- La obra mide 48 metros de largo por 2,50 metros de alto, y ha sido realizado en 8 días, contando con la colaboración del artista alcalaíno Manu Cardiel.
- Crónica gráfica de Pedro Enrique Andarelli para ALCALÁ HOY
La concejala de Cultura, María Aranguren, ha visitado esta mañana el mural junto a su autora, que le ha explicado cómo el dibujo engloba tanto agua como césped, fusionándolos para acoger a diversos tipos de personas que disfrutan de lo que les ofrece este lugar en concreto.
Este nuevo mural del parque O’Donnell se suma a las numerosas obras de arte urbano que se pueden disfrutar en diferentes emplazamientos alcalaínos, como en Reyes Católicos, Vía Complutense, calle Torrelaguna, la antigua fábrica de Harinas, el Auditorio Manuel Azaña, la plaza Andrés Manuel del Río o el subterráneo de la calle Isabel de Guzmán, entre otros.
El mural es magnífico, por lo que felicito a su autora.
Lo que me sorprendió cuando lo descubrí es que ha sido pintado sobre otro anterior que había sido realizado en junio de 2019 y que, por lo tanto, tan sólo ha durado dos años y medio. Huelga decir que en tan corto espacio de tiempo no había dado tiempo para que se deteriorase lo suficiente como para justificar su reemplazo por el actual.
Sin la menor intención de hacer comparaciones entre ambos murales, insisto en que el nuevo me parece magnífico, lo que no entiendo es lo que considero un despilfarro, tanto artístico como económico. Ciertamente los grafitis pintados al aire libre son, por su propia naturaleza, temporales, pero una vez pintado uno, salvo causas justificadas, lo lógico es respetarlo hasta que su deterioro recomiende su reemplazo, algo que en esta ocasión no ha ocurrido.
Me parece estupendo que el Ayuntamiento orne Alcalá con estos murales, pero lo que ya no me lo parece tanto es que se derroche innecesariamente creatividad y dinero. Voy a ponerles otro ejemplo. No hace mucho, aunque no recuerdo exactamente cuando, el Ayuntamiento encargó a una artista la decoración de los dos muros laterales de las aceras peatonales del paso subterráneo de la avenida de la Alcarria. Los grafitis siguen allí, pero ya muy deteriorados pese al escaso tiempo transcurrido desde que se ejecutaron.
¿Por qué han durado tan poco? Pues muy sencillo, porque en lugar de limpiar las paredes -habían sido víctimas de vándalos pintamonas, algo muy diferente de los muralistas- y los garabatos tapados con pintura, chapuza habitual de los servicios de “limpieza” municipales. Además, esta pintura estaba en muchos lugares hueca y desconchada. No hace falta ser un experto -yo no lo soy- para saber que antes de pintar el mural es necesario rascar y limpiar la pared y darle una imprimación para pintar sobre ella el mural, algo que no se hizo. En consecuencia, una chapuza digna de Pepe Gotera y Otilio de la que no responsabilizo a la autora del grafiti, sino a quienes le encargaron que pintara sobre una superficie inadecuada.
Las chapuzas que hace este Ayuntamiento, mira en la plaza de Cervantes baldosas levantada y hasta alcantarillas eso por hacerlascosas tan deprisa y corriendo como tantas cosas y para colmo son siempre la misma Empresa,que raro clin,clin caja.