La política del maquillaje I Por Carlos Marigil Alba – Arquitecto-Urbanista

“El nuevo proyecto de la estación es un edificio nuevo y bonito en un entorno urbano completamente disfuncional. Sin un proyecto urbano que amplíe el perímetro de actuación y acciones más ambiciosas, ese edificio es un proyecto incompleto. Pero la política del maquillaje no es, en exclusiva, patrimonio de este proyecto.”

Foto de Pedro Enrique Andarelli
  • En urbanismo, el maquillaje y la fontanería son cuestiones bien distintas.

 

  • Carlos Marigil Alba, arquitecto-urbanista

 

Proyecto nueva estación de Renfe-Adif

La fontanería se dedica a cuidar de que las piezas de un sistema sean las correctas para que el sistema funcione bien. Los antiguos lo llamaban Utilitas. No tiene que ser bonito o feo, nuevo o viejo. Tiene que prestar un buen servicio, funcionar bien. El maquillaje se limita a decorar. Venustas, que las cosas sean bellas.

El nuevo proyecto de reforma del edificio de viajeros de la estación es eso, un proyecto bonito: el humo transparente de las imágenes foto-realistas, un volumen bello con luz cenital, un nuevo pavimento para la plaza. Un proyecto que se dedica fundamentalmente a reformar un edificio con la misma superficie, el mismo volumen, la misma distribución y la misma forma. Funcionalmente, nuestra estación será esencialmente la misma, ninguna atención al uso está presente en el proyecto. Y no es porque no sea un buen proyecto, el proyecto es bonito y el edificio funciona bien. El problema es que es solo un edificio.


Un edificio nuevo, bonito y funcional en un entorno urbano completamente disfuncional

No está sin embargo lejos de las arquitecturas de la imagen a la que nos acostumbra la obra pública y la concepción parcelaria de los poderes facticos –quizás por pragmatismo, quizás por falta de experiencia de uso-. Edificios bonitos y bien concebidos que obvian la inherente aspiración de la arquitectura de transformar el espacio urbano donde se colocan, limitándose a una política de proyectos ceñidos a su propia parcela con una voluntad mínima de adaptar e integrar el entorno. Una falta total de comprensión del problema urbano que plantea el espacio de la estación, que se extiende mucho más allá de los límites del edificio: intermodalidad, distribución del espacio, accesibilidad, seguridad. No se puede entender la estación de tren de Alcalá sin el paseo de la estación, sin los aparcamientos a ambos lados, sin la calle Ferraz, sin el subterráneo, las pasarelas, los colegios adyacentes y los barrios colindantes. Sin entender cómo llega la gente, de dónde viene, cómo se usa ese espacio.

Quiero decir, en cristiano, que el proyecto prioriza el maquillaje a la fontanería. Un proyecto que debiera contar con algunas acciones incomprensiblemente no atendidas destinadas a que el espacio funcione. Cito por ejemplo el desmonte de la vetusta pasarela blanca y la pasarela metálica de la calle infantado y su sustitución por otro tipo de conexión (elevada o subterránea) más segura, mejor iluminada, más moderna y mejor posicionada. O el aclamado acceso norte a los andenes, aunque eso suponga desplazar los equipos técnicos de electrificación de ADIF o construir un nuevo paso subterráneo. Tomar en cuenta el acceso a la estación es también importante: con un parking de alta capacidad en altura en la cara norte se podría liberar espacio viario para hacer una plaza más digna, grande y verde y liberar tanta superficie de parking para otros usos.

Por ejemplo, un intercambiador local con andenes de autobuses urbanos más cercanos y que no molesten al tráfico para garantizar la intermodalidad de los usuarios. Un estacionamiento de bicicletas cerrado y vigilado con mucha más capacidad que el actual. Reformar los espacios al norte de las vías para consolidar una fachada norte a la infraestructura. Retirar el tráfico rodado en el espacio inmediato al edificio, que son además zonas escolares con aceras minúsculas, sería coherente. Son acciones que ni son caras ni se representan en imágenes foto realistas, pero que tendrían un impacto enorme en el uso de ese espacio. Mucho más que el impacto que tiene un edificio bonito.


