este año.
El resto de hosteleros de la calle como el bar Elena, Taberna 7 o Smash Tavern Burger Club entre otros habían decido no abrir sus locales. Parece ser que Policía Local les había comunicado que por motivos de seguridad no podían instalar las terrazas, a pesar de que en otros eventos, como por ejemplo las Ferias, tal y como nos explicaron allí mismo si pudieron disponer de sus terrazas. Esta inusual situación convirtió la calle Ramón y Cajal en un punto de encuentro de botellón, que ocupaban en el espacio donde antes se ubicaban las terrazas como muestra nuestra crónica gráfica. Por supuesto, la vecina calle Cerrajeros estaba hasta arriba de jóvenes que con muchas ganas comenzaban a estrenar la tardevieja.
Como siempre y para terminar la ruta del vermut de noche vieja, nos dirigimos hacia la Plaza de los Irlandeses que como no podía ser de otra manera estaba petada de público, particularmente en el entorno de Las Retintas que se ha convertido en punto de encuentro masivo en las fiestas navideñas. Su gerente David Sánchez “Zeta” no podía faltar en esta tradicional cita.
Sin movernos de la Plaza de los Irlandeses hicimos parada en Merino Barbershop donde en ese momento Manuel Flecha se encontraba amenizando en acústico el bonito local que regenta Pedro Merino, y que se ha convertido en nuestro talismán por ser siempre original y sobre todo acogedor con esta reportera.
Un año más volvimos a recorrer los establecimientos más emblemáticos del casco histórico donde recogimos la alegría de la buena gente de Alcalá. Como siempre queremos dar las gracias a todas las personas que han colaborado en la realización de este reportaje, y nos despedimos con una estrofa del conocido tema de Mecano, Un Año Más, “Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos más para la cuenta atrás, hacemos el balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás”…
