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Para quienes promueven “la identidad de género”, es falso que el sexo se forme en el útero de la mujer embaraza y que al nacer se confirme.
- Teresa Galeote Dalama es escritora: Los días largos, Momentos que no se olvidan, El grito, El eco de las Palabras y Daños colaterales, forman parte de su obra literaria.
Y es que bajo la bandera de quienes lucharon por dicho derecho se arropa la “identidad de género”, una fantasía creada por el sistema económico para confundir y desestructurar las organizaciones que sirvieron para conseguir conquistas sociales y feministas.
El sociólogo y publicista, Edward Beranays, buen conocedor del inconsciente que alberga en los seres humanos, utilizó la ingeniería del consentimiento para demostrar cómo el inconsciente colectivo era el mejor aliado para vender “necesidades creadas”, tras una eficaz campaña publicitaria. Así, la moda y el deseo individual son bendecidos para imponerse al más elemental sentido común. Y para demostrar que la moda no incomoda, los pantalones rajados y desgarrados se han convertido en un referente de modernidad, aunque la ropa despedazada fuera, en otros tiempos, símbolo de máxima pobreza. Parece que no existe línea de demarcación para impedir cualquier tropelía, ya que existen potentes magos que nos invitan a viajar al planeta de la fantasía, aunque para ello haya que desprenderse de la realidad que nos envuelve, sacrificando el materialismo histórico y biológico.
Dichos chamanes pretenden convertir al ser humano en un juguete de usar y tirar, sin que el personal se dé cuenta que sus deseos son inducidos por las nuevas técnicas de manipulación y consumo. Los abducidos y los colaboradores necesarios no se conforman con el deseo manifestado, ya que pretenden que tan fervorosa creencia sea vista y aceptada por el resto de la humanidad como si fuese un moderno dogma de fe, y si no logra convencer lo suficiente, se impone, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. ¡Qué ironía!, el pensamiento postmoderno de la mano de las religiones milenarias para negar la realidad material que nos rodea.
El dogma siempre quiso anular la razón. Se quemó al teólogo y científico Miguel Servet por explicar la circulación de la sangre; también había negado el dogma de la Santísima Trinidad. Se juzgo a Galileo por decir que la Tierra no era el centro del universo, por tener el atrevimiento de afirmar que es nuestro planeta el que gira alrededor del Sol. El astrólogo y hombre de ciencia tuvo que agachar la cabeza y arrepentirse de su afirmación para no perder la vida, aunque susurró: “Y sin embargo se mueve”. La Santa Inquisición quemó en la hoguera a miles de mujeres entre los siglos XVI y XVIII, considerándolas brujas por salirse del canon establecido para las mujeres por el Patriarcado.
Para quienes promueven “la identidad de género”, es falso que el sexo se forme en el útero de la mujer embaraza y que al nacer se confirme. El poder siempre trata de imponerse, y en esta ocasión quiere saltar por encima de la especie humana. “Identidad de género para cambiar el cuerpo médicamente, o no cambiarlo, según apetezca al consumidor. Y ahí está el lobby financiero y farmacéutico, abriendo puertas y comprando voluntades. No existe veda para el inmenso campo global donde filántropos de “la identidad de género” quieren ir de cacería. Surgieron auspiciados por la teoría Queer en occidente no hace más de una década, pero se han extendido por todo el mundo con la velocidad y la ferocidad de pandemias pasadas y presentes. Están creando tantos estragos que ya hay movimientos de LGB que están desvinculándose del despropósito creado. Puede que ya sepan que la nueva moda está impulsada y financiada por multimillonarios que, a su vez, son los mayores beneficiarios de la nueva seudo-ideología.
