- Remitida por ciclista urbano el 16 de septiembre de 2019
Solicito al Señor Alcalde de Alcalá de Henares que elabore y aplique normas para permitir el uso de bicicletas y demás ciclos por cualquier calzada peatonalizada de nuestra ciudad, uso actualmente prohibido.
Las normas podrían consistir en limitar la velocidad máxima de los ciclos, la distancia mínima a mantener con los peatones, etc., teniéndose que apear el ciclista cuando las circunstancias no permitan cumplir estas normas por saturación de la vía u otras causas.
La actual situación de prohibición supone, a mi entender, una restricción excesiva, injustificada objetivamente en tanto que los ciclos no son vehículos contaminantes ni peligrosos en sí mismos, independientemente del uso temerario que algunas personas puedan hacer de ellos, circunstancia que debería ser perseguida y sancionada por la Autoridad.
Usos abusivos puede haber en otras muchas actividades ciudadanas, como en la tenencia y deambulación con perros, en la conducción de vehículos a motor en las vías que éstos tengan permitidas, en la venta de mercancías y en un largo etcétera, que no se prohíben sin más, sino que se regulan y se sancionan los incumplimientos. Solicito se dé el mismo tratamiento al uso urbano de las bicicletas (y demás ciclos) por todas nuestras calzadas peatonalizadas, que podrían pasar a denominarse ciclopeatonalizadas, o ciclables o como fuera menester.
La simple prohibición general del uso de los ciclos obliga a tener que caminar a personas que no quieren y/o no pueden hacerlo con facilidad. Y aumenta la duración y el esfuerzo de los trayectos en todo caso, empeorando así la movilidad urbana.
Estos inconvenientes se ven incrementados en el caso de personas con problemas corporales para la deambulación, desde la simple edad avanzada hasta la artrosis u otros problemas de salud como discapacidades leves que no conlleven la necesidad del uso de silla de ruedas y que, con una simple bicicleta, se puedan paliar.
Es decir, que, entre la completa lozanía y perfecta disposición para cruzarse andando varias veces al día el centro de Alcalá y/o recorrer andando los 1’08 Km que hay desde los Cuatro Caños hasta la Puerta de Madrid (recorridos peatonalizados) y la situación de tener que ir en silla de ruedas, hay un amplio sector de ciudadanos que necesitamos ir en bicicleta (u oto ciclo no contaminante) para realizar sosteniblemente dichos recorridos y solucionar nuestras necesidades cotidianas, como ir de casa al ambulatorio, regresar a casa, ir luego al banco, a Correos, al Ayuntamiento, al mercado (volviendo con carga), a conciertos, etcétera.
Ruego se nos tenga en cuenta a la hora de mantener, o no, la prohibición del uso urbano de los ciclos por las calzadas peatonalizadas.
Con la actual peatonalización/prohibición, el itinerario mínimo para ir legalmente en bicicleta desde el Ayuntamiento hasta la plaza de los Santos Niños pasaría por la rotonda de GAL después de haber subido por Colegios, Puerta de Aguadores, Giner de los Ríos, Teniente Ruiz, Cuatro Caños, Sebastián de la Plaza, rotonda junto a gasolinera de S.Isidro y bajado por Vía Complutense hasta dicha rotonda (GAL), subiendo luego por Puerta de Madrid, Sandoval y S. Juan, o yendo por Trinidad: Santa Catalina, Rico
Home, Ánimas, Puerta de Santa Ana, Reyes Católicos (Andrés Saborit ya no), Demetrio Ducar, rotonda junto a gasolinera GESA, Avda. de Madrid, Sandoval, y S. Juan. No lo encuentro razonable. Excede la “movilidad” deseable.
A estos efectos, me resulta curioso que se haya cambiado el sentido de la calle Santiago poniéndolo coincidente con el de Escritorios, con lo que ya no se puede bajar por una y subir por la otra, o viceversa. Se habló de poner doble sentido en Santa Úrsula, pero no se ha hecho.
