- Según denuncia la asociación profesional ‘Tu abandono Me Puede Matar’, el centro penitenciario Madrid2 (Alcalá-Meco) vive una “situación límite”.
La Asociación nacional de trabajadores Penitenciarios ‘Tu abandono Me Puede Matar’ (TAMPM) con representación en el Centro Penitenciario Madrid 2 (Alcalá-Meco) denuncia una “situación límite” en la prisión, con 59 internos confirmados positivos por coronavirus en la actualidad.
Según relata la Asociación, todo surgió al final del mes de abril, donde un hospital alertó a Madrid II de un preso que había salido en libertad, y que residía en el módulo 4, estando con síntomas (no estaba confinado porque no supieron verlo..), y tuvo que ser ingresado por infección COVID.
“A día de hoy, -asegura TAMPM- porque esto fluctúa a peor cada momento, la situación es caótica y altamente preocupante, el centro no está preparado para esta situación de emergencia sanitaria, los protocolos de actuación no son claros”.
En total habría 4 módulos confinados de los 13 totales. Además, uno de ellos estaría en cuarentena, que es el módulo donde pasan 10 días los nuevos ingresos, así como los que salen y entran del centro penitenciario por distintos motivos.
Los profesionales penitenciarios también denuncian que “las pruebas PCR a internos se retrasan. Los funcionarios, estamos desprotegidos, nos niegan pruebas PCR. A la espera de un protocolo lento y dudoso que han de pasar por cientos de internos”.
El modulo de destinos son gente que trabajan en talleres y cocina de ahí el temor a que pudiera pasarse a otros módulos el contagio del virus.
En este sentido, además, TAMPM quiere recordar que la media de edad de la plantilla de los Funcionarios del Centro Penitenciario Madrid2 “es de más de 50 años, que todavía hay un gran número que todavía no se le ha suministrado la primera dosis de la vacuna, como 70 profesionales, sobre todo de edades de 55 a 60 años, como consecuencia de los cambios de criterios de edad a la hora de suministrar la vacuna AstraZéneca, y que el resto todavía está esperando resolución de sanidad para la segunda dosis”.
Tampoco ha empezado la campaña de vacunación en la Comunidad de Madrid a los internos, como en otras comunidades autónomas que se está inoculando la vacuna Janssen a las personas presas, sin importar el límite de edad.
No hay espacio físico para materializar todas las medidas necesarias aconsejables para esta situación crítica de número de contagios. “Aunque los profesionales penitenciarios estamos acostumbrados a sacar el trabajo adelante a pesar de la sangrante falta de efectivos, la falta de formación y la falta de medios materiales para realizar nuestro trabajo, esta situación de emergencia sanitaria, junto a las tensiones ocasionadas en la convivencia por las restricciones que conlleva, hace que el día a día dentro de la prisión sea excepcionalmente complicada”.
“Necesidad de protocolos claros de actuación”
La Asociación nacional de trabajadores Penitenciarios ‘Tu abandono Me Puede Matar’ asegura que los trabajadores “no entendemos este deterioro, abandono y toma de decisiones siempre tardías por parte de la Secretaría General. Ante situaciones de convivencia tan extremas, es muy complicado realizar nuestro trabajo cuando a veces por falta de efectivos, estamos un funcionario trabajando solo en un módulo con más de 100 internos y como profesionales que sufrimos diariamente agresiones no tenemos la protección de la ley al no tener la condición de Agentes de la Autoridad”.
“Situaciones tan extremas como las que se están viviendo en estos días en el CP Madrid 2 dónde la salud de los internos y los trabajadores están en alto riesgo debido a la deficiente gestión de la pandemia por parte de los gestores de la Administración Penitenciaria, donde no existen protocolos claros de actuación y se improvisa tarde y sin planificación”.
Además, concluyen que “tenemos una legislación obsoleta, que no contempla nuestra especificidad laboral y que se hace urgente un Estatuto Propio para Prisiones, así como la necesidad de protocolos claros de actuación para las diferentes situaciones que puedan surgir en el día a día. Pero, sobre todo, parar ya de improvisaciones que ponen en riesgo la integridad física y psicológica de las personas, trabajadores e internos, y que de una vez por todas y dejando aparte ideologías políticas, se tome en serio y en valor este servicio público esencial que garantiza la seguridad de todos/as”.