-
El mural feminista del parque Manuel Azaña de Alcalá de Henares ha sido reducido a escombros.
No, no ha sido una de las tristes y reiteradas acciones vandálicas perpetradas por la extrema derecha patriarcal y obtusa. Ha sido maquinaria de obras públicas, pagada por todos los vecinos, la que ha convertido en escombros al mayor símbolo urbano del feminismo alcalaíno. Es el resultado de una pésima planificación urbanística por parte del gobierno municipal compuesto por PSOE y Cs.
Este parque ya fue remodelado en 2019, justo antes de elecciones. En 2021 se inauguró el mural, y ahora, en vísperas de nuevos comicios, destruyen todo de nuevo, incluido este mural icónico. Si la planificación urbanística fuera participativa, si a las asociaciones vecinales se les diera voz y voto antes de acometer ciertas obras, esto no hubiera pasado.
Los símbolos son muy importantes en la comunicación y en la formación del ideario colectivo. Un símbolo es capaz de transmitir un mensaje en unos pocos segundos. Un buen símbolo puede hacer llegar un sentimiento mucho mejor que un largo y farragoso discurso. Cuando se crea un símbolo siempre es por algo, tras cada uno de ellos suele haber una historia interesante, y el mural feminista del parque Manuel Azaña también tiene su historia.
El primer mural feminista que se hiso en este lugar fue el 25 de noviembre de 2015, día mundial contra la violencia machista. Un gran mural apareció en uno de los muros exteriores del auditorio del parque Manuel Azaña. Un lema: “No son muertes, son asesinatos”. Y 87 manos negras, cada una de ellas dentro de un símbolo feminista, y con el nombre de una mujer asesinada. Una imagen impactante y clara, firmada por el colectivo Akelarre Feminista de Alcalá de Henares.
Aquel mural no era una pintada más, emanaba mensaje y generaba respeto, así que se mantuvo durante años hasta que, ya algo borrado por el paso del tiempo, fue cubierto de pintura blanca por parte del Ayuntamiento en torno al año 2019. El taparlo fue un error, así lo consideré en su momento, y de cara al futuro parecía un lugar idóneo para hacer otro de similar temática.
El 5 de marzo de 2021 fue inaugurado, de forma institucional, el mural feminista que ahora ha sido destruido. El lema: “Mujeres cambiando el mundo”, y los rostros de 10 mujeres relevantes en la historia; María Isidra de Guzmán, Francisca de Pedraza, Clara Campoamor, Margarita Salas, Ana María Matute, María zambrano, Gata Cattana, Blanca Fernández-Ochoa, Dolors Aleu Riera y Catalina de Aragón. Las artistas autores fueron Zaida Escobar, Lorena Zamora, Yolanda González, Manu Cardiel, Aitor Almeida y J. Martínez.
Solo dos días después, el 7 de marzo, el mural era vandalizado. Arrojaron pintura torpemente sobre varios rostros del mural, tratando de borrar su recuerdo y legado. Una acción destructiva que es representativa de esa parte de la sociedad que percibe la igualdad como una amenaza. Pero la respuesta no se hizo esperar, de forma espontánea esa misma mañana decenas de vecinas fueron a restaurarlo. Mujeres y niñas cogieron los pinceles y lo pintaron de dignidad, volvieron a dotar de mensaje empoderado donde el machismo solo había dejado borrones de incomprensión e ignorancia. Autoras del mural también formaron parte de aquella bella explosión de indignación creativa, dando a luz un resultado lleno de verdad.
Ahora este símbolo del feminismo en Alcalá de Henares ha sido destruido por una pésima gestión urbanística. Es preciso restaurar el daño y que el feminismo vuelva a tener este y otros espacios en la ciudad para lanzar su mensaje necesario. No podemos permitir que sea silenciado por el vandalismo machista, ni por el despotismo urbanístico que niega la participación vecinal en la planificación de la ciudad que amamos.
- David Cobo García, es candidato de Izquierda Unida a la alcaldía de Alcalá de Henares
El femenismo de muchos no va más allá de las fotos y los actos en días de folklore. En el día a día y en la verdadera defensa de la mujer poco. Pero que esperar de quienes de día condenan la prostitución y de noche la utilizan. Qué esperar de quienes rebajan penas a delincuentes sexuales. Pues eso, fotos y poco más.
En la historia del movimiento feminista las discrepancias, entre las diferentes posturas ideológicas, son endémicas.
Ahora, en el feminismo, en una de sus formas de entender el ser mujer, se la define como un ser irracional.
Si una mujer es un sentimiento, si cualquiera que se «sienta» mujer ya es mujer por definición, el ser mujer ya no es ser persona.
Las mujeres son ahora, en estos movimientos feministas, «objetos políticos», moldeables a sus intereses partidistas.
Con una carga de cinismo dicen que luchan para liberar a las mujeres del patriarcado, pero las «eliminan socialmente». No son mas que «sentimientos con pene o sin pene».
Esto se le puede llamar con toda regla el femicinismo.
Un femicinismo que acaba con la misma mujer.
El primer párrafo ha sido suficiente para no seguir leyendo.
Me parece patético el comentario de la noticia además de tendencioso y generador de odio….para no seguir leyendo.