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Una alumna “ordenada y excepcional”. Así recuerda Javier Urra a Sandra Bermejo, alumna y secretaria del doctor en Psicología y Ciencias de la Salud y primer Defensor del Menor.
Víctor Aibar Madrona informaba este sábado en MDO(Madridiario) sobre el trágico fallecimiento de de la joven psicóloga que fue alumna del colegio San Gabriel, aportando algunas claves. Su cuerpo fue hallado el 23 de diciembre por un pescador en una playa durante la bajamar. Los restos presentaban un avanzado estado de descomposición que impidieron su identificación, incluso en un primer momento se confirmó que no correspondían con los de la psicóloga que llevaba buscando su familia desde hacía más de un mes. Sin embargo, días después, la Brigada de Policía Científica de la Comisaría Provincial de A Coruña determinó que los vestigios recibidos en su Laboratorio Territorial de Biología – AND, correspondientes al cadáver de una mujer hallada en el Cabo resultaban compatibles con el perfil genético obtenido de muestras de Sandra Bermejo. Se confirmaba así la peor de las noticias que podía esperar sus familiares y amigos.
Un mazazo para quienes conocían a esta joven de 32 años, que se quedaron en ‘shock’ tras conocer el trágico desenlace. Para Urra, psicólogo forense y también profesor del CES Cardenal Cisneros de la Universidad Complutense, y para otros compañeros que compartieron horas de trabajo con Sandra, quedan flecos sueltos. Además de alumna, Bermejo trabajó como secretaria del experto en psicología: “Le pierdo la pista hace cinco años hasta la noticia de la desaparición, momento desde el que he mantenido contacto permanente con su madre”.
Urra: “He mantenido contacto permanente con su madre”
La familia, el abogado Juan Manuel Medina y el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amils, quieren que se investiguen que pudo pasar ese día. Existen testimonios de tres pescadores que vieron otros dos coches aparcados junto al de Sandra. En el interior del vehículo de la fallecida se encontró una mochila con sus pertenencias y sin el móvil, que todo apunta a que se lo lleva (su señal se pierde en el Cabo, según datos de geolocalización). La autopsia ha desvelado que la causa de la muerte ha sido “traumatismos por precipitación”. Las heridas de gravedad a consecuencia de la caída produjeron su muerte. Pero se desconoce qué pudo provocar esa caída y en este punto se encuentra trabajando la Polícía para tratar de esclarecer los hechos, con labores que pasan por triangular antenas y teléfonos y revisar los whatsapp de los últimos días de Sandra con vida.
Urra, como psicólogo forense y experto en la materia, descarta la tesis de un posible suicidio y defiende que “hay que seguir investigando porque no es un caso en el que encaje un simple suicidio”. Él está acostumbrado a hacer autopsias psicológicas, una práctica que trata de reconstruir hacia atrás en el tiempo el estado emocional de una persona fallecida: “No hay elementos de carácter personal, como la separación de un ser querido o un mal diagnóstico sanitario, que me hagan pensar en el suicidio”. El día se su desaparición, la mujer no acudió a una cita con su grupo de teatro ni atendió las consultas por videollamada con sus pacientes.
Sandra Bermejo había comprado comida, tenía previsto hablar con su madre el día de la desaparición y programó actos sociales con sus amigas del grupo de teatro: “La gente cree que el suicidio es un acto esporádico e imprevisible pero la realidad es que se planifica”, comenta Urra.
Tras el encierro por la pandemia del Covid, decidió irse a vivir a Asturias
La Policía Nacional también investiga la vida de Sandra, sobre su entorno en Gijón, donde se había instalado un par de años antes de desaparecer. Enamorada de la naturaleza y tras el encierro por la pandemia del Covid, decidió irse a vivir a Asturias y pasar consulta desde allí. Y aunque la principal hipótesis manejada por la policía sobre la desaparición de la joven madrileña fue que hubiera sufrido un accidente, por tratarse de una zona muy abrupta, o que fuera una posible “desaparición voluntaria”, la familia ha negado siempre que tuviese ninguna razón para ello.
Cuando alguien piensa en el suicidio “lo traslada de alguna manera a alguien, se piensa y se elabora. Dado el sufrimiento previo, piensas dónde y cómo ejecutarlo. En este punto, podríamos ver si hay algo que analizar, pero por lo que he hablado con su madre y amigas no lo parece, tampoco su carácter”. Según su entorno, Sandra tenía una vida regular donde no se percibe sufrimiento ni desesperanza. Sin embargo, Javier Urra explica que no se le ha encargado un estudio y “por lo tanto tampoco no puedo afirmar rotundamente nada. Si el juzgado me encarga una autopsia psicológica la realizaría encantado”.
Sandra participaba en algunos grupos espiritistas y de consumo de ayahuasca, una terapia no muy científica en la que el psicólogo forense considera que “colaboraba como profesional”. La Policía investiga si en ese grupo había personas problemáticas. Además, la noche que desapareció otros dos coches se encontraban aparcados junto al de Sandra y a la mañana siguiente ya no seguían allí.
“Sé feliz donde estés», se despiden de Sandra Bermejo sus familiares”
Fue una despedida en la más estricta intimidad. Los familiares y amigos de Sandra Bermejo celebraron en la tarde de ayer un acto para darle el último adiós a la joven psicóloga hallada muerta en el Cabo Peñas. Se reunieron en el complejo hostelero El Olivar de Alcalá de Henares, ciudad de la que Sandra y su familia era originarios, para darle el último adiós y recordarla con la sonrisa que la caracterizaba.
Ya por la noche, su hermano Raúl publicaba un mensaje de agradecimiento. «Ha sido un día duro, pero me voy a casa feliz por haber compartido un rato con cada uno de vosotros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de pasión…», dirigía a quienes arroparon a la familia en esta complicada jornada. Y a Sandra Bermejo le pedía: «sé feliz donde estés. Siéntete orgullosa de ti y de cómo te va a recordar la gente».
Sandra Bermejo había estudiado en el Colegio San Gabriel de Alcalá de Henares, y su familia ha querido darle su último adiós en un lugar muy cercano a su centro de estudios.
El pasado 5 de enero el Colegio San Gabriel de Alcalá de Henares emitió un comunicado en el que lamentaba profundamente la muerte de Sandra Bermejo, “ex alumna de nuestro Colegio y cuyo recuerdo es imborrable para todos. En nombre de toda la Comunidad Educativa, transmitimos nuestras condolencias a su familia y allegados, acompañándoles en estos momentos de inmenso dolor”.
Javier Urra asistió a este acto de despedida para “compartir el dolor por la pérdida de una chica magnífica de la cual tengo un recuerdo estupendo”.