- La actividad de Cruz Roja con personas mayores de 65 años se ha visto reforzada durante la pandemia con más de 1.000 voluntarios.
En este sentido, Esteban Rodríguez, coordinador del área de Personas Mayores, Personas con Discapacidad y Cuidadoras de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, señala que “la crisis sobrevenida a causa del COVID-19 ha puesto de manifiesto algunas de las vulnerabilidades más acuciantes para las personas mayores, unas problemáticas que ya conocíamos y con las que trabajábamos, pero cuyos efectos más devastadores hemos podido comprobar ahora, como son el aislamiento social y la soledad no deseada, la brecha digital y el trato inadecuado que en ocasiones se da a las personas mayores en lo que a su autonomía, dignidad y derechos se refiere”.
1.000 voluntarios para 200.000 intervenciones
Y precisamente debido a la vulnerabilidad de este colectivo, la actividad de Cruz Roja con las personas mayores se ha reforzado durante este período, atendiendo las demandas y necesidades de más de 18.000 personas mayores de 65 años en la Comunidad de Madrid, a través de más de 201.000 intervenciones y gracias al apoyo y colaboración de 1.013 personas voluntarias.
Para aliviar el aislamiento social y la soledad agudizada durante la pandemia, Cruz Roja ha llevado a cabo cerca de 40.000 llamadas a personas mayores, enfermos crónicos o personas discapacitadas en la Comunidad de Madrid, con el objetivo de dar información, conocer su situación y atender las posibles demandas.
Además, ha puesto en marcha el servicio Cruz Roja Te Escucha, formado por psicólogos y psicólogas para ofrecer soporte emocional e informar de recursos de apoyo, prestando especial atención a los familiares de personas que viven en residencias.
Cruz Roja también ha mantenido durante este período diferentes colaboraciones con otras entidades sociales, como “Charlamos” una iniciativa de acompañamiento telefónico a personas mayores en situación de soledad puesta en marcha en el marco del Consejo Regional de Mayores de la Comunidad de Madrid, en colaboración con Fevocam, y desarrollada por cuatro entidades (Grades Amigos, Desarrollo y Asistencia, Nadiesolo voluntariado y Cruz Roja Española).
Cruz Roja RESPONDE frente al COVID-19. Datos nacionales
Más del 30% de todas las personas atendidas a través del Plan Cruz Roja RESPONDE frente a la COVID, lanzado el pasado mes de marzo, son mayores de 65 años.
Este es uno de los datos que se desprende del balance realizado por la Organización humanitaria en relación a su Plan RESPONDE, la mayor operación humanitaria de la historia de la Organización en cuanto a movilización de recursos, capacidades y personas. Hasta la fecha, Cruz Roja ha apoyado a 2.550.000 personas. De ellas, se cuenta con todos los registros (nombres, apellidos y otros datos) de 876.000, de las cuales, el 30%, unas 256.000, son personas mayores de 65 años.
Uno de los objetivos de Cruz Roja en su intervención con personas mayores durante estos meses de pandemia es el de tratar de reducir el aislamiento y la soledad, mejorando su autonomía. Para ello, se han llevado a cabo más de 75.000 acompañamientos por apoyo emocional a 17.471 personas mayores (13.431 mujeres y 4.040 hombres), además de la entrega de material para su acceso a internet.
Por otra parte, Cruz Roja también ha realizado más de 200.000 agendas de información (llamadas) a 122.340 personas (89.114 mujeres y 33.226 hombres). Estas agendas o seguimientos son de dos tipos: de carácter social, para tranquilizarles, darles información básica y transmitirles el mensaje de que la Organización sigue estando a su lado para lo que necesite, poniendo en práctica las medidas adicionales oportunas, y agendas de salud, con información en medidas de prevención sobre el COVID-19.
Frente al impacto de la Soledad
Cruz Roja lleva más de treinta años desarrollando programas destinados a este sector de la población con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en su proceso de envejecimiento, reduciendo las desigualdades de género identificadas y en nuevas áreas que hasta ahora no eran tan evidentes como la soledad, falta de autonomía personal, deterioro cognitivo, abuso o negligencia, la pobreza, etc. Y también en las circunstancias que les rodean (contexto social y familiar, coyuntura socioeconómica…etc.).
El impacto de la soledad y su tremendo coste humano y económico preocupan especialmente a Cruz Roja. Precisamente, uno de los compromisos que adoptó la Organización en su última Asamblea General hace referencia a “Contribuir a romper el aislamiento y la soledad de las personas en situación de vulnerabilidad”. Es importante entender dos cosas: No todas las personas que están solas experimentan soledad, y hay muchas personas que se sienten solas estando acompañadas.
La labor de Cruz Roja para reducir la soledad y el aislamiento social involuntario se lleva a cabo mejorando su bienestar emocional y restaurando sus conexiones sociales a través del voluntariado.