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La actividad económica se ha detenido; pero España y sobre todo los españoles, estamos esperando a nuestros dirigentes. ¡No hay tiempo que perder!
- Analista político colaborador de ALCALÁ HOY
Hace falta un pacto, un gran pacto por España. Un pacto que no puede dejar fuera a nadie y especialmente, un pacto que no puede dejar fuera al principal partido de la oposición. Numerosas han sido las ocasiones en las que Pablo Casado ha ofrecido el respaldo del PP para enfrentar la crisis que se avecina y numerosas han sido las veces que Pedro Sánchez ha demandado el apoyo de los populares. ¿Por qué entonces no se llega a tan necesario acuerdo?
Creo que la razón más evidente por la que todavía no se ha llegado a ese gran acuerdo tiene que ver con la actitud que ha tomado el Gobierno en la gestión contra el coronavirus. Hasta ahora, hemos visto al Gobierno de España pedir una y otra vez lealtad a la oposición, especialmente al PP. Una lealtad que no se está viendo practicada por quien, en este caso, tanto la demanda.
Y es que si en algo hay unanimidad política en los tiempos de incertidumbre en los que vivimos, es en la nula comunicación e información que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está teniendo para con las fuerzas políticas de la oposición. No solo el PP, VOX y Ciudadanos se han quejado de la falta de transparencia del Gobierno, sino que aquellos partidos que auparon a Sánchez a La Moncloa también han denunciado esa falta de transparencia. ERC, PNV, Más País o BNG son partidos en los que se sostiene el actual Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. Partidos que como digo, permitieron la investidura de Pedro Sánchez y que ahora, como es el caso de ERC o de los nacionalistas vascos, ponen en duda la estabilidad de la legislatura por la gestión que está haciendo el Gobierno de la crisis desatada por la COVID-19.
El pacto para la España después del coronavirus es indispensable. Sin ese pacto, jamás lograremos salir en condiciones de esta doble crisis (sanitaria y económica). Pero para que ese pacto se produzca, tiene que haber respeto. Respeto hacia quien se le está pidiendo su apoyo. Respeto y humildad. Humildad a la hora de reconocer errores, porque se han cometido errores y no pasa nada por reconocerlo y verbalizarlo. De nada sirve enfrascarse en una soberbia y en una prepotencia que en nada ayudan a la hora de tejer acuerdos y que no se corresponde con la dramática situación que nos asola.
Ni el PP ni el resto de partidos de la oposición pueden enterarse de los pasos que va a dar el Gobierno a través de ruedas de prensa. Porque las ruedas de prensa que se celebran desde La Moncloa no pueden ser el único medio de información que tiene la oposición, tal y como dijo Gabriel Rufián en la última sesión de control al Gobierno.
Precisamente en esa sesión de control, el vicepresidente Pablo Iglesias habló de que en España hay conceptos transversales. Estoy de acuerdo, y precisamente por esa transversalidad, no debería haber problemas para que PSOE y Podemos estrechen la mano a PP, VOX, Ciudadanos y a sus socios parlamentarios.
Quien piense que de esta vamos a salir sólo con la puesta en escena de Pedro Sánchez y con la oratoria de Pablo Iglesias, me temo que se equivoca. Hace falta un gran pacto. El PP tiene que estar, aunque solo sea para contrarrestar la influencia que hoy por hoy tiene Podemos dentro del Gobierno.
Mientras ese pacto llega, España se acerca a los 30.000 fallecidos por coronavirus, el paro amenaza a una gran parte de la población y la incertidumbre de un gran número de familias acerca de lo que les deparará el futuro más inmediato, aumenta. Ahora, justo ahora, es cuando se necesita poner en práctica la altura de miras de la que tanto hemos hablado en otras cuestiones importantes para el país; pero que al lado de la tormenta que se nos avecina, se quedan en nada.