Por otra parte, se da la circunstancia de que los Seguros de Hogar suelen cubrir la Responsabilidad Civil “derivada del uso de bicicletas o de cualquier otro medio de locomoción no motorizado”.
Entiendo que, en caso de suceder un siniestro de esta índole en una vía no autorizada para ciclos (como ahora están las CALZADAS del centro de nuestra ciudad), el Seguro podría exonerarse de atender dicha cobertura. Ruego se considere también este importante detalle.
En Alcalá de Henares a 16 de Septiembre de 2019. Atentamente
Comentarios sobre el mismo tema en: Alcalá de Henares celebra una nueva edición de la Semana Europea de la Movilidad
Amigo Ciclista urbano, aunque ya hemos debatido este asunto y básicamente estábamos de acuerdo, permítame insistir en la necesidad de que la regulación del uso sensato de la bicicleta en zonas peatonales y semipeatonales, que como comenté apoyo, venga complementada por la represión y sanción a aquéllos cuyo comportamiento incívico suponga un peligro para los peatones, algo en lo que también coincidimos.
Ayer por la tarde, sin ir más lejos, cruzaba de la calle Cervantes a Ramón y Cajal cuando, en mitad de la calzada de la calle Mayor tuve que pararme bruscamente porque un cafre -no quito una coma del calificativo- se me cruzó con su bicicleta sin respetar una mínima distancia de seguridad y sin molestarse en frenar siquiera, pese a la evidente prioridad del peatón. Mientras tanto, un colega suyo me rodeó por detrás dado que ambos circulaban en paralelo y no interrumpieron su marcha. Aunque no llegó a haber peligro de atropello, sí me sobresaltaron al hacerme parar.
Poco después atravesaba yo el paso subterráneo de la avenida de la Alcarria por una de las dos aceras, no la que Bartolomé González travistió en seudo carril bici sino la otra. Frente a mí venía un matrimonio, y tras él otro cafre en un patinete impaciente por adelantarlos… pero estaba yo ocupando la otra mitad de la acera, demasiado estrecha -otra cosa que debemos “agradecer” al señor González- para que cupiéramos todos, por lo que, en vez de esperar a que nos cruzáramos como hubiera sido lo normal, echó un pie a tierra -no por prudencia, sino porque no podía hacer otra cosa- y sin parar nos esquivó, al matrimonio y a mí, con una finta digna de un delantero centro… obligándome a pararme de nuevo para no tragármelo.
Con todos los respetos, y aun apoyándole en su reivindicación, echo en falta en su carta al alcalde una mención explícita a la necesidad de perseguir, y sancionar en su caso, todas estas conductas incívicas que perjudican tanto al colectivo ciclista como a quienes no lo somos.
La división no está entre ciclistas y no ciclistas, sino entre quienes tienen un comportamiento cívico y quienes no, con independencia de las ruedas.
Reciba un saludo.
Estimado Alcalaíno, celebro ver en su razonado comentario que seguimos perfectamente de acuerdo. Esas deplorables conductas que relata son las que nos perjudican tanto a usted como a mí. A usted porque le ponen en riesgo físico y a mí porque dan lugar a bárbaras generalizaciones que generan fobias y odios a un medio de transporte absolutamente saludable en sí mismo (independientemente del uso que algunos hagan de él, como de los cuchillos jamoneros, de las motosierras, ya sabe) y que nos permite desplazarnos por las CALZADAS peatonalizadas de las ciudades una vez despojadas de coches y motos.
Celebro que usted siga distinguiendo unas conductas de otras y no atribuya a la bicicleta el mal uso que algunos puedan hacer de ella, como lo podrían hacer de un hacha, un cuchillo, un perro, una fábrica de embutido (la carne mechada, ya sabe), un coche, etc., y no concluya pidiendo que se supriman las bicicletas, los perros, los cuchillos, las charcuterías, los coches y todo lo demás.
Hasta a guitarrazos he visto yo agredir, y tampoco creo sea cosa de eliminar las guitarras del centro de las ciudades.
