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El presidente del Gobierno ha presidido en Alcalá la XIII Cumbre Hispano-Polaca, junto al primer ministro de Polonia
Lo ha hecho en una rueda de prensa junto al primer ministro polaco tras la XIII Cumbre Hispano-Polaca celebrada en Alcalá de Henares, donde ha sido recibido por el alcalde de la ciudad, Javier Rodríguez Palacios. El líder del Ejecutivo considera que los indultos no supondrán un coste político para su partido.
Para Sánchez, «el coste para el país es dejar las cosas como están, enquistadas en 2017», y ha defendido que el Gobierno tomará una decisión «en conciencia», pensando en «millones de españoles que quieren vivir en paz y superar el desgarro emocional, social y político que supuso el año 2017».
«La decisión que tengamos que tomar será una decisión que abra una nueva etapa y que deje atrás un mal pasado», ha dicho. En este sentido, ha asegurado que su objetivo es «abrir un fututo de convivencia», ya que es a lo que se comprometió cuando fue investido presidente de nuevo hace más de un año.
Concordia y conciliación
«Será una decisión que nos permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor, que lógicamente se tiene que escribir con las palabras de concordia, convivencia, conciliación, cohesión entre catalanes y entre catalanes y el conjunto del país», ha señalado.
Una decisión que llegará una vez que el Ejecutivo reciba los 11 expedientes en los que está trabajando el Ministerio de Justicia y que tienen, ha dicho, que «amarrarse bien» para ser elevados al Consejo de Ministros, que tendrá la última palabra.
El presidente del Gobierno sigue defendiendo los indultos pese al criterio en contra de la Fiscalía y del Supremo, y a las voces críticas dentro del PSOE, de varones, diputados y dirigentes socialistas que consideran que la decisión le puede llevar a perder las próximas elecciones.
El alcalde y líder del PSOE de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios, no ha manifestado públicamente su opinión al respecto como sí han hecho otros dirigentes socialistas. Rodríguez Palacios sí ha ensalzado la importancia de la cumbre celebrada en la ciudad complutense.
Alcalá destaca la importancia de la cumbre
El alcalde de la ciudad ha recibido a Sánchez y al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en el Ayuntamiento de la ciudad, tras la parada militar que ha tenido lugar en la Plaza de Cervantes. Posteriormente el presidente y el primer ministro han firmado en el libro de honor de la ciudad.
A continuación, el Salón de Plenos del Ayuntamiento ha acogido un encuentro bilateral, entre el presidente español y el primer ministro de la República de Polonia, y Rodríguez Palacios ha afirmado que «es un honor para nuestra Ciudad Patrimonio de la Humanidad acoger esta cumbre».
Para el regidor complutense, la cumbre «nos ofrece la posibilidad de mostrar al mundo que Alcalá de Henares es una ciudad segura, con una gran capacidad de albergar este tipo de actos», y ha destacado que actualmente viven 1.400 polacas y polacos en Alcalá.
«Nuestra vinculación con Polonia es histórica porque Alcalá ha sido el hogar para varias generaciones de polacas y polacos que emigraron a nuestro país en busca de una vida mejor para sus familias», ha señalado. También ha recordado que dos asociaciones de polacos tienen su sede en Alcalá.
El centro histórico se blinda por la cumbre Hispano-Polaca
Alcalá se ha blindado debido a la celebración de esta cumbre que comenzó con el recibimiento por parte de la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, María de las Mercedes González, la consejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Eugenia Carballedo, el rector de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz y el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, en la Plaza de Cervantes al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Primer Ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.
A la llegada de Pedro Sánchez con toda la comitiva por la calle del Tinte, se pudo escuchar alguna protesta por la presencia del presidente de gobierno en Alcalá con calificativos gruesos.
La zona de Plaza Cervantes, Universidad de Alcalá, y distintas calles colindantes ha permanecido cerradas y controladas por cientos de agentes de Policía Nacional y Local para asegurar la seguridad a todos los diplomáticos asistentes a la Cumbre Internacional. Ha sido alrededor de las 16:30 horas de la tarde cuando se ha podido comenzar a circular con normalidad por el casco histórico.