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Sábado 2 de Julio Centro Histórico de Alcalá de Henares, desde la Plaza de los Mártires (Cuatro Caños) hasta la Plaza de los Santos Niños.
En la calurosa tarde del sábado 2 de Julio se celebraba en Alcalá de Henares la primera manifestación del Orgullo en Alcalá de Henares desde 2019 por causa de la pandemia. Convocada por la asociación “Alcalá Entiende”, un colectivo LGTBI creado este mismo año formado por activistas históricos en la ciudad, no tenía carácter institucional como las anteriores.
El lema era “Frente a su odio: visibilidad, orgullo y resiliencia”. El objetivo era proporcionar una respuesta al auge de la extrema derecha y los discursos y acciones de odio mediante la visibilización y organización del colectivo LGTBI en la ciudad. La manifestación finalizó en la Plaza de los Santos Niños haciendo un llamamiento a las personas LGTBI de Alcalá a sumarse a esta nueva asociación.
La manifestación comenzaba su marcha desde la calle Libreros y finalizó en la Plaza de los Santos Niños con una concurrencia de trescientas personas y que en el transcurso de la misma fueron muchas las personas que se fueron sumando a esta manifestación llena de color, alegría, buen rollo y muy reivindicativa.
Las calles del centro de la ciudad se llenaron de sonido gracias a la excelente ejecución que protagonizó la “Batucada que entiende”, Escuela de batucada de Madrid que nació en el año 2013 con la intención de crear un espacio social y de encuentro orientada a la visibilidad del colectivo de mujeres feministas, bolleras y bis, aunque ellas mismas sobre todo se consideran “heterofriendlys”.
Las consignas más escuchadas fueron “Detrás de los balcones también hay maricones”, “Fuera machistas de nuestros barrios”, “que lo vengan a ver esto si es el orgullo y no el desfile macho burgués”, “Alcalá es diversidad”, “Mi cuerpo, mi vida, mi forma de follar no se arrodilla ante el sistema patriarcal”, “En esa ventana también hay lesbianas”, “Samu hermano nosotras no olvidamos”, “La lucha es el único camino”, “Contra la homofobia y su violencia, ahora y siempre resistencia”, “Mejor tener dos padres que uno del PP” y “Obispo de Alcalá nos tienes hartas ya”.
A la manifestación acudieron Teresa López portavoz de Unidas Podemos IU en el ayuntamiento de Alcalá de Henares, David Cobo concejal del mismo grupo y María Elena Vaquero de Más Madrid.
Ya en la plaza de los Santos Niños, pasadas las ocho y media de la tarde, Yulia Srey, activista LGTBI expuso que,” estamos unidas frente al odio con nuestras mejores armas, la visibilidad, el orgullo y sobre todo nuestra resilencia. Porque en cada acto donde demostramos nuestra resilencia, levantando nuestra pancartas y haciendo ruido es una pieza íntegra en esta lucha para algún día llegar a una sociedad mas igualitaria y justa que no deje a nadie atrás”.
Yulia continúa explicando que “estamos ahora a días de un momento clave para los derecho humanos en este país, dentro de poco podremos ver que el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y par la garantía de los derechos de las personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales sea por fin ley”.
Tras esta intervención, Breogán Lobos, portavoz de la asociación “Alcalá Entiende”, escritor y profesor de inglés fue el encargado de leer el manifiesto con el que concluyó este evento reivindicativo.
MANIFIESTO ORGULLO DE ALCALÁ DE HENARES 2022. “FRENTE A SU ODIO: VISIBILIDAD, ORGULLO Y RESILIENCIA”
“Tras varios años de ausencia, hemos regresado a las calles de Alcalá en este 2022. Y hemos vuelto porque tocaba hacerlo, porque nos hemos vuelto a ver en la necesidad de salir a afirmar lo que a estas alturas debería ser un hecho pero que todavía hay quien nos cuestiona y niega: que la expresión de nuestras afectividades, nuestros deseos, nuestros sentimientos y nuestras identidades son derechos inseparables de las personas, de nuestra condición humana. Aunque es cierto que en los últimos años se han hecho avances en el reconocimiento legal y social de nuestros derechos, estos aun resultan insuficientes para abarcar todas las realidades, ya no solo afectivo-sexuales, que nos forman como personas. Este lunes se abría una nueva puerta a la esperanza con la aprobación por parte del gobierno de un texto legal decisivo para el reconocimiento necesario de la realidad de las personas trans y la garantía de derechos para el conjunto de las personas LGTBI. Aun cuando toda iniciativa de este tipo debe ser saludada con agrado, no quiere decir en absoluto que el trabajo esté acabado.