Espero que también siga distinguiendo ACERAS de CALZADAS, si bien peatonalizadas, no como algunas “gotas de pus” que he encontrado en los comentarios de Facebook y que no me han merecido ni respuesta por evidenciar que no han comprendido el texto de mi carta, en caso de que lo hayan leído.
No obstante, son comentarios útiles pues sirven de “contraejemplo”. Me explico, sirven para entender cómo a veces el odio nubla la razón y se acaba haciendo un estrafalario recuento de beneficios de la bicicleta en tema de carriles (?), las “molestias que las bicicletas ocasionan a los vehículos por las carreteras”, saltos de semáforos, de direcciones prohibidas… y hasta cuestionarse la propiedad del Parque de los Cerros (que todos saben que es de los ciclistas, je, je), pseudoargumentos que nada tienen que ver con que las personas no se tengan que ver forzadas a ir andando por el centro de la ciudad a recoger un certificado en Correos, al médico, al mercado y cosas así.
Estos extravagantes comentarios (que le juro no he puesto yo para ahora servirme de ellos, aunque pueda parecerlo) espero tengan la utilidad de hacer recapacitar a las personas con responsabilidad en las decisiones municipales en caso de notarse algún síntoma en común con estos fóbicos sentimientos, y les prevenga de caer en el error de actuar siguiendo estos pseudorrazonamientos más propios de barra de bar que de sede municipal, pongo por caso.
Es decir, comentarios así pueden servir de vacuna. Y ya les estoy dando demasiada respuesta aunque no sea directa.
Y, volviendo a su escrito:
“Ayer por la tarde, sin ir más lejos, cruzaba de la calle Cervantes a Ramón y Cajal cuando, en mitad de la calzada de la calle Mayor tuve que pararme bruscamente porque un cafre -no quito una coma del calificativo- se me cruzó con su bicicleta sin respetar una mínima distancia de seguridad y sin molestarse en frenar siquiera, pese a la evidente prioridad del peatón”
Ya lo dice usted: ayer por la tarde. O sea, que estos energúmenos no están esperando a que el alcalde se lea mi carta y permita circular a las bicis por ahí. Ya lo hacen antes.
Lo que está pasando es que no se les está sancionando. Y ése es el problema, no que yo pida la posibilidad de poderme desplazar por las CALZADAS del centro a menos de 10 Km/h y dejando al menos un metro de distancia al peatón para ir a Correos.
Y si el problema es juntar en un mismo espacio bicicletas con peatones, como en Holanda y resto del mundo -con tanto atropello ciclista-, hágase carril bici en las CALZADAS peatonalizadas.
No creo que esto tenga impedimento técnico ni legal, habida cuenta de que muchos carriles bici se instalaron incluso sobre ACERAS, que son más impropias para ello además de más estrechas.
Nuestras CALZADAS peatonalizadas tienen ancho suficiente para instalarlo.
Ya me contarán si no cabe un carril bici, por ejemplo, en Libreros, calle en que antes se cruzaban autobuses en ambos sentidos además de tener buenas aceras.
Es decir, lo que le hemos “quitado a los coches” nos lo podemos repartir entre peatones y ciclos, ¿ven algún problema? Yo también, je, je.
Pues eso. Y hasta ahí puedo escribir.
Por último, responderle a:
“Con todos los respetos, y aun apoyándole en su reivindicación, echo en falta en su carta al alcalde una mención explícita a la necesidad de perseguir, y sancionar en su caso, todas estas conductas incívicas que perjudican tanto al colectivo ciclista como a quienes no lo somos.”
Atentamente le insto a releer el final del tercer párrafo de mi carta:
“La actual situación de prohibición supone, a mi entender, una restricción excesiva, injustificada objetivamente en tanto que los ciclos no son vehículos contaminantes ni peligrosos en sí mismos, independientemente del uso temerario que algunas personas puedan hacer de ellos, circunstancia que debería ser perseguida y sancionada por la Autoridad.”
