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La Comunidad de Madrid ha decidido finalmente retrasar el inicio del toque de queda, que comenzará a las 23.00 horas a partir del jueves 18 de febrero.
Era una decisión que el Gobierno regional ya venía dejando caer en los últimos días al constatar una tendencia descendiente en el ritmo de contagios de coronavirus en la región. Con todo, la incidencia de casos sigue situándose en niveles extremos, por encima de los 600 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Se esperaba que el retraso del toque de queda fuera inminente, pero la Comunidad de Madrid ha decidido esperar “6 días más”.
🔴 A partir del próximo jueves ampliamos la limitación de movilidad hasta las 23:00 horas.
Los establecimientos de hostelería también podrán abrir hasta esa hora, aunque admitiendo nuevos clientes hasta las 22:00 horas.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) February 12, 2021
El retraso del toque de queda también vendría con otro cambio importante. Madrid permitirá desde el 18 de febrero cierres flexibles en la hostelería, con las 23.00 horas como tope por el toque de queda. Bares y restaurantes, eso sí, no podrán admitir nuevos clientes después de las diez de la noche con el fin de que sus clientes puedan cumplir con el toque de queda.
La hostelería podrá así recuperar la cenas, algo que venía reclamando desde el cierre impuesto a las 21.00 horas desde el pasado 25 de enero.
Establecimientos culturales como cines o teatros, así como comercios no esenciales, deberán cerrar a las 22.00 horas.
El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, dice que retrasar el toque de queda a las 23.00 horas dependerá de la tendencia epidemiológica y del nivel de presión asistencial en Madrid. “Nos parece razonable mantener las medidas actuales unos días más. Si sigue descendiendo el nivel de contagios, el toque de queda se retrasará el jueves”, afirma.
“Precipitado”
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha advertido a la Comunidad de Madrid que la situación de la pandemia en la región aún no es la adecuada para relajar las medidas restrictivas como ampliar el toque de queda o aumentar el horario de apertura de la hostelería. Franco ha realizado estas declaraciones tras reunirse en la sede de la Delegación con representantes de asociaciones de vecinos para abordar la problemática de las fiestas clandestinas en locales y pisos turísticos de la capital.
Preguntado sobre la posibilidad de relajar las medidas restrictivas en la región, Franco ha rechazado utilizar los “temas de la salud” como “arma arrojadiza”, pero ha criticado que los “cambios constantes” de las medidas crean una “cierta confusión” en la sociedad. El delegado ha afirmado que las restricciones tienen que ser “firmes” aunque sean “dolorosas” y se deben mantener en el tiempo a pesar de que la situación de la pandemia mejore “coyunturalmente”. “No estamos en condiciones óptimas para abrir la mano y ser más laxos”, ha enfatizado Franco que ha pedido “seguir siendo muy cautos” y no cambiar las medidas de “un día para otro”. Al hilo de esto, ha recordado a la población que debe “extremar al máximo las medidas de seguridad”.
La OMS advirtió el pasado jueves contra una reapertura precipitada de la sociedad pese a la caída del contagio en Europa y señaló que la transmisión sigue siendo alta, mencionando expresamente el caso de España.