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El Ayuntamiento alcalaíno rechazó la propuesta de Pachi Garzón, vecino de la ciudad, para instalar paneles fotovoltaicos al ser de diferente color que la cubierta del tejado.
Según informa EL CONFIDENCIAL, en el porche descansa su coche eléctrico, cerca del sistema de aerotermia que ya instaló en su vivienda para quitar el gas. Una vez traspasada la puerta de entrada, a pocos metros está el jardín desde el que se observa gran parte del tejado de la casa. “Pues ahí es donde yo quiero poner mis placas solares para ser cuidadoso con el medio ambiente y energéticamente sostenible, pero no me lo permiten”, dice Pachi Garzón. Indignado, él mismo muestra la resolución por parte del Ayuntamiento de Alcalá de Henares en el que le deniegan su petición, ya que la vivienda se encuentra en el casco histórico, mientras otros edificios públicos de la ciudad ubicados en la misma zona sí cuentan con estos paneles. Su travesía en el desierto burocrático en el que se ha visto envuelto comenzó en octubre del año pasado.
El último movimiento lo ha llevado a cabo a mediados de este noviembre mediante un recurso de alzada ante la dirección general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, y Garzón no duda en afirmar que seguirá adelante si también se lo desestiman, pero lo mejor es no adelantar acontecimientos. “Primero me lo denegaron porque dijeron que no se podían llevar a cabo construcciones en los tejados, cuando esto es solo una instalación, como las hay de aparatos de aire acondicionado o antenas parabólicas”, inicia su diatriba.
Hasta abril de 2022 no recibió una nueva respuesta por parte de la Comisión Local de patrimonio de Alcalá de Henares sobre la colocación de placas solares. “Es decir, antes no se podía y ahora sí”, apuntilla el afectado. Este antiguo director de una oficina bancaria presentó todo lo que le pedían para obtener la misma respuesta: no. “A mí ya me lo dijo un empleado del propio Ayuntamiento, que en este tema están instalados en el no”, relata el mismo Garzón. En realidad, cumple con todos los requisitos, como que los paneles no sean visibles desde la vía pública ni ocupen una superficie superior al 20% de la cubierta, pero las placas que quiere poner desentonan con el color de las tejas.
Menor eficiencia, mayor desembolso
“Me obligan a poner paneles color teja cuando solo hay una empresa en el mercado español que lo trabaja. Su más alta gama da una potencia de 290 vatios, y yo planteo una de 450. Disminuye la eficiencia y aumenta el precio, de los 190 euros por cada placa negra, a los 499 euros por cada placa color teja. Paso de pagar 2.280 euros a desembolsar 5.988 euros”, desarrolla el alcalaíno.
Tal es su indignación, que empezó a documentarse sobre otros edificios del casco histórico en los que este tipo de instalación fuera una realidad. Así halló, para su sorpresa, que algunas construcciones en las que se ubican servicios públicos tenían placas solares en sus tejados, y no del mismo color que la cubierta. “Las he documentado en el Parador Nacional, también en el Centro de Recursos Artísticos y para la Investigación de la Universidad de Alcalá, justo al lado del Rectorado, y en los juzgados, todos enclaves en el centro de la ciudad”, expresa Garzón.
Otros edificios del centro tienen paneles
Además, El Confidencial ha podido comprobar que en otras tantas viviendas de la zona histórica de la ciudad complutense también se han instalado placas solares de color negro. Lo mismo sucede en el edificio del Colegio Calasanz, en el casco histórico, con decenas de placas en su tejado que no se corresponden con el color de la cubierta. “Hablan del color, pero cuando se trata de un edificio público hacen lo que quieren. Sin ir más lejos, en el Museo Arqueológico Regional hay una instalación nueva que parecen placas solares desde fuera aunque no lo son”, comenta el afectado mientras enseña toda la documentación que obra en su poder.
Sus palabras se llenan de rabia e incomprensión cuando, una y otra vez, repite su situación: “A mí me duele que no me dejen poner estas placas que no se ven desde la calle cuando sí las hay en otros sitios rompiendo la estética”. El temor del Consistorio alcalaíno, desde el punto de vista del afectado, es que el centro se les llene de placas fotovoltaicas, “aunque no tiene mucho sentido porque yo sí entendería que si se vieran desde la calle, sí tendrían que ser del color de la cubierta del tejado”, puntualiza.
