- Ayuso dobla el resultado obtenido en las autonómicas de mayo de 2019 y deja sin representación a Ciudadanos.
Isabel Díaz Ayuso arrollará en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. Ese es el primer titular que surge del barómetro de GAD3 para ABC, donde queda reflejado un fuerte crecimiento del Partido Popular en esta región, a costa principalmente de Ciudadanos, que desaparecerá del mapa político madrileño. La presidenta de la Comunidad y candidata del PP casi dobla su resultado, respecto a las elecciones autonómicas de mayo de 2019, pero la mayoría absoluta está muy cara, en esta región y en todas, y solo podrá sobrepasar esa barrera con los votos de Vox.
Ayuso llevaba mucho tiempo queriendo adelantar las elecciones en la Comunidad de Madrid, a sabiendas de que su liderazgo se ha fortalecido y podría mejorar de forma sustancial su resultado, para no depender de un socio, Ciudadanos, con el que mantenía una relación bastante complicada. Pablo Casado frenó ese intento después de la primera ola de la pandemia, al pactar con Inés Arrimadas el statu quo regional: no habría elecciones, y no se presentaría moción de censura. Pero en cuanto Ciudadanos rompió el pacto en Murcia, el miércoles pasado, Ayuso habló con Pablo Casado y dejó claro que debía convocar de forma inmediata, ante la pérdida absoluta de confianza en su socio de Gobierno.
El PP era plenamente consciente de su fortaleza recuperada en Madrid cuando Ayuso disolvió la Asamblea regional y convocó a las urnas para el 4 de mayo. Encuestas internas reflejaban una subida más que suficiente para dejar en la cuneta a Ciudadanos.
El barómetro de GAD3 se realizó entre el miércoles y ayer, viernes, con 1.003 entrevistas. Si las elecciones se celebran ahora mismo, el PP tendría un 39,6 por ciento de los votos, con 57-59 diputados. En las elecciones de mayo de 2019, su voto se quedó en el 22,2 por ciento, por detrás del PSOE. Casi duplica sus apoyos. En escaños, pasa de los 30 de hace un par de años a casi el doble.
En las próximas elecciones madrileñas, la mayoría absoluta de la Asamblea se situará en 69 escaños, de un total de 136. El Parlamento regional tendrá cuatro diputados más que los elegidos en 2019, por el incremento de la población, algo que está previsto en la legislación.
Liderazgo en Madrid
Según el análisis de Mariano Calleja en el decano de la prensa madrileña, las elecciones se presentan, en realidad, como una batalla entre Ayuso y Pedro Sánchez. La presidenta madrileña ha sido, durante la pandemia, una de las voces críticas más potentes contra la política del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, y ha logrado incluso recuperar apoyos de muchos votantes populares que se fugaron en su día a Ciudadanos y a Vox.
Según los datos que maneja GAD3, la mitad de los votos que logró Rocío Monasterio en mayo de 2019 como candidata de Vox irían a parar ahora a la candidatura de Ayuso.
El desplome de Ciudadanos es la segunda imagen impactante que aparece en el barómetro. El partido que lidera Inés Arrimadas en el conjunto de España e Ignacio Aguado en la región madrileña dejará de tener representación en la Asamblea. Sus votantes irán en masa al PP, pero muchos también recalarán en Vox.
Ciudadanos pasará de tener un respaldo del 19,4 por ciento en las urnas hace dos años a caer en picado hasta el 3,1 por ciento. En la Asamblea de Madrid se necesita al menos un 5 por ciento para lograr representación. Al no llegar a la barrera mínima exigible, la ley electoral castiga con dejar a cero el casillero. El partido de Arrimadas y Aguado verá cómo sus 26 escaños se esfuman en bloque.
Si en mayo de 2019 el PP, que fue segundo en las urnas, tuvo que mirar a Ciudadanos y Vox para poder sumar una mayoría absoluta, con 68 diputados de un total de 132, y así lograr la investidura de Ayuso con Aguado como vicepresidente, ahora los populares solo podrán mirar al partido de Abascal.
Vox mejora su resultado en las elecciones autonómicas madrileñas, al subir del 8,9 por ciento a una estimación de voto del 10,5 por ciento. Sus 12 diputados obtenidos entonces podrían convertirse ahora en 14-16. Más que suficiente para sellar una mayoría absoluta holgada con Ayuso y poder mantener así al centro-derecha en el poder.
La ruptura de PP y Vox
El pacto parece fácil sobre el papel, pero la realidad muestra una pésima relación entre el PP y Vox, sobre todo después de la ruptura total que se visualizó en la moción de censura que protagonizó Abascal contra Sánchez en octubre pasado. Desde el PP se insiste en que el escenario que prevén es el de un Gobierno en solitario de Ayuso, sin coalición con Vox. Pero necesitarán sus votos para impedir un pacto Frankenstein a la madrileña y revalidar el Ejecutivo regional.
La precampaña electoral solo acaba de empezar y ningún experto se atreve a aventurar si el liderazgo de Ayuso seguirá creciendo, y con ello su intención de voto, o bien podría resentirse ante la más que previsible campaña dura que le prepararán sus adversarios. La mayoría absoluta se situaría en torno al 46 por ciento del voto. Al PP le faltarían poco más de seis puntos, a partir del resultado del barómetro, para coronarse en Madrid y para encumbrar de manera definitiva a Ayuso como líder nacional. Una opción, la de la mayoría absoluta, que tampoco descartan los expertos demoscópicos, ni por supuesto Génova.
Ese es el escenario en el territorio del centro-derecha ahora mismo. A no ser que se produzca una evolución insospechada de la campaña electoral y del voto, la izquierda solo podrá reajustar sus fuerzas. El PSOE apenas se mueve respecto a 2019: un 27,3 por ciento entonces y un 27,8 ahora. De tener 37 escaños pasará a tener entre 39 y 41, en una Asamblea con cuatro diputados más. Por su parte, Más Madrid cae del 14,6 por ciento al 11,1, mientras que Podemos-IU retrocede del 5,6 al 5,1 por ciento. Entre los todos sumarán entre 61 y 65 escaños, por debajo de los 69 de la mayoría absoluta.