Y es que detrás de los movimientos transgénero está la mercantilización y desnaturalización del sexo humano. Jennifer Bilek, artista comprometida con la verdad que se esconde tras la “bendecida identidad de género”, nos muestra datos más que suficientes para entender el fenómeno. Bilek afirma que Martine Rothblatt fue la creadora de un documento legal que apoyase la idea disociada de nuestros cuerpos sexuados por los sentimientos de los individuos, en cada momento de su vida. El documento se convirtió en la Carta Internacional de Derechos de Género que las políticas postmodernas predican. En tan contundente afirmación, Martine Rothblatt compara el dimorfismo sexual moralmente equivalente al apartheid sudafricano y, por tanto, debe ser desmantelado.
Y ahí están los grandes millonarios y las potentes Fundaciones para conseguirlo.
En 2013, Adrian Coman fue nombrado director del programa internacional de derechos humanos de la Fundación Arcus, para impulsar la seudo-ideología a nivel mundial, y promueve que debe hacerse desde la infancia. En 2015, La Fundación Arcus financió los programas de la Fundación NoVo para potenciar el transgénero. NoVo fue fundada por Peter Buffett, hijo de Warren Buffett, el multimillonario que afirmó: “claro que esto es un lucha de clases y la estamos ganado los ricos”.
Otro multimillonario, Jon Stryker, dio a la fundación 30 millones de dólares entre 2007 y 2010, y toda la familia Stryker colabora en tan magna tarea. Antes de 2015, Stryker ya había construido la infraestructura política para impulsar el transgenerismo en todo el mundo: cientos de miles de dólares fueron a Ilga, una organización LGBT para la igualdad en Europa y Asia Central con 54 países participantes. Para difundir los derechos humanos en relación a la orientación de la “identidad de género”, en 2007 se estableció en Indonesia los Principios de Yogyakarta.
Jennifer Pritzke, teniente coronel del ejército retirado se declaró mujer transgénero en 2013, y ha invertido enormes sumas de dinero en diversas instituciones americanas para hacer avanzar la “identidad de género”, a la vez que invierte en el complejo industrial médico. Según la revista Forbes, Jennifer Pritzker, en una de las grandes fortunas de EE.UU.
Así, bajo el manto del inicial movimiento de derechos civiles LGB ha nacido un gigantesco y poderoso Lobby que tiende sus tentáculos al complejo médico industrial, ejerciendo su gran influencia para orientar dichos sentimientos en las escuelas y en la sociedad. La Fundación Arcus dedica millones de dólares cada año para difundir la “identidad de género” en la ley americana a través de su entrenamiento de líderes en activismo social y liderazgo político. Junto con la familia Pritzker, Arcus ha enviado cientos de miles de dólares a colegios y universidades. En 2018 financió el Consejo para la Igualdad Global, una coalición de 30 grupos de los Estados Unidos que abogan por la inclusión de dicho tema en las políticas de asuntos exteriores y de desarrollo. Muchos más actores están trabajando para apuntalar los movimientos trans, entre ellos George Soros y su Fundación, Sociedad Abierta. Incluso la Asociación de Psicología Americana (APA), principal organización científica y profesional que representa a la psicología en los Estados Unidos, está financiada por la Fundación Arcus. Dichos fondos van destinados a potenciar la compresión de identidades abstractas, orillando la realidad material Mujer–Hombre, alentando a comprender la necesidad de ampliar las consideraciones sobre el sexo biológico, para establecer las modificaciones legales necesarias.
Ya sabemos que cuando EE.UU. estornuda, Europa y gran parte del mundo se constipa, pero lo nuestro es una aguda neumonía, la proposición de ley del 2 de marzo de 2018 expone: “La autodeterminación de la identidad sexual no podrá ser puesta bajo cuestionamiento de manera que en ningún momento, proceso o trámite se exigirá la aportación de medios probatorios de aquella. En todo momento será considerada e interpretada de acuerdo a la manifestación de voluntad personal”. Así pues, en el llamado Estado de Derecho no hace falta pruebas, ya que la “autodeterminación” puede avalar cualquier propuesta. Tranquilo, hombre, tranquilo, puede usted tener barba y pene que será mujer si así lo desea a todos los efectos legales, incluso puede decir: “soy mujer por cojones”. Y si alguien lo pone en duda, usted tendrá asesoría jurídica gratuita para denunciar por transfobia a quienes lo duden. ¡Qué poderío machista!
