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Uno de ellos es menor de edad y entre todos suman más de 55 detenciones como adultos.
Eran las dos y veinte de la madrugada del sábado al domingo cuando cinco tipos estacionaron dos coches delante del restaurante Txakoli y Grill, en la ronda sur de Torrejón de Ardoz (Madrid) y sacaron de ellos unas mazas. Por allí pasaba una patrulla de la Policía Local, que les dio el alto, pero los individuos se montaron en los coches y salieron huyendo a la carrera. Los agentes iniciaron una persecución a la que se sumaron municipales de Loeches y efectivos de la Policía Nacional y que acabó con los cinco individuos detenidos. Uno es menor y el resto, de entre 18 y 25 años. Entre todos suman más de 55 detenciones como adultos, más que las que tuvieron antes de los 18.
Mientras tanto, el otro vehículo, un Volkswagen Passat en el que iban los otros tres jóvenes, enfiló por la M-40 dirección carretera de Valencia. Tres dotaciones de Policía Nacional iban tras los pasos del Volkswagen, que se puso a 170 kilómetros y causó daños a varias de las patrullas, a las que golpeó intentando sacarlos de la carretera. Los detuvieron a 22 kilómetros de Torrejón, ya en Rivas Vaciamadrid. Se les intervino un kit completo de robo: mazas, barras, pasamontañas, guantes, linternas, destornilladores…
Son todos varones y de nacionalidad española y se cree que forman una banda. Uno de los detenidos, C. V. M., tiene 17 años; otro, R. L. B., 18 recién cumplidos, el tercero, J. G. L., 19; el cuarto, José Manuel F. G., 23 y el mayor, de origen marroquí, Y. Z. S, de 25. “Entre todos suman 55 detenciones como adultos, más las que han tenido siendo menores”, destaca el portavoz, que añade que uno tenía una orden de detención e ingreso en prisión pendiente.
Se les imputan varios delitos: robo con fuerza, conducción temeraria, robo de vehículo, atentado contra agente de la autoridad y falsificación documental (uno de los coches llevaba las placas dobladas). El menor fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores.
Vaya. Resulta que son alcalaínos, de nacionalidad española y miembros de un clan. Esto no es un atentado a la “corrección política”.
Pero decir la palabra clave, la que todos tenemos en mente tras leer la noticia, parece ser que sí atenta a la “corrección política”, por más que no “atente” sino contra estos delincuentes, que con independencia de ello son delincuentes sin que se pretenda generalización alguna.
Sin comentarios. Yo, como alcalaíno y de nacionalidad española, no me tengo que dar por agraviado, y si me doy me aguanto. Pero si perteneciera a esa palabra escamoteada, podría protestar por haberse cometido un presunto delito de racismo. Y lo peor de todo, es que con mucha probabilidad me harían caso.
Alucinante.