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El cuerpo ‘incorrupto’ de San Diego de Alcalá volvió a mostrarse al público como cada 13 de noviembre en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares.
- Crónica gráfica de Ricardo Espinosa Ibeas y Pedro Enrique Andarelli para ALCALÁ HOY
Como es tradición, cada 13 de noviembre Alcalá expone el cuerpo incorrupto de San Diego en la Catedral Magistral, donde reposan sus restos en una urna de plata del siglo XVII. Fieles y devotos celebran esta peregrinación en suelo catedralicio en una emotiva jornada de fervor religioso y “alcalaíno”.
Por otra parte, tal y como se viene haciendo todos los años, Cáritas estuvo presente durante toda la jornada con una recogida de alimentos en la capilla de San Diego del templo catedralicio.
Este año se han repartido 1.500 panecillos y junto a la imagen de San Diego se ha situado la de un niño que simboliza la beca de San Diego.
San Diego nació el 14 de noviembre de 1400 en San Nicolás del Puerto, en Sevilla. Con vocación religiosa desde muy temprana edad, fue bastante viajero para su época, pues estuvo en el convento de la Arruzafa (hoy Parador de Turismo) en Arrecife, donde fue portero del convento. También estuvo en otros lugares de las islas Canarias, en Sevilla, Cádiz, Castilla, y pasó por muchos lugares de Francia e Italia en su peregrinación a Roma con motivo del año jubilar de 1450. Mientras estaba allí se declaró una peste y él se dedicó a cuidar y curar enfermos de forma intensa.
Por su capacidad intelectual, San Diego pudo haber sido un importante dirigente de la Orden de los Frailes Menores de la Observancia, es decir, de la orden fundada por San Francisco de Asís. Sin embargo Fray Diego decidió tener el oficio más humilde del convento complutense de Santa María de Jesús.
El santo milagroso de los pobres y de las rosas
Alcalá, hasta casi finales del siglo pasado, ha sufrido numerosas inundaciones por los desbordamientos del arroyo Camarmilla y del río Henares. Y siempre que llueve con fuerza, ante el miedo, sus habitantes recuerdan las palabras de San Diego: “mientras yo este en Alcalá, Alcalá no se anegará”. Y es que San Vicente Ferrer profetizó en 1412 que Alcalá desaparecería bajo las aguas. Desde entonces el cuerpo de San Diego nunca ha salido de la ciudad.
Uno de los milagros que se atribuyen y que más se recuerdan de San Diego es el del príncipe Carlos “El Hechizado”. Allá por 1562, el hijo de Felipe II tropezó por las escaleras del Palacio Arzobispal, quedando gravemente herido. Ningún médico hallaba la solución y cuando parecía que iba a desembocar en un fatal desenlace, el duque de Alba recordó la fama de milagrero del santo y ordenó que lo sacasen del sepulcro y lo llevasen en procesión hasta la alcoba de don Carlos. Introdujeron el cadáver incorrupto de San Diego y, según cuentan, casi de inmediato empezó a recuperarse.
La urna de plata donde se encuentra el cuerpo incorrupto se abre a los fieles cada 13 de noviembre durante todo el día. Dicen que este santo bondadoso concede el deseo que se le pide, y creyentes o no creyentes, lo cierto es que cientos de personas se acercan para ver su cuerpo incorrupto.
Venerado en España y toda América
Las monjas concepcionistas del convento de Santa Úrsula, en la calle del mismo nombre, presumen de guardar la lápida de la tumba original de San Diego desde hace cinco siglos, y una mano, también “incorrupta”, como reliquia.
Una curiosidad sobre su gran fama: Lope de Vega le dedicó el soneto: “La verde yedra al tronco asida” y el drama “San Diego de Alcalá”.
Cuando regresó a España pasó por un convento en Tendilla, Guadalajara, y en 1456 se trasladó a Alcalá, donde vivió los siete años que le quedaban de vida en el convento de Santa María de Jesús, trabajando como jardinero, hortelano y portero.
Este convento fue demolido en el siglo XIX y ocupado por el cuartel del Príncipe, al lado de la universidad cisneriana. Es un santo venerado y conocido en multitud de lugares de España, donde es patrón católico de numerosas localidades, al igual que en toda América, sobre todo en México.
La orden franciscana llevó su nombre a California, donde el alcalde de San Diego donó en 1964 una pequeña escultura del santo a la cofradía del Cristo de los Doctrinos, que la guardan en el jardín de su ermita.
Las monjas concepcionistas del convento de Santa Úrsula, en la calle del mismo nombre, presumen de guardar la lápida de la tumba original de San Diego desde hace cinco siglos, y una mano, también “incorrupta”, como reliquia.
Misa del patrón de la Institución de Estudios Complutenses
- Crónica de Pedro Enrique Andarelli para ALCALÁ HOY
La misa principal se celebró a las 19.30 horas una solemne misa presidida por el administrador apostólico de la diócesis D. Jesús Vidal Chamorro. A la misma asistieron en representación del gobierno municipal el vicealcalde Miguel Ángel Lezcano, por cierto la única autoridad municipal que participó en la procesión celebrada previamente, y Diana Díaz del Pozo concejala de Patrimonio Histórico y cuarta teniente de alcalde. Asimismo acudió a la misa el concejal de C’s Miguel Mayoral.
A la misa en honor a San Diego también asistieron la portavoz municipal y lideresa del PP local Judith Piquet acompañada por Marcelo Isoldi concejal del mismo grupo municipal, y el portavoz municipal de VOX Javier Moreno de Miguel y el concejal del mismo grupo Antonio Villar.
Previamente a la celebración de la Santa Misa, autoridades y cofradías fueron convocados a depositar una cesta con donaciones que traían preparada. La primera en ser citada fue Judith Piquet en representación del Partido Popular. Tras ella, Javier Moreno de Miguel portavoz municipal de VOX ofreció también su cesta con donativos. Tras ellos se irían sucediendo una representación de las diferentes cofradías de Alcalá.
La misa fue cantada por la Escolanía de la Catedral-Magistral como todos los años y es la misa oficial de la Institución de Estudios Complutenses que tiene a San Diego de Alcalá como su santo patrón, cuya presidenta Pilar Lledó también estuvo presente en la misa.
La procesión solidaria haciendo recogida de alimentos partió a las 16:30 horas desde el convento de las Hermanas Franciscanas Clarisas de San Diego, recorriendo los conventos Franciscanos de Nuestra Ciudad transcurriendo por las calles Bedel, Libreros, Tinte, Santiago, Cervantes, Ramón y Cajal, Cerrajeros, Plaza del Mercado, Escuelas, Carmen Calzado, Gallo, Trinidad, Santa María la Rica, Empecinado, Santos Niños y Tercia hasta la Catedral, acompañados por la Agrupación Musical Jesús de Medinaceli y portado por cuarenta costaleros de la cofradía de la Excma. Hdad. Franciscana de la Resurrección y Salud y San Diego de Alcalá.
Que ascazo
Respeta y te respetarán, subnormal