- Un balance en modo electoral: Ayuso se centra en su gestión y desdeña las medidas de Sánchez.
Desde la nueva sede judicial de Valdemoro a la “II Fiesta del Toro”, la ayuda a los refugiados ucranianos, los convenios firmados en diferentes materias, o las ayudas a la natalidad o la ganadería de la región. La presidenta del Gobierno de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha realizado un exhaustivo e inhabitual balance de 2022, que en realidad era el balance de sus dos cortas legislaturas y que son su carta de presentación para las próximas elecciones autonómicas. La ideología y el enfrentamiento con el Gobierno central en forma de libertad para tomar cañas a pesar de la pandemia le sirvieron en 2021, pero en la próxima cita electoral, el PP necesita convencer de nuevo a los que le prestaron su voto sin ser habituales del PP y para eso es necesario demostrar también lo que su Gobierno ha sido capaz de hacer gestión.
La presidenta regional ha repasado con todo detalle la acción de Gobierno de cada una de las 9 consejerías que tiene, repasando lo prometido en el último debate de investidura de junio de 2021 y recalcando que ha logrado cumplir “el 95%” de todo lo anunciado. Del 5% restante, dijo, se ocupará en enero, y adelantó que lo que queda son asuntos relacionados con “la digitalización, el medio ambiente y la sanidad”, pero no hubo más detalle.
El medioambiente fue uno de los asuntos al que más tiempo dedicó durante su debate de investidura, justo por detrás de sus medidas para el impulso de la natalidad; y la sanidad, uno de los que la oposición más le va a echar en cara durante los próximos meses mientras los médicos de atención primaria y urgencias extrahospitalarias se sigan quejando, pero Ayuso no quiso adelantar más, solo centrarse en lo logrado hasta ahora.
Mensajes a la izquierda
Sin embargo, antes de entrar en los casi 25 minutos que duró la enumeración de todas las medidas que decidió resaltar (seis de sus diez folios de discurso), lanzó tres mensajes, que previsiblemente la acompañen durante los próximos meses. El primero, su Gobierno “cumple” y gestiona “bien”. Y vino a decir que gracias a eso se respira “vitalidad” en las calles de Madrid. El segundo ha sido una constante durante sus meses de Gobierno, pero ayer apenas le dedicó un par de menciones, aunque tajantes y desde el inicio: frente a ella solo hay un Gobierno central caracterizado por el “autoritarismo” y que “castiga” a los madrileños en todos los ámbitos de gestión posibles, “con menos financiación, menos apoyo y con más leyes, más declaraciones y más decisiones políticas que nos están perjudicando directamente”. Por último, dirigiéndose principalmente a los votantes progresistas que optaron por cederle el voto en las últimas elecciones autonómicas, lanzó la idea de que “la izquierda” de la Comunidad de Madrid (Más Madrid, PSOE y Podemos) “no ha salido en defensa de los intereses de los madrileños”.
VOX, su otro rival
Sobre Vox no se pronunció en su balance inicial, tampoco al ensalzar las medidas incluidas en cada una de las 13 leyes que ha logrado sacar adelante en este año y medio de legislatura y que, aunque fueron iniciativa del Gobierno, necesitaron del apoyo de los diputados de Vox para sacarlos adelante, fuera con un voto positivo o con su abstención. Sin embargo, tenía la respuesta muy clara para responder sobre los presupuestos que no saldrán adelante precisamente porque PP y Vox no han alcanzado un acuerdo.
“Parece que en cuanto hay normalidad Vox desaparece. ¿Qué gana si las cosas van bien en Madrid? Si todo está bien, ¿cuál es el reto para ellos?”, se preguntaba Ayuso y atacó a la formación de Rocío Monasterio de una forma que sabe que a su rival política del ámbito conservador le duele, comparándola con los socios independentistas de Sánchez. “Después de los ataques directos y de la situación que se está soportando en la Comunidad de Madrid, lo que ha hecho Vox es insensato. Hasta los peores socios de Sánchez han estado a su altura de sus propios compromisos”. A partir de ahí, enumeró cada una de las inversiones y gastos que su Gobierno no podrá materializar en los próximos meses a causa de la prórroga de los presupuestos, aunque al mismo tiempo aludió a la experiencia de sus consejeros y su capacidad para lidiar con esta prórroga, así que está por ver si todas esas iniciativas quedan congeladas o encuentran la fórmula para aplicarlas en año electoral.
Ninguneo a las medidas de Sánchez
Respecto a Pedro Sánchez, además de incidir en los desagravios habituales que la presidenta madrileña critica del Gobierno central, Ayuso quiso dejara claro que las medidas que anuncia el presidente han sido previamente solicitadas por las comunidades, y por tanto su mérito es relativo; son poco menos que limosna; o son iniciativas que solo son efectivas porque están acompañadas de otras puestas en marcha por los gobiernos regionales. Se refirió a tres en concreto con algo de detalle.
Por un lado, la bajada del IVA: “Todo lo que nos criticaron en campañas masivas y destructivas, ahora lo copian y lo pegan tarde y mal, como la bajada del IVA” . Pero añadió que las comunidades autónomas contribuyen también a esta medida “aunque él no lo reconozca”: “Madrid aportará casi 500 millones de euros menos por estos ingresos. (…) Estamos de acuerdo en que se bajen impuestos, pero el presidente del Gobierno debería advertir de que ese esfuerzo lo hacemos todos”.
Algo similar dijo sobre las ayudas al abono transporte, que además de incrementar la bonificación hasta el 60% a partir de febrero, es algo que ya recibe “una fuerte subvención, que ya tiene siempre y de forma estable la Comunidad de Madrid y no de manera ocasional como es este caso.
Por otro, al tiempo que alabó sus ayudas a la maternidad y la paternidad (un cheque de 500 euros al mes por hijo nacido a las madres menores de 35 años que lleven al menos 5 años empadronadas en la región), criticó el cheque de 200 euros para que las familias con ingresos iguales o inferiores a 27.000 euros puedan hacer frente a la inflación: “No nos hace falta dar 17 euros al mes a las familias para que crean en la Comunidad de Madrid. Eso lo hacen los que no saben gobernar y pretenden comprar votos por 17 euros al mes: 5 euros al mes por persona. En el Madrid castizo, a eso que hace Sánchez lo llamamos “engañabobos”: 5 euros al mes por un voto”. La diferencia entre una ayuda y otra, explicó, es ideológica. Lo de Sánchez lo considera una simple subvención y lo que hace su Gobierno “un incentivo” que permite “estimular” la economía. Liberalismo frente a socialismo, dijo.