Un proyecto incompleto que aspira únicamente al maquillaje sin un proyecto urbano que amplíe el perímetro de actuación

En definitiva, sin un proyecto urbano que amplíe el perímetro de actuación y acciones más ambiciosas, ese edificio es un proyecto incompleto que aspira únicamente al maquillaje.

El proyecto esconde, de hecho, una mala noticia porque, frente al problema urbano complejo que supone la estación de Alcalá, la frontera urbana de las vías y los espacios que lo encuadran, se ha elegido la opción de renovar el edificio. O dicho de otro modo, se arregla el edificio porque se renuncia a un proyecto de reforma urbana más importante que suponga replantear la posición y el funcionamiento de la estación en su espacio urbano. Amén de que arreglar el edificio supone abandonar toda esperanza de plantear al ministerio un tratamiento integral a la enorme frontera urbana que supone en nuestra ciudad el ferrocarril –con soterramiento o sin él-.

En el (eternizado) plan general que se tramita, de hecho, hay un perímetro ligeramente más grande en la estación donde se recoge la ambición de realizar una actuación urbana. En efecto, un Plan Especial de Reforma Interior, una figura que prevé la ley del suelo para este tipo de problemáticas urbanas, seria pertinente para redistribuir los espacios de forma más amplia, incluso gestionar y ejecutar los suelos que aún quedan por activar en el entorno. Un proyecto financiero pertinente permitiría financiar la operación a través de las plusvalías, las concesiones, la venta de suelo u otras formas de colaboración privada. Algunas calles adyacentes cuentan con viviendas claramente deficientes para los estándares arquitectónicos actuales (la Calle muelle, la calle Pedro de Esquivel o la trasera de la Calle Huertas), donde un proyecto de rehabilitación urbana tendría sentido. Falta pues una voluntad transformadora que trascienda el edificio actual.


Creación del intercambiador local para los autobuses

Otra de las sonoras ausencias de este proyecto es el concurso de la Comunidad de Madrid como entidad competente del transporte y la ordenación del territorio. Lo más lógico hubiera sido su participación financiera a través de, por ejemplo, la creación del intercambiador local para los autobuses, la construcción de un parking P+R de mas capacidad o la ordenación de la movilidad ciclista. Mientras, la consejería del ramo se dedica a repartir millones en llevar el metro donde ya llega o planear intercambiadores nuevos donde ya existen o donde no hacen falta (el maquillaje…), todo dentro de la ciudad de Madrid y sin ningún plan global coherente.

Pero la política del maquillaje no es, en exclusiva, patrimonio de este proyecto. La peatonalización de algunas calles del centro –indiscutiblemente necesarias- responde también de alguna manera a esta manera de actuar. Se trata de sustituir un pavimento por otro. Un proyecto que está vendido –y financiado por los Next Generation- como una zona de bajas emisiones y una transformación de la movilidad, pero que no tendrá ningún impacto sobre cómo funciona la movilidad ni en la calidad general del aire, porque el trafico ira por fuera y porque por estas calles ya no circula, hoy, apenas ningún vehículo que no sea residente. Al menos, las calles estarán bonitas y maquilladas en nuestro casco histórico para poder seguir viviendo del turismo.


Una política de movilidad de “fontanería”

Una política de movilidad de “fontanería” se habría dedicado, además de a peatonalizar, a reducir las emisiones en los espacios urbanos más densos donde la contaminación de los vehículos y su consumo de espacio público es más acuciante: barrios como Caballería Española, San Isidro o Reyes Católicos, con densidades de población residencial a la altura de las ciudades más densas de España, tienen un verdadero problema con el uso y abuso de los coches. Espacios viarios muy reducidos, contaminación del aire, y temperaturas insoportables en verano por la “isla de calor” que alimentan las enormes cantidades de suelo asfaltado e impermeable. Frente a ello, una necesidad manifiesta de los vecinos de aparcar y desplazarse que alimenta un círculo vicioso al que por el momento ningún partido ha dado una solución útil (spoiler: las rotondas no cuentan). En otros barrios, además, la distribución de usos de la ciudad y la configuración urbana hacen que el vehículo privado sea la única alternativa de movilidad. Las acciones en el centro son fáciles de implantar y son aparentes, pero la higienización y dignificación de los espacios públicos fuera del centro urbano deberían de ser una prioridad.

