- Crónica en primera persona de Noel Viñas, colaboradora de ALCALÁ HOY
- Fotos remitidas por Noel Viñas para ALCALÁ HOY
Nunca había salido. Gus llegó a mi vida con apenas unos meses hace ya 4 años y les crie a él y a su hermana con biberón.
Mis gatos siempre han sido un pilar fundamental en mi vida y ver como mi gato salía por aquel hueco me hizo entrar en estado de pánico.
Vimos como el pequeño se metía en casa de un vecino 4 casas más abajo de la misma calle donde resido. La situación del hombre es algo complicada ya que sufre algún tipo de síndrome de diógenes. El hombre ha colaborado dejándonos entrar al domicilio pero debido al estado de la casa, nos era imposible dar con mi pequeño Gus.
Fueron días de desesperación, noches interminables sin dormir, la incertidumbre y el sentimiento de culpa me acompañaba las 24 horas del día y por la cabeza me llegaba a pasar de todo.
El caso se denunció a la policía y puse carteles por todo el barrio por si alguien le veía.
Recibí un aviso el día 12, cuatro días después de su desaparición, en el que un hombre me decía que había visto un gato en la zona de Octavio Paz, por lo que a la noche fui con 4 voluntarios de mi familia y nos dividimos por zonas para buscarle.
La búsqueda fue en vano… Al volver a la zona del barrio para explicar a mi familia como había ocurrido todo, nos acercamos a la casa del vecino y allí le escuchamos maullar. Al llamarle, Gus respondía desde el garaje por lo que llorando avisé a mi hermano y a mis padres.
El vecino en ese momento no estaba en casa por lo que decidimos esperar a su llegada. Fue una hora interminable pero el vecino finalmente apareció, al contarle que escuchábamos al gato, nos abrió su casa y nos dejó acceder al interior del garaje para poder coger a Gus y traerlo de vuelta a casa. Mi hermano entró mientras yo esperaba con su transportín y sus chuches favoritas.
Y así fue como en la noche del día 12 a las 23.45 Gus regresaba con nosotros a casa.
Entre lágrimas de alegría le recibimos, le dimos de comer y de beber y luego se durmió conmigo y con su hermana Cloe.
Gus está en buen estado, algo desubicado por los días que ha pasado fuera, pero tan mimado y tan cariñoso como siempre.
Agradezco de corazón a todos los medios que han colaborado con su difusión así como a la ayuda de todas aquellas personas que me han ayudado compartiendo su foto y ofreciéndose a participar en las búsquedas.
Agradezco igualmente cada llamada telefónica porque, personalmente, estaba destrozada y me faltaba uno de los míos, uno de mis pequeños. Por suerte el animal por sí mismo nos indicó donde estaba.
Agradecer también de corazón al cantante alcalaíno Luis de Diego que me ayudó a compartir la foto de mi pequeño Gus y se ha estado preocupando estos días.