- Esta era la segunda vez este año que se daba aviso de la desaparición de la joven, si bien su familia nunca había pasado tanto tiempo sin tener noticias suyas.
Familiares y fuerzas de seguridad habian pedido colaboración ciudadana para localizar a Shamara Caraballo del Barrio, una joven de 14 años desaparecida en Alcalá de Henares el pasado 6 de junio.
De hecho, el pasado 28 de enero la Guardia Civil alertaba sobre la desaparición de Shamara y de Fátima, de 13 años, amiga de la joven. Seguidamente, la Asociación SOS Desaparecidos se hacía eco de las desapariciones y daba la voz de alarma.
Las dos niñas de 13 y 14 años desaparecieron al salir juntas de un instituto de Alcalá de Henares . Un día después, eran localizadas acogidas por miembros de la banda juvenil Los Trinitarios en un piso okupa de Getafe, donde las obligaron a cocinarles a cambio de techo y algo de comida.
Allí permanecieron durante más de 24 horas, hasta que se marcharon a Vallecas, donde la Policía Nacional las devolvió a sus familias, que habían difundido sus fotos a través de SOS Desaparecidos para tratar de localizarlas.
La joven Shamara lo ha vuelto a hacer
Según informaba la madre de Shamara en un comentario a la noticia de su desaparición en nuestra página oficial de Facebook, la niña habría esto nuevamente en un piso de la banda de los Trinitarios en Getafe.
“Gracias a dios la acabo d encontrar sana y salva ellos las captan y se las llevan una, dos y las veces q vean ellos cuando ponen el corazn verdes son d la banda d los trinitarios y no es x libertad al revés es x límites y normas y horarios a los q los corazones verdes aprovexan y se las llevan ahora m toca ir a x ellos con todas mis fuerzas gracias x la ayuda y bendiciones”, posteaba la madre de Shamara.
Las bandas latinas atacan y extorsionan a adolescentes de Madrid que juegan a ser pandilleros
La policía alerta del incremento de menores que, “para presumir” dicen pertenecer a los Trinitarios o a los DDP y acaban siendo agredidos: “Se ponen una diana en el pecho”.
Las niñas de Madrid ya no quieren ser princesas, cantaba Joaquín Sabina el siglo pasado. Y en 2022 decenas de adolescentes de clase media presumen, casi siempre en redes sociales, de ser miembros de bandas latinas; es decir, juegan a ser miembros de los Dominican Don’t Play o Trinitarios. Y se exponen, ya está ocurriendo, a sufrir chantajes, amenazas, extorsiones y agresiones de los verdaderos pandilleros de DDP o Trinitarios, que les llaman con desprecio “bulteros”.
La policía, según ha sabido CASO ABIERTO, canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica, ya ha alertado del peligro de esa moda de imitación entre los adolescentes. Cada semana, los encargados de la lucha contra las bandas juveniles de origen latino reciben entre diez y doce alertas de incidentes que en su mayoría sufren estos “bulteros” en institutos de Madrid.
M. colocó un corazón verde (símbolo de la banda de los Trinitarios) en la cabecera de su perfil de Instagram. Y grabó vídeos de TikTok haciendo gestos como si fuera un miembro de la banda. En realidad, no lo es, nunca lo ha sido. M. vive con sus padres en un buen barrio al norte de Madrid, pero un día su madre le pilló cuando había metido en su mochila un cuchillo para ir al instituto. Supuestos pandilleros de los DDP habían visto su perfil en Instagram y fueron a por él. M. era un “bultero”, un impostor, alguien que es un farsante y merece castigo.