Podemos entronizar el disparate ¿Sin pruebas puede auto determinarse la propiedad de una casa, de tierras, del mar, del aire, y sigue y sigue … ¿Puede haber una verdadera democracia cuando los multimillonarios desmantelan tan fácilmente la realidad del sexo biológico para poner en su lugar “la identidad de género”, convenciendo a políticos, investigadores y asociaciones profesionales? Esa es la cuestión.
Señora Galeote, estoy de acuerdo con su crítica, pero me gustaría hacer una puntualización en lo realitivo a Servet. Calvino no le mató por haber descubierto la circulación de la sangre, sino por motivos exclusivamente religiosos. Servet se había convertido al protestantismo y por eso tuvo que huir de España y recaló en Ginebra donde Calvino había implantado una teocracia en la que imperaban unanatismo y una persecución teológica mucho peores que los de la denostada Inquisición. Servet cometió la imprudencia de enfrentarse a su tiranía y cuestionar sus dogmas religiosos, y eso fue lo que le costó la vida.
Aprovecho la ocasión para recordar algo tan obvio, pero al mismo tiempo tan poco conocido por el gran público, como que la intolerancia protestante, y sobre todo la calvinista, origen de la mayoría de los puritanismos y las sectas actuales, fue mucho peor que la católica, pese a lo cual no han tenido que cargar con el sambenito de una leyenda negra. Evidentemente no pretendo disculpar las tropelías cometidas por el catolicismo, que las hubo, pero como dice el refrán, que cada palo aguante su vela. Porque si nosotros tuvimos Inquisición, los luteranos, los anglicanos y sobre todo los calvinistas tampoco fueron mancos y en muchas ocasiones sobrepasaron a los católicos en sus persecuciones religiosas. No soy revisionista de la historia porque entiendo que eso supone sacarla de su contexto al pretender juzgar hechos pasados con criterios actuales, pero no me gusta que unos carden la lana y otros se lleven la fama, sobre todo cuando los perjudicados somos nosotros.
Bienvenida a la realidad, que nunca es lo que parece..
Por cierto, Miguel Servet fue quemado en Ginebra por los reformadores calvinistas liderados por Calvino, que había instaurado un gobierno teocrático protestante.
La Inquisión católica quemó supuestas brujas, y también lo hicieron con profusión los reformistas protestantes, que no tenían inquisición como institución, es decir, un tribunal religioso y otro civil, sino que la ley civil era teocrática y su extremismo religioso la conformaba.
De otra parte, totalmente de acuerdo con usted respecto a la gran mentira de la identidad de género electiva.
Gonzalo López Sánchez, Licenciado en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Máster en Microbiología en la misma universidad y posteriormente Máster en Periodismo ABC publicó el 10/11/2016 un artículo bajo el título “Miguel Servet, el científico español que fue quemado dos veces en la hoguera por hereje”, del que entresacamos el siguiente párrafo: En 1531, y cuando apenas tiene 20 años, Servet escribe «su primer libro revolucionario», en palabras de Ángel Alcalá: «De los errores acerca de la Trinidad». Desde entonces, «le persiguieron a muerte todas las religiones». Allí rechazaba el dogma de la Trinidad y que Jesús fuera un eterno hijo de Dios. Católicos y protestantes prohíben su libro, y la Inquisición española comienza a perseguirle. Ver más en https://www.abc.es/ciencia/abci-miguel-servet-cientifico-espanol-quemado-veces-hoguera-hereje-201611100157_noticia.html
DEFIENDE IGUALDAD DE DERECHOS Y TRATO JUSTO POR LAS PERSONAS LESBIANAS, GAYS, BI, TRANS Y INTERSEX PERSONAS EN TODAS PARTES.