La pintura es, por definición, otro maquillaje. Esos números 30 con una bici pintados en el carril derecho de la red estructural de avenidas. Se trata de la red ciclista, pero aun son pocos los que se aventuran a ir en bici al colegio, al instituto, a trabajar o al centro. Los (todavía potenciales) ciclistas no circulan por ahí porque no se sienten seguros en el tráfico (y menos en las rotondas), como es natural. Los autobuses se ven obligados a reducir su velocidad comercial. La fluidez del tráfico en muchas ocasiones se ve impactada. Los patinetes eléctricos no pueden circular de forma segura y generan situaciones complicadas con otros vehículos. La idea de los ciclo carriles aislada es contraproducente, pero a cambio tenemos una red ciclista inútil pero bien visible. Por el contrario, la “fontanería” nos llevaría a acciones más concretas sobre la demanda, sistemas agresivos de bonificación, incitación o penalización y por supuesto la reserva de suelo en las arterias principales para carriles prioritarios y estacionamientos seguros.

Aun así, lo bueno del maquillaje es que al menos nos aleja poco a poco del brutalismo ochentero que la (no) planificación nos ha devuelto: nuestra actual estación de ferrocarril de uralita, nuestros barrios hiperdensos, la desproporcionada superficie de suelo dedicada a circular y aparcar. Aún recuerdo esas elecciones que perdió el señor Peinado porque se le ocurrió implantar con bolardos en el centro una peatonalización que nadie entendió. En aquellas elecciones se hablaba de soterrar las vías del tren, de realizar carriles bici y de restringir el acceso de vehículos al centro, como en el resto de ciudades medias de nuestro país en aquel entonces. No deja de ser sorprendente que mientras algunas de estas ciudades ya han evolucionado, nosotros sigamos en ese punto y que sean pocos los que se permitan confrontar un modelo urbano, el del maquillaje, que ya estaba presente en los programas electorales de entonces.

Aunque, a decir verdad, con la de votantes nimby que tiene esta ciudad, cualquiera se pone a hacer propuestas: la fontanería no da votos, el maquillaje sí. Hoy, Alcalá está un poco menos en los ochenta, pero todavía no hemos pasado del 2004. Tenemos grifos nuevos, pero las tuberías siguen funcionando a trompicones.

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1 Comentario

  1. Y las escaleras electicas que??…La reforma estetica de 15 millones no incluye escaleras electricas siquiera…Un ascensor si, pero sin escaleras electricas tan necesarias si el tren va lleno….

    • Lo de las escaleras mecánicas es un error monumental.
      Por otro lado,decía el señor alcalde que cruzar las pasarelas toman unos dos minutos…que se lo diga a las personas que van en sillas de ruedas o ancianos que se mueven con dificultad …es que no se.en que mundo viven

  2. Pues la verdad es que tiene toda la razón. En esta tierra lo que mejor crece son los monumentos al ejercito, que florecen frondosos en nuestras rotondas. El resto, pues eso, para que parezca que se hace algo, tarde y mal.

  3. Estamos totalmente de acuerdo, con el análisis de don Carlos Marigil Alba, arquitecto-urbanista, y muy especialmente, con el asunto del intercambiador de transportes, que fue nuestro proyecto estrella, en las elecciones municipales, en las que presentamos como nuestro candidato a la alcaldía, a Manuel Arias Reinoso.

  4. Excelente análisis….muchas gracias. Esperemos que corrijan a tiempo y no se malgaste dinero.publico sin solucionar los problemas de comunicaciones y transportes de la ciudad.

  5. Totalmente de acuerdo. Yo llevo pidiendo una acera por la avenida de Daganzo desde la rotonda del Chorrillo, pasando por el silo, hasta el Parque O’Donnell siglos, pero nada.

  6. Totalmente de acuerdo con el autor. ¿Como se les ocurre reflejar la estación y fregar acceso directo a la misma desde el barrio del Ensanche?

    Y lo de los ciclo carriles 30. A mi me da medio ir por la calzada en bicicleta. Aunque los carriles bici segregados e independientes los hiciera el PP no es para dejarlos abandonados. Yo me siento más seguro yendo en bici por esos carriles.

