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Me parecería un atrevimiento entrar a vaticinar lo que le deparará a Alcalá en los próximos cuatro años.
- Analista político colaborador de ALCALÁ HOY
Gran parte de la ciudadanía aguardaba expectante la llegada del 28 de mayo no solo por conocer el resultado electoral, sino porque eso implicaba poner fin a una campaña electoral marcada por la excesiva polarización.
Dicha expectación resultó ser tan efímera –o más- como la promesa de Pedro Sánchez a los españoles, allá por 2019, de que jamás pactaría con Podemos porque eso le impediría conciliar el sueño. Como todos ustedes saben, el Presidente del Gobierno, en un volantazo tan inesperado como característico de su figura política, convocaba elecciones para el 23 de julio y nos abocaba a una campaña que, aún sin empezar, se avecina igual o más crispante que la de las últimas Autonómicas y Municipales.
En el análisis político puro y duro, los resultados, como ya saben, han dejado el siguiente escenario: el PP recupera gran parte del poder institucional que ahora pierde el PSOE, VOX se consolida en su espacio del espectro y Podemos y Ciudadanos, antaño representantes de lo que se conoció como la ‘nueva política’, prácticamente desaparecen.
En lo que a nuestra ciudad respecta, el ‘huracán azul’ se ha llevado por delante la trayectoria de Gobierno del PSOE –pese a haber sido la primera opción electoral entre los alcalaínos- y se vislumbra una alternativa liderada por el PP que, necesariamente, requerirá de algún tipo de entendimiento con VOX.
La alcaldía de Alcalá de Henares parece tener nombre de mujer. Y es que desde que Ciudadanos decidiera entrar a gobernar la ciudad junto al PSOE -abandonando de facto el liderazgo de la oposición-, la única alternativa política que se vislumbraba en nuestra ciudad era la liderada por Judith Piquet, que puede convertirse en la primera alcaldesa que Alcalá de Henares haya conocido nunca.
Me parecería un atrevimiento entrar a vaticinar lo que le deparará a Alcalá en los próximos cuatro años. A día de hoy desconocemos en qué estado se encuentran las negociaciones entre PP y VOX –si es que se han iniciado- y, en todo caso, para juzgar la labor del nuevo Equipo de Gobierno a lo primero que habrá que esperar es a que gobiernen. Digo yo.
En todo caso, y más allá de análisis y opiniones, Alcalá de Henares no se va a detener. Alcalá de Henares no se para porque se produzca un cambio de gobierno. No lo hizo cuando el PP dejó de gobernar después de doce años y no lo hará ahora después de ocho años de gobierno del PSOE.
La ciudad sigue teniendo problemas que resolver y los vecinos siguen demandado soluciones para los problemas que les ocupan en su día a día. Todo ello sin olvidar que habrá que seguir avanzando en la gestión y recuperación de la pandemia.
Dicho lo anterior, sirva esta tribuna para felicitar al nuevo Equipo de Gobierno que pueda formarse en Alcalá así como para todos los concejales electos que durante los próximos cuatro años tendrán que dar el do de pecho para que nuestra ciudad sea mejor de lo que ya lo es hoy.
Lo que esté por venir ya lo juzgaremos a su debido tiempo.
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