En una primera aproximación a la cuestión de quiénes financian el transgénero consultamos en el blog ONU Libres e Iguales lo siguiente:
Las personas emplean una amplia variedad de palabras para describirse y para describir sus identidades, y es importante respetar los términos, nombres y pronombres que utilizan para referirse a sí mismas.
TRANSGÉNERO/TRANS
Transgénero (a veces simplemente “trans”) es un término comodín que se utiliza para describir una amplia gama de identidades cuya apariencia y características se perciben como de género atípico, como los transexuales, las personas que se visten con la ropa de otro sexo (a veces llamadas “travestis”) y las personas que se identifican como pertenecientes al tercer género. Las mujeres trans se identifican como mujeres pese a haber sido clasificadas como varones al nacer. Los hombres trans se identifican como hombres pese a haber sido clasificados como hembras al nacer, mientras que otras personas trans no se identifican para nada con el binarismo de género. Algunas personas transgénero optan por la cirugía o los tratamientos con hormonas para adecuar su cuerpo a su identidad de género; y otras no.
IDENTIDAD DE GÉNERO
La identidad de género refleja un sentido profundo y experimentado del propio género de la persona. Todo el mundo tiene una identidad de género que es integral a su identidad en sentido general. La identidad de género de una persona suele estar en consonancia con el sexo que se le asignó al nacer. Transgénero (a veces simplemente “trans”) es un término comodín que se utiliza para describir a una amplia gama de identidades, incluidas las personas transexuales, las personas que se visten con ropa de otro sexo (a veces denominadas “travestis”), las personas que se identifican como pertenecientes al tercer género y otras cuya apariencia y características se perciben como de género atípico y que no se sienten identificados con el sexo que se les asignó al nacer. Las mujeres trans se identifican como mujeres pese a haber sido clasificadas como varones al nacer. Los hombres trans se identifican como hombres pese a haber sido clasificados como hembras al nacer. Cisgénero es un término utilizado para describir a personas cuya percepción de su propio género coincide con el que se les asignó al nacer. La identidad de género no es lo mismo que la orientación sexual o las características sexuales.
EXPRESIÓN DE GÉNERO
La expresión de género es la forma en que manifestamos nuestro género mediante nuestro comportamiento y nuestra apariencia. La expresión de género puede ser masculina, femenina, andrógina o cualquier combinación de las tres. Para muchas personas, su expresión de género se ajusta a las ideas que la sociedad considera apropiadas para su género, mientras que para otras no. Las personas cuya expresión de género no se ajusta a las normas y expectativas sociales, como los hombres que son percibidos como “afeminados” o las mujeres consideradas “masculinas”, suelen ser objeto de duros castigos como acosos y agresiones físicas, sexuales o psicológicas. La expresión de género de una persona no siempre está vinculada con su sexo biológico, su identidad de género o su orientación sexual.
TRANSFOBIA
La transfobia es un temor, un odio o una aversión irracional hacia las personas transgénero.
Leer mas en https://www.unfe.org/es/definitions/
La cuestion de fondo no es quien financia el transgénero, sino si se esta de acuerdo ó no con la Proposición de Ley sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género, presentado el 23/02/2018 y cuyo autor es Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.
A partir de 1990, al par que se difundían e imponián las teorías neoliberales del triunfo definitivo del capitalismo y del fin da la historia (Fukuyama), la teoría queer empezó a infiltrar el movimiento feminista, poniendo el género elegido como protagonista, negando la biología, la antropología y la lucha de más de dos siglos de las mujeres por su emancipación. Un movimiento feminista no era acorde a esos tiempos neoliberales. Por muy trasgresora que se presente, la teoría queer es misógina y refuerza el neoliberalismo individualista que se infiltra en el movimiento feminista para destruirlo destruirlo desde dentro.
Para más información
https://www.alcalahoy.es/2020/07/16/queer-una-teoria-para-romper-el-feminismo-por-teresa-galeote/