Hemos asistido a un recrudecimiento de los delitos de odio por causas de orientación sexual y/o de género en el conjunto del estado español. Una situación penosa que alcanzó un punto dramático con el asesinato – si, ASESINATO, lo decimos con su nombre y en mayúsculas – de Samuel en A Coruña hará mañana un año. Perdió la vida a manos de unos homófobos que se creyeron con el derecho de poder golpearle por el mero hecho de ser LGTBI. Si doloroso fue para toda la comunidad LGTBI el asesinato y tener la conciencia colectiva de que Samuel podríamos haber sido cualquiera de nosotres en cualquier punto del país, mucho más doloroso fue ver la reacción que dicho crimen suscitó en parte de la sociedad, con cientos de personas minimizando, cuando no negando directamente la naturaleza homofóbica de la agresión.
Sin embargo, la muerte de Samuel solo fue la constatación de una realidad que las estadísticas nos iban indicando: sólo en 2019 hubo 971 agresiones de naturaleza LGTBIfobica, de las cuales solo un 15% se denunciaron y un 3% llegaron a los tribunales. Imaginaros además de estas sangrantes cifras, cuántas agresiones ya sean verbales o físicas nunca llegan a denunciarse simplemente por el miedo de las víctimas a hablar. Para 2021 los informes preliminares del ministerio de Justicia hablaban de un repunte de casi un 10% en estas agresiones.
La razón de este repunte de la violencia contra las personas LGTBI para nosotres está muy claro y no lo vamos a callar: la presencia de la ultraderecha en las instituciones, espoleada por determinados medios de comunicación, ha sacado a la calle a los más indeseables miembros de la sociedad. Pero ahora, la existencia desde ciertas instituciones de un discurso de legitimación al odio contra las personas LGTBI está arruinando un trabajo de décadas que pacientemente se había ido haciendo en todo el país. También en Alcalá de Henares.
Por eso, salimos hoy. Para demostrar que por mucho que les enrabiete nuestra presencia en su estrecha y gris concepción de la sociedad, seguiremos siendo visibles en la calle, con nuestras plumas, nuestra alegría, nuestras muestras públicas de afectividad. Estaremos muy visibles, sin escondernos, en las calles, en las cuestiones públicas, en la televisión, la radio, el cine, la prensa, en los deportes, en los trabajos, en las fábricas, en los colegios e institutos, en las universidades, en los centros de mayores y residencias, en los hospitales, en los lugares de ocio, en los pueblos, en el campo, en nuestras casas, en nuestras familias. Y lo haremos con alegría, responsabilidad, valentía, firmeza y resiliencia. Porque frente a quien no quiere vernos en la calle esgrimiendo trasnochados argumentos, nosotres miraremos a un futuro lleno de esperanza y libertad. Porque, tal como dijo el recordado Pedro Zerolo, “nosotros no cabemos en su modelo de sociedad, pero ellos en la nuestra si”.
Reivindicaremos nuestra diversidad con orgullo. La sexual y la de género. Aunque nos digan que no es necesario, nosotres tenemos el orgullo de llamarnos lesbianas, gays, transexuales, bisexuales… o maricones, bolleras… tanto dá. Pero estamos orgulloses no solo de esto; también de las muchas otras diversidades que nos recorren: nuestra raza, nuestra clase social, nuestro credo religioso o ausencia del mismo, nuestra ideología política, nuestra funcionalidad, nuestros cuerpos… Todes somos diverses. Esa es nuestra diversidad como sociedad, y esto es lo que celebramos hoy aquí en última instancia: nuestra riqueza humana, la capacidad de construir sociedades humanas realmente plurales, libres e igualitarias, en que nadie tenga que temer ninguna discriminación o daño por ser quien es, por sentir, pensar o creer en algo. Ese es el futuro que deseamos y que nos mueve a salir a la calle año tras año y así seguiremos mientras sea necesario.
Es una labor larga, ardua y no exenta de problemas. Pero no podemos ceder en nuestro empeño, aunque solo sea por el recuerdo de tanta y tanta gente que ha dado tanto para que esta tarde estemos en esta plaza celebrando y reivindicando nuestra diversidad. Para ello, solo cabe organizarse, como se ha venido haciendo hasta ahora, reforzando nuestros espacios de solidaridad, de seguridad y de unidad; y enlazando con otros movimientos sociales, junto con las transversalidades que nos recorren. Siempre abiertes a una sociedad de la que formamos parte ineludible, y que ha demostrado en repetidas ocasiones que está dispuesta a dejar atrás a aquellos que nos les queda sino la confrontación para tratar de influir en la misma.
Dijo Conchita Wurst que “[…] quienes creen en un futuro de paz y libertad; sabéis quienes sois. Estamos unides, y somos imparables”. Hoy hacemos nuestres sus palabras.
Frente a su odio, nos tendrán visibles, nos tendrán orgulloses, nos tendrán resilientes. Muchas gracias Alcalá!!!
El problema es que cada vez son mas políticos ideológicos que utilizan estos colectivos para sus fines sociales, y sus intereses partidistas. Muchos de los integrantes de estos colectivos no son conscientes de su manipulación