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Los vecinos de Valdeavero y Villalbilla salen a la calle para exigir que vuelva a prisión. “Mi hijo intentó suicidarse después de lo que le hizo”, denuncia una madre.
Vecinos de Valdeavero, un pequeño municipio madrileño situado en el límite de la provincia de Guadalajara, se han concentrado este domingo para reclamar, bajo el lema ‘los niños no se tocan’, la protección de los menores de esta localidad tras la puesta en libertad de un presunto pederasta acusado de abusos sexuales a catorce niños.
Pese a que “El Toba” no puede acercarse a menos de treinta kilómetros del municipio, los padres no se fían y solicitan que vuelva a ser internado en prisión. “Los niños no quieren salir a la calle. Tienen miedo a encontrárselo”, aseguran algunos de los padres que relatan que los pequeños siguen en tratamiento psicológico tras los abusos.
A la marcha, convocada por el Ayuntamiento, se han sumado vecinos de Villalbilla, la localidad en la que actualmente reside Cristobal L. C., alias ‘El Toba’, debido a la orden de alejamiento respecto a sus supuestas víctimas que le impuso la jueza de Alcalá de Henares que instruye el caso.
Desde su libertad, los vecinos de sendos municipios viven intranquilos y con el miedo de que el presunto pederasta vuelva a actuar. También las víctimas están atemorizadas ante el temor de encontrárselo en la calle, por lo que los padres reclaman pulseras telemáticas para los niños con el fin de poder avisar si se lo encuentran.
El acusado quedó en libertad el pasado 18 de octubre al considerar la jueza que no había riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, dos de los requisitos previstos en la ley para mantener la situación de prisión preventiva. Además de dejarle libre, le impuso una orden de alejamiento de al menos 500 metros de los niños y se le prohibió de salir de este pequeño municipio.
En la convocatoria, el Ayuntamiento emplazaba a los vecinos a sumarse a una concentración en la Plaza de la Constitución en apoyo a las víctimas del presunto pederasta y sus familias.
Medidas de Protección
Durante la protesta, han reclamado medidas de protección que garanticen la seguridad y bienestar de los habitantes del municipio. También han exigido que el vecino acusado de abusos vuelva a prisión provisional al considerar que tiene peligro suelto.
“El Toba” fue detenido el pasado mes de diciembre tras la denuncia presentada meses antes por la madre de una víctima. El menor contó a sus padres los abusos pese a las amenazas del presunto pederasta. Tras la primera denuncia fueron surgiendo más casos. Los pequeños relatan que Cristóbal L.C. les tocaba sus partes íntimas cuando iban a comprar a la tienda chucherías y refrescos.
La juez de Alcalá de Henares que instruye el caso considera que no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, dos de los requisitos que prevé la ley para mantener al acusado en prisión preventiva.
Tanto en un pueblo como en el otro la sensación es de desprotección por parte de las autoridades. No entienden por qué puede estar en libertad. “Si pasa algo con un niño será cuando nos hagan caso” se lamentan.