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Para el sindicato policial, dotar de DESA a los patrullas fue una acertada decisión y hace que Alcalá sea una ciudad cardioprotegida.
En abril del año pasado, el ayuntamiento de Alcalá presentaba en el edificio de Seguridad la “Campaña de Cardioprotección” puesta en marcha por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, que consiste en la instalación de desfibriladores en edificios municipales, así como en vehículos de la Policía Local.
Un desfibrilador externo automático (DEA) es un dispositivo que revisa el corazón de una persona y aplica una descarga eléctrica si éste deja de latir normalmente, es decir, una desfibrilación.
La concejala de Seguridad, Yolanda Besteiro, explicaba entonces que los agentes han recibido formación específica. Además, cuando uno de estos equipos es activado se conecta automáticamente con el servicio de emergencias 112.
Dos personas en apenas dos días han sufrido sendas paradas cardiacas
Agentes de policia del @AytoAlcalaH sacan de una parada cardiaca a un hombre de 88 años practicando RCP siendo despues trasladado al Hospital. Dotar de DESA a los patrullas fue una acertada decisión y hace que Alcalá sea una ciudad cardioprotegida. Enhorabuena a los compañeros . pic.twitter.com/n0NF43eG8c
— CPPM ALCALÁ DE HENARES (@CPPMALCALA) August 10, 2019
A través de CPPM hemos conocido que en estos días dos personas han sufrido sendas paradas cardiacas. Primero fue el 10 de agosto cuando los agentes de la Policía Local de Alcalá de Henares sacaron de una parada cardíaca a un hombre de 88 años practicando la Reanimación cardiopulmonar a través de un desfibrilador externo semiautomático. Y esta misma mañana, el Sindicato policial CPPM en Alcalá de Henares informaba, en su cuenta de Twitter, que una nueva intervención de la Policía Local ha salvado la vida a un joven en parada cardíaca, de nuevo con la misma técnica y el mismo aparato.
Probablemente hace años estaríamos hablando de dos muertes. Pero, gracias