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Se inició en el cruce de la vía principal de Alcalá con la calle San Felipe Neri frente a la Casa Tapón.
- Crónica gráfica de Lorena Loeches para ALCALÁ HOY
En muchas ciudades, las calles están llenas de vida durante el día, por las oficinas y comercios. Sin embargo, cuando los comercios cierran, el centro de la ciudad cambia. En algunos lugares, se queda desierto o, en otros, como Alcalá, cambia, las terrazas cobran vida y se transforman en un espacio perfecto para el ocio.
El proyecto “Un muro es una pantalla” aprovecha ese “descanso nocturno” del centro de las ciudades y a su vez invita a romper con la rutina diaria. Al combinar la excursión guiada con la proyección de películas, los participantes pueden descubrir las ciudades de una manera diferente. Equipados con un proyector, un sistema de sonido y un generador, este grupo de activistas del cine conquista la ciudad, los muros se convierten en pantallas y las calles se hacen tan cómodas como butacas del cine.
Se proyectaron cortos de varios géneros, con un efecto sorprendente. Los cortometrajes estaban vinculados de alguna manera con sus lugares de proyección y a su vez esos espacios tenían alguna relación con los cortometrajes.
El evento también permite estrenar películas en sus lugares de rodaje. Parece que el lugar y los peatones interactúan con el cortometraje y llegan a ser parte de lo mismo. Los sonidos de la calle tienen efecto en la trama del film.