    ¿Dónde hay que firmar para que hagan ese acceso de la estación de tren y se vuelva a apostar por carriles bici independientes?

  7. Excelentes verdades en el magnifico escrito de Carlos Marigil Alba, arquitecto-urbanista y que más verdades como lo redactado es imposible superarlo.

    La clase política que tenemos en Alcalá de Henares es del grado más inferior que hay en toda España, solo tiene una obsesión que es el subirse los sueldos en grado superlativo, y para que todo el mundo los vea se los vamos a redactar.

    SUELDOS DE LOS POLÍTICOS EN ALCALÁ DE HENARES

    PSOE-Javier Rodríguez Palacio……de 72.000 € a 79.000 €
    PSOE-María Aranguren Vergara…..de 67.000 € a 74.399 €
    PSOE-Alberto Blázquez Sánchez…de 67.000 € a 74.399 €
    PSOE-Diana Díaz del Pozo…………..de 67.000 € a 74.399 €
    PSOE-Enrique Nogués Julián……….de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-R.Alicia Gorgues Pinet……….de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-Manuel Lafront Poveda………de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-Blanca Ibarra Morueco……….de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-Miguel Castillejo Calvo……….de 50.000 € a 55.235 €
    PSOE-P Sánchez González…………..de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-Alberto González Reyes……..de 63.000 € a 69.596 €
    PSOE-Carlos García Rodríguez……..de 63.000 € a 69.596 €
    CS-Miguel Ángel Lezcano………….de 50.000 € a 71.999 €
    CS-Mª Teresa Obiol Canalda……..de 36.000 € a 59.999 €
    CS-Ricardo González Parra………..de 28.000 € a 39.999 €
    CS-Susana Ropero Calles…………. de 28.000 € a 39.999 €
    CS-Julián Cubilla Bolívar…………….de 28.000 € a 39.999 €
    CS-Miguel Mayo.ral Moraga……………Por sesión 250 €
    PP-Judith Piquet Flores………………de 50.000 € a 71.999 €
    PP-C. Alcañiz Arlandis………………..de 36.000 € a 59.999 €
    PP-Tomás Marcelo Isoldi…………….de 28.000 € a 39.999 €
    PP-Fco. Javier Villalvilla……………..de 28.000 € a 39.999 €
    PP-Ester de Andrés……………………de 28.000 € a 39.999 €
    VOX-J.Moreno de Miguel………………de 50.000 € a 71.999 €
    VOX-Antonio Villar Tejedor……………….Por sesión 250 €
    UP-Teresa López Hervás…………….de 50.000 € a 71.999 €
    UP- David Cobo García……36.600 € Renuncia a 59.999 €

  8. Se agradece esta explicación detallada y esclarecedora del proyecto para la estación de trenes. Aunque los usuarios seguimos sin comprender; debido a la ausencia, por ejemplo, de acceso a ambos lados de la estación central de Alcalá de Henares con máquinas expendedoras, y/o torniquetes para validar el billete y una larga lista mencionada en anteriores comentarios.

  9. Si es que con esta clase política que tenemos en Alcalá de Henares, Ciudad del abandono y la suciedad no hay solución, ya que la culpa la tenemos los contribuyentes que cuando nos pasan los recibos, vamos como corderitos a pagarlos, o como sin contar con los contribuyentes que somos los que con nuestros impuestos les pagamos sus sueldos, con todo su cara se los suben sin contar con los vecinos, que somos los que les pagamos sus abultados sueldos y encima pensaran, si no pasa nada la inmensa mayoría son tontas y tontos.

    Hay que empezar a dar caña a esta clase política que tenemos en Alcalá de Henares y cada vez que veamos a uno o a otra liársela parda.

    Ánimo y a por ellos y a por ellas y hacerlos que les salgan los colores ya que se suben sus abultados sueldazos sin contar con el pueblo.

    No tienen vergüenza, y se puede liar una muy gorda en Alcalá de Henares, estamos has los co..nes de esta nauseabunda clase política que tenemos con esta clase política que nada sabe que trincar billetes y no hacer nada por la Ciudad Patrimonio de la Suciedad y los trincones.

    Y les recordamos que hay un refrán que dice: El que avisa no es traidor y ojo que se puede liar una muy gorda, pero que muy goooooorda.

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