Todo por el cambio climático
Para la instalación, Garzón maneja un presupuesto de unos 10.000 euros, una cuantía que reflejada en la factura le llevaría entre 8 y 10 años amortizar. “Yo esto no lo hago por el dinero, sino porque nos estamos cargando el planeta. ¿Tú has visto las temperaturas de este verano? Bueno, y que estamos a mediados de noviembre y podemos ir con una sudadera por la calle”, expresa. Él, desde luego, lo tiene claro: “Mi manera de luchar contra el cambio climático es comprar un coche eléctrico y quitar el gas. No lo voy a amortizar en mi vida, pero si tengo el dinero para hacerlo, al menos intentaré dejar algo mejor a la generación de mis hijos”.
Garzón, sintiendo este proceso como una injusticia injustificable, ya ha presentado un recurso de alzada en la dirección general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, dependiente de la consejería de Cultura, Turismo y Deporte. “Si la respuesta no es favorable, me quedará la vía de lo contencioso-administrativo o la penal, porque quizá la Comisión local haya prevaricado”, explicita este antiguo trabajador del sector bancario. Él, por su parte, defiende que los criterios seguidos desde el Consistorio no tienen fuerza normativa al no estar estipulados en ninguna ley o edicto.
“De verdad, esto no tiene ningún sentido. Hasta los edificios que ellos mismos gestionan en el casco histórico tienen elementos que rompen con la estética y están llenos de cosas. Yo ahora me fijo y no paro de ver parabólicas, tubos de salida de humos de los bares o aparatos de aire acondicionado. ¿Así pretenden salvar el patrimonio o es que el planeta les da igual?”, concluye Garzón.
El Ayuntamiento defiende su resolución
La principal representante municipal en la Comisión Local de Patrimonio Histórico es Diana Díaz, como titular de la Concejalía homónima en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Estas son sus palabras: “Teniendo en cuenta que el casco histórico de Alcalá de Henares es un bien declarado, la Comisión aprobó criterios nítidamente definidos para autorizar la instalación en el mismo de placas solares. Este vecino, si bien respetaba el del porcentaje de placas, no lo hacía, por ejemplo, el relativo al que las placas se pudieran mimetizar. Aun así, decidió proseguir con el procedimiento, dándose el resultado previsible”.
El Confidencial no ha podido mantener una conversación directa con Díaz debido a “motivos de agenda”, por lo que no se ha dado la oportunidad de preguntar sobre aquellos otros edificios públicos ubicados en casco histórico que sí tienen paneles solares de diferente color al de la cubierta.
De todas formas, la concejala defiende que se ha cumplido el decreto del Gobierno municipal cuyo objetivo es proteger los bienes históricos de Alcalá de Henares, aunque en ningún momento alude al hecho de que los paneles no sean vistos desde la calle. “Lamentamos que el vecino no atendiera nuestras explicaciones, pero debe comprender que residir en el caso histórico implica respetar plenamente las normas que lo protegen, cuya aplicación es una obligación del Ayuntamiento”, finaliza.
Apoyo plenamente lo expuesto por el señor Pachi Garzón, al que no tengo el gusto de conocer.
Si el Ayuntamiento quiere proteger tanto el centro histórico, que empiece, por ejemplo, por desmantelar la enorme taberna en que ha convertido nuestras vías públicas, clara muestra se “simonía” civil. Botellón comercial (en plena vía pública) autorizado mediante las correspondientes tasas, unas en blanco y ¡a saber si no habrá otras, como todo el mundo supone!
Este Ayumtamiento no tiene despercicio,para sus dependencias no hay problema, y para sus amiguetes claro y ahora a este señor le ponen todas las trabas habidas y pòr haber,como miran por la eficiencia energética de los vecinos.
Cuando les interesa aplican la Ley cuando no se las pasan por el forro, este Ayuntamiento es vergonzoso.