- Carta remitida por Vicente Fernández, experto en historia de Alcalá
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la Feria de Alcalá es una feria, no son fiestas patronales, de hecho han cambiado de fecha tres veces a lo largo de la historia desde el año 1179 en que fueron creadas, por entonces se celebraban el Domingo de Quasimodo, el domingo siguiente al de Resurrección, en primavera, luego pasaron al 15 de agosto, “por Santa María de agosto”, y después se paso a San Bartolomé, y como antiguamente las fechas se fijaban por el santo más importante del día pues así se denominaron, y se da el hecho de que hay quien incluso se piensa que San Bartolomé es el Patrono de Alcalá, pero no es el caso.
Es más se da la paradoja de que las Ferias están situadas entre las fiestas de ambos Patronos de la Ciudad, Los Santos Niños Justo y Pastor y la Virgen del Val.
De hecho hay un buen número de fiestas cuyo origen es una feria: Guadalajara, Sevilla, San Sebastián, Bilbao, Valencia, y bastantes más, lo que ocurre es que la prensa los medios de comunicación en todo lo referido a las fiestas en España tienen dos latiguillos, que ahora que lo digo os va a sonar:
1º Todas las fiestas por definición son “Patronales”
2º El “plato fuerte”, o sea, ellos buscan cual es el acto más sobresaliente, que normalmente es la actuación de algún cantante o grupo, lo que de sobresaliente tiene poco porque se consigue a base de talonario, sobresaliente es algo genuino hecho por la ciudad o sus habitantes, por ejemplo la decoración de las calles por los vecinos en las calles de la Villa-Barrio de Gracia en Barcelona.
Total que a base de repetirlo al final consiguen que “todas las fiestas tengan que ser patronales” y que siempre tenga que haber “un plato fuerte”, pero de hecho en Alcalá nunca ha habido ni misa, ni procesión, ni novena, ni nada parecido, tan solo hubo procesión algunos años, muy minoritaria, porque el obispo Ureña se empeñó en cristianizar nuestras ferias y la Asociación de “Moros y Cristianos ” se la organizaban, pero nunca llegó a cuajar.
Entonces el 24 de agosto, San Bartolomé fue durante varios siglos la fecha de referencia, y hasta 1969 las Ferias de Alcalá que duraban 4 días y medio, sin importar que día de la semana era el de principio y el de fin, comenzaban el día 23 por la tarde, sin inauguración oficial ni nada, concluyendo el 27 por la noche, normalmente con un espectáculo especial, Gran Retreta o Desfile de Carrozas, y Fuegos Artificiales, como todavía se hace.
Pero desde los años 70 la Feria pasó a ser de 9 días, y se adaptó a los dos fines de semana más próximos al 24 de agosto, con lo cual esta fecha es tan solo un día de referencia, y en algunas ocasiones el calendario viene algo “retrasado” y entonces empiezan pasado el día 24 y metiéndose hasta principios de septiembre, como sucede este año.
Espero que con esto quede aclarado “el entuerto”.
Perdón por la explicación que ha sido un poco larga, pero es que es un tema que creo que hay que explicarlo.
En efecto, las ferias de Alcalá no tienen relación con ningún evento religioso ni con San Bartolomé. Originalmente, eran unas ferias de ganado que se celebraron en las eras de San Isidro hasta mediados del siglo pasado. Hay documentos desde la edad media que se refieren a ellas, en los que se indica que se celebraban “por San Bartolomé”; es decir, en torno al 24 de agosto. Por lo tanto, la preposición es fundamental: son ferias “por” y no “de”.
Y cada año que pasa de peor calidad, sobre todo en cuanto a eventos y espectaculos en las calles se refiere.