Entiendo que ha sido un lapsus de memoria y celebro volver a coincidir con usted hasta casi en la redacción.
Realmente le saludo con mi mayor cordialidad.
Alcalaíno, no te has podido espresar mejor y más claro imposible.
Francisco Guerrero Mena: Estoy de acuerdo con lo que dice. No pretendo ir en bicicleta por las aceras, sino por las CALZADAS.
Por eso, pese a que en un comentario de Marcos Sánchez se dice “y ahora las aceras???”, le hago constar que no es eso lo que se pide, sino por las CALZADAS, como puede releer.
Y si no queremos unir en un mismo espacio peatones con ciclos, hágase carril bici en estas CALZADAS peatonalizadas, que los hay hasta sobre aceras ¿no son legales?
No obstante, hay soluciones legales para reunir peatones y ciclos por un mismo espacio si se quiere, y son las SENDAS CICLABLES, indicadas mediante la señal S-33. En Alcalá tenemos una en el paseo fluvial de la Tabla Pintora (Nueva Alcalá), en que peatones y ciclos coexisten sin problemas desde hace mucho tiempo, y otra en el parque de La Isla del Colegio, ¿son legales o no?
Otra solución sería utilizar la señal R-102, que prohíbe el acceso sólo a los vehículos a motor.
Lo que sea menos echarnos de las calles (CALZADAS) a los ciclistas.
No es tolerable que no se permita más medio de transitar las calzadas que tener que ir andando, y menos cuando las islas peatonales que se organizan tienen el tamaño de la que tenemos en el centro de Alcalá, que tiene 1’08 Km desde los Cuatro Caños a la Puerta de Madrid y recorridos transversales considerables, como: a) Imagen, Mayor, Carmen Calzado; b) Cervantes, Mayor, Ramón y Cajal y pasando por la plaza de Cervantes y llegando a la Universidad y a la Hostería y otras posibles combinaciones.
Y no hablo de hacer turismo, sino de resolver la vida cotidiana.
Es decir, si peatonalizar comportara sólo poder ir andando, pues que no se peatonalice, que se prohíba la circulación de vehículos a motor con la señal R-102 y nos dejen en paz transitar en bicicleta por la CALZADA de cualquier calle. No vamos a ser víctimas de la interpretación más o menos estricta de la palabra peatonalizar.
Dígame, si no, cómo podemos llegar al Ayuntamiento, Correos, ambulatorio de Carmen Calzado, mercado municipal, etc., que están en plena isla peatonal, las personas que tenemos problemas de deambulación pero que nos podemos desplazar bien en bicicleta.
¿Puede un alcalde hacer todo esto o resulta que la calle Libreros, por ejemplo, se ha vuelto intrínsecamente peatonal de la noche a la mañana y ahora no admite carril bici (repito que los hay en toda España incluso sobre aceras, que aquí no haría falta eso, sino por la calzada) ni ser señalizada con la señal R-102?
¿Sabe lo que tenemos de momento?: una panda de salvajes corriendo en bicicleta por cualquier calle peatonalizada, rozando a los peatones y campando a sus anchas, mientras que los que necesitamos movilidad en bicicleta y lo hacemos lentamente y con respeto somos los que nos “comemos” las amables (lo digo sin ironía, que son muy amables) indicaciones de los agentes de Policía Local en el sentido de que debemos bajarnos de la bicicleta, aunque no haya un alma en la calle.
Así no se puede. No admito tener que sentirme simidelincuente por necesitar desplazarme en bici por esta gran zona de la ciudad.
Deseo que todos los que esto lean puedan llegar a viejos.
Yo pondría un seguro obligatorio y una matrícula a todos las bicicletas y patinetes eléctricos ,también regular la la velocidad por qué yo personalmente no se a que velocidad tienen que ir por sus carriles ..
me parece muy lúcido este debate para aclaración de todos. Todo el espacio público ha de regularse para la mejor convivencia de todos.