¿Puede sumarse Alcalá de Henares a las iniciativas mundiales para evitar el cambio climático?

Creemos que sí. Como en casi todas las ciudades, cualquier iniciativa que ayude a incentivar el desplazamiento peatonal y el uso de la bicicleta, evitando así el uso de vehículos a motor, ayuda a mejorar la calidad del aire, reduce considerablemente la emisión de gases que están provocando el cambio climático y además mejora la salud física y mental de los ciudadanos.

Foto de Pedro Enrique
  • El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha promovido, y lo sigue haciendo, el uso de la bicicleta en la ciudad, sin embargo parece que no está consiguiendo mucho éxito.
Rutas en bicicleta en Alcalá de Henares.

Creemos que sí. Como en casi todas las ciudades, cualquier iniciativa que ayude a incentivar el desplazamiento peatonal y el uso de la bicicleta, evitando así el uso de vehículos a motor, ayuda a mejorar la calidad del aire, reduce considerablemente la emisión de gases que están provocando el cambio climático y además mejora la salud física y mental de los ciudadanos al incentivar la realización del ejercicio físico, que como está más que demostrado, mejora en todos los aspectos nuestra salud.

Como bien dice la Web del Ayuntamiento de Alcalá de Henares: ”Por sus características, Alcalá de Henares es idónea para el uso de la bicicleta. Por eso desde el Ayuntamiento se ha hecho una decidida apuesta por este medio de transporte. Ya Hay 4000 socios del servicio ALCALÁ BICI y más de 55 kilómetros de carriles bici”. Prosigue “La bicicleta es el medio de transporte más rápido, más económico y menos contaminante para distancias cortas. Además estudios recientes dicen que el 75% de los españoles tenemos una bici en casa.” Posteriormente  enumera múltiples beneficios que su uso acarrea tanto para la colectividad y el medio ambiente como para las personas individuales, entre los que cabe destacar, ”Supone un ahorro económico al usuario”, “Evita las congestiones del tráfico” y, sobre todo  “Mejora la salud física y mental”.

Quizás el 75% de los alcalaínos no tengan una bici en casa, pero desde luego son muchos los que la tienen. Cualquiera que pasee los fines de semana por el Parque de los Cerros puede dar fe de ello. El número de ciclistas, solos o en grupo, que lo disfrutan es impresionante.

Sin embargo, una de las cosas que llama la atención cuando te mueves por la ciudad es que, aparte de su uso recreativo, las bicicletas son minoritarias frente al coche. Algo que sorprende cuando Alcalá es una ciudad prácticamente llana, con buen clima la mayor parte del año y una extensión que la hace ideal para el uso de la bicicleta. Además es una ciudad universitaria, siendo conocido que los estudiantes en general son muy partidarios de este medio de transporte y, si bien para las facultades del centro las bicis no son mayoritariamente  necesarias, para el campus externo deberían ser el medio de transporte preferido.

Si el uso de la bicicleta por los estudiantes no destaca por su intensidad, menos destaca su uso por el conjunto de la ciudadanía, aquella que tiene que acceder a su puesto de trabajo o a sus otras actividades diarias. ¿Por qué ocurre esto? Como en la mayoría de las circunstancias, por múltiples motivos, desde el más elemental de falta de costumbre y la falta de “cultura de bici”, hasta la facilidad y  promoción del uso del coche y su símbolo de estatus social.

Pero seguramente el principal obstáculo en Alcalá es la falta de adecuación de la infraestructura viaria al uso de la bicicleta. Esto es así a pesar de la promoción que hace el Ayuntamiento del uso de transportes no contaminantes, política que no ha conseguido muchos éxitos. Los actuales carriles bici, si exceptuamos los recreativos, están en general poco separados del tráfico rodado y es realmente arriesgado para los ciclistas circular por ellos, especialmente cuando tratan de superar los pasos elevados o subterráneos que salvan las vías del tren.

 

Parece, por tanto, que el incremento sustancial de la bicicleta en la ciudad requiere de un cambio de mentalidad y, simultáneamente, de un cambio sustancial de las infraestructuras.

Para el cambio de mentalidad puede ser muy útil el ejemplo de Ámsterdam y de otros que pueden consultarse fácilmente en Internet , medidas de cambio que servirían de inspiración para definir las propias de Alcalá, y solo faltaría la decisión política de ponerlas en marcha lo más resueltamente posible.

Pero no solo hay que cambiar la “cultura” ciudadana, también es imprescindible dotar a la ciudad de infraestructuras que lo faciliten y que eliminen los obstáculos que actualmente coartan su uso.

Es innegable que para incrementar el acceso de estudiantes al campus externo sería realmente muy conveniente un carril-bici que llevase directamente desde el centro de la ciudad al campus externo sin obstáculos y sin concurrir con el tráfico rodado.

Y, en el caso de los ciudadanos en general, se debería eliminar el principal obstáculo que hace muy difícil la conexión Norte–Sur, la que conecta, salvo excepciones, el sur residencial con el norte “industrial”, esto es, la casa con el trabajo. Este obstáculo, en Alcalá, es claro, es el constituido por las vías del tren y los muros que las rodean.

Aparecen pues, respecto a las infraestructuras a dotar a la ciudad, un doble objetivo: el primero, sería crear una conexión desde el centro hasta el campus externo amigable con la bicicleta y, el segundo, sería la eliminación del obstáculo a la circulación peatonal/ciclista Norte-Sur.

Alcalá Vía Verde

Mapa esquemático/conceptual de la vía verde (AVV) y los anillos verde existentes (Henares y Camarmilla) y nuevos fácilmente realizables.

Parece que existe una solución que consigue ambos objetivos, y esta es la materialización de la iniciativa ciudadana recientemente presentada  en  Change.org y que se denomina Alcalá Vía Verde. Esta propuesta cumple a la vez ambos objetivos (la conexión del campus externo con la ciudad y la conexión de las áreas residenciales con las áreas industriales).

Alcalá Vía Verde plantea la sustitución de las vías del tren, una vez soterradas estas y las estaciones, por un parque lineal que iría desde el río Torote por el oeste hasta pasada la estación de Los Cuadernillos por el este. Un parque lineal sin interrupción de ninguna vía rodada, de uso exclusivo para peatones y ciclistas y sin semáforos que interrumpan el ritmo del trasiego peatonal o ciclista (los coches, autobuses y demás vehículos de motor seguirían utilizando los actuales pasos elevados o subterráneos que ya se usan para superar el obstáculo de las vías).Una gran vía verde que permitiría estructurar las comunicaciones dentro de la ciudad  sobre la base del movimiento peatonal y ciclista.

Esta  “gran arteria verde” eliminaría para peatones y ciclistas los innumerables “culos de saco” que existen en calles y urbanizaciones que mueren contra las vías, y conectaría con los diversos anillos verdes de los que ya existen grandes tramos. Añadiendo a lo anterior un diseño de los futuros carriles-bici orientados a facilitar los movimientos Norte-Sur (Centros de trabajo-zonas residenciales), se crearía una suerte de nuevo sistema circulatorio exclusivamente peatonal/ciclista que permeabilizaría toda la ciudad.

Pero posiblemente, no solo dotaría a la ciudad de la infraestructura necesaria, sino que también sería determinante para el cambio de mentalidad del ciudadano. La desaparición de los muros físicos serviría de ejemplo y referencia para eliminar muros mentales, animando a disfrutar de una vida más saludable y más integrada en la naturaleza.

No se está inventando nada nuevo, en España tenemos un ejemplo cercano, el del cauce del río Turia en Valencia, como recientemente se ha recogido en la prensa (El País 16/05/2019 de Cristina Vazquez y Ferran Bono):

“Son nueve kilómetros que discurren por el antiguo cauce del río convertido en parque (el más valorado de España por los usuarios de Google) hasta casi desembocar en el mar. Atraviesa la ciudad, desde sus barrios más pobres hasta el ensanche de los más ricos”… “Una infraestructura verde interclasista, que inició el Ayuntamiento presidido por los socialistas y continuó el PP, para pasear, correr, pedalear, patinar, bailar, cantar, comer, beber…”.

Un grupo de turistas recorren el Jardín del Turia de Valencia en bicicleta. MÓNICA TORRES

¿Podremos ver una imagen similar o mejor a esta en Alcalá?

Otro proyecto similar es el planificado en l’Hospitalet de Llobregat como recoge La Vanguardia el 05/07/2019 en una entrevista a su alcaldesa, la socialista Nuria Marín:

“Significa pasar de ser una ciudad dividida y fracturada a una sola ciudad, unida, con 120.000 m2 de zona verde en una transformación de 6 km lineales. Fomento está trabajando en el proyecto y cuando acabe haremos un concurso internacional de ideas para urbanizar la superficie. Me gustaría iniciar las obras durante el 2020”.

La solución propuesta en el caso de Alcalá, al igual que en Valencia, tiene la ventaja frente a las soluciones de otras ciudades de ser “ex novó”, esto es, no existía antes, y por tanto no afectaría a la circulación actual de los vehículos a motor, que podría seguir moviéndose como actualmente y, solo con el incremento paulatino de la circulación peatonal y ciclista se iría reduciendo espontáneamente, sin restricciones ni prohibiciones.

Alcalá Vía Verde es pues, una vía de comunicación que aparecería en la ciudad, añadida a las ya existentes para ayudar a construir una ciudad mucho más amigable con el peatón y con el ciclista, lo que permitiría incrementar muy sustancialmente, incluso es posible que exponencialmente, el uso diario de la bicicleta en el conjunto de la ciudadanía y, en consecuencia, reduciendo la emisión de gases que provocan el cambio climático y alcanzando así  los beneficios tan bien descritos en la Web del Ayuntamiento.

Sería la mejor aportación de la ciudad de Alcalá de Henares a las iniciativas mundiales para evitar el cambio climático.

  • Artículo remitido por Lino Fernández Berroral

 

 

 

 

 

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1 Comentario

  1. Enhorabuena por el artículo. Ójala se realizara el plan Alcalá Verde, ganaríamos mucho en calidad de vida.
    Como comenta el autor, Alcalá tiene una topografía y un tamaño ideal para desplazarse en bici, se puede cruzar de este a oeste en en este en 20-25 minutos.
    Sin embargo, son pocas las iniciativas que se han llevado para potenciarla. La última, aunque bien intencionada, es poco práctica, hacer “ciclocalles”. Éstas vías lo único que se diferencian del resto es que tienen pintado un prohibido ir a más de 30 y una bicicleta. Lo siento, pero yo no me siento más seguro ni autorizado para ir en bicicleta por tener una pintada cada 100 m. Absolutamente nadie va a 30 por esos carriles -me incluyo a mi mismo cuando voy en coche- y por el carril de al lado te pueden pasar a 70. Desde luego a mi hijo solamente le dejo que vaya por los carriles bici separados.
    Y creo que no soy el único que piensa así ya que desde que los hicieron no ha habido un aumento del uso de la bicicleta. Deberían potenciarse los carriles bici, o bien separados, o bien en la calzada pero pintados continuamente como hacen en muchas ciudades europeas. Y sobretodo mantener los existentes. En los últimos años se han eliminado varios fragmentos, como el de Espartales, y cruces señalizados, como el de la Vía Complutense a la altura de la gasolinera Cepsa.
    ¡Suerte con el proyecto!

  2. Pone: El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha promovido, y lo sigue haciendo, el uso de la bicicleta en la ciudad, sin embargo parece que no está consiguiendo mucho éxito.
    Yo: Mentira podrida. El ayuntamiento, lo que hace es PROHIBIR el uso de la bicicleta en todas las calles del centro con el pretexto de peatonalizarlas (en vez de desmotorizarlas), sin regular el uso compartido de los ciclos con los peatones limitando la velocidad de los ciclos y estableciendo una separación mínima del ciclista al peatón o, si no, instalando carriles bici en las CALZADAS peatonalizadas.
    Es decir, lo único que se permite en Alcalá de Henares (la ciudad antibici) para circular en bici es IR POR LAS MISMAS VÍAS QUE LOS COCHES, respirando su humo y expuesto a atropellos, por lo que es más saludable dejar en casa la bicio y coger el coche llevando los cristales bien cerrados.
    No se puede ir en bici a Correos de la plaza, al Ayuntamiento, al ambulatorio de Carmen Calzado, al mercado municipal, a conciertos en S. Ildefonso, etc.
    Pone: Parece, por tanto, que el incremento sustancial de la bicicleta en la ciudad requiere de un cambio de mentalidad y, simultáneamente, de un cambio sustancial de las infraestructuras.
    Yo: Sí, un cambio de mentalidad en el alcalde y concejales.
    Pone: Si el uso de la bicicleta por los estudiantes no destaca por su intensidad, menos destaca su uso por el conjunto de la ciudadanía, aquella que tiene que acceder a su puesto de trabajo o a sus otras actividades diarias. ¿Por qué ocurre esto? Como en la mayoría de las circunstancias, por múltiples motivos, desde el más elemental de falta de costumbre y la falta de “cultura de bici”, hasta la facilidad y promoción del uso del coche y su símbolo de estatus social.
    Yo: Un estudiante que viva en la plaza de Cervantes y asista al instituto Cardenal Cisneros, para ir en bici tiene que pasar hasta por la glorieta de la GESA circulando entre coches, en vez de poder bajar por la calle Mayor, Santiago, Escritorios…
    Y podría seguir tres páginas más.

    • Hola, creo que precisamente lo que hace el artículo es criticar a las acciones del Ayuntamiento por no dar facilidades al uso de la bicileta y es por eso que propone Alcala Vía Verde como una solución a las dificultades para los ciclistas. A mí me parece que es una manera de empezar a promover su uso en la ciudad y de darle la importancia que tiene la bicicleta. No entiendo muy bien si estás criticando o no pero en mi opinión el artículo NO le echa flores al Ayuntamiento.
      Un cordial saludo.

      • ¿En qué momento has leído que yo diga que el artículo echa flores al ayuntamiento?
        Claro que no. Te aclaro: no estoy criticando al artículo, sino al ayuntamiento que no nos deja usar la bicicleta por el centro de la ciudad moderando velocidad y distancia al peatón o poniendo carril bici por las CALZADAS peatonalizadas (que sólo deberían ser DESMOTORIZADAS).
        Lo de Alcalá Vía Verde me parece excelente, pero vistos los mapas, creo que no soluciona la prohibición por el centro de la ciudad. Es harina de otro costal.
        A ver, la mentira podrida es que ” El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha promovido, y lo sigue haciendo, el uso de la bicicleta en la ciudad”, lo diga Agamenón o su porquero.
        Otro saludo cordial.

  3. Este Ayuntamiento se ha cargado el uso de la bicicleta en Alcalá de Henares desde que se les ocurrió crear los ciclo carriles a 30 km/hora porb los que ningún ciclista va porque son un peligro. Además eliminaron las señales de carril bici en todas las calles. Y los carriles bici están fatal con falta de mantenimiento, baches, grietas, suelo levantado.

    Se que está crítica va a caer en saco roto, pero vuelvo a decir que los ciclo carriles a 30 en vez de conectar el uso de la bicicleta en nuestra ciudad, ha reducido dicho uso.

    Votaré por la propuesta de Alcalá vía Verde, ojalá sean valientes en el consistorio y la lleven a cabo.

  4. Con la bicicleta existe un problema de raíz desde que es considerado como un vehículo. Como usuario de bici en Alcalá, me han prohibido la circulación varias veces por motivos varios, procesiones, eventos, etc con la excusa de que es un vehículo. Me permiten en paso a pie, claro, pero quitando la ventaja de la velocidad. Y es que una persona en bici puede ir hasta 50km/h en ciudad, pero siendo lógicos si hay cualquier motivo por el que se deba tener precaución, se irá a 10 o menos. Pero no, la solución es prohibir.
    Con la remodelación del centro para hacerlo peatonal, se ha ganado mucho en calidad en esa zona, pero prohibir la circulación de la bici me parece excesivo, hubiese limitado la velocidad a 10km/h y delimitar carriles exclusivos. Así no se fomenta el uso de bici si tienes que ir andando desde los santos niños hasta la rotonda del ovni.
    Lo del carril bici es delito, la falta de mantenimiento hace que sea más seguro ir por la calzada que por el carril bici. Y su diseño es de juzgado, en la Garena hay tramos dobles en donde no dejan espacio al peatón para circular.
    Se podría seguir así, continuamente. Por lo tanto no, el Ayuntamiento no apuesta por el uso de la bicicleta, son los usuarios los que nos aventuramos a su uso, con su posible riesgo.
    En cuanto vea dinero presupuestado para el incentivo del uso de bici (y no pintar cuatro señales en los carriles) diré que sí que se apuesta por el uso de la bici.

  5. Enhorabuena por el artículo, a ver si lo leen los políticos que nos representan en Alcalá y se ponen manos a la obra (el artículo proporciona ideas) y nos dotan de una infraestructura que nos proporcione calidad de vida.

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