- La nueva pandemia puede dar una segunda vida a estos dos compuestos.
El mundo corre una carrera científica sin precedentes para encontrar tratamientos efectivos contra la enfermedad provocada por el coronavirus. Entre todos los fármacos de interés hay dos que están cobrando especial atención: uno es un medicamento genérico ya aprobado contra la malaria y el otro es un tratamiento experimental que se diseñó para combatir el ébola pero no llegó a tiempo de hacerlo.
La propia compañía fabricante está haciendo ensayos clínicos en humanos. Los primeros resultados se esperan a finales de abril. China realiza también dos grandes ensayos con este mismo antiviral comparando sus efectos en pacientes graves y moderados.
Los esfuerzos actuales se basan en hallar compuestos que valgan tanto para curar a los casos más graves como para tratar a los más leves e intentar reducir la capacidad de transmisión del virus. En este objetivo es donde puede jugar un papel importante la hidroxicloroquina, basada en un fármaco que se usa contra la malaria desde hace décadas y que es relativamente barato. Esta molécula tiene un potencial doble efecto. Primero, es un antiviral que podría combatir directamente al SARS-CoV-2. Además tiene efectos antiinflamatorios, lo que podría mejorar los síntomas de los enfermos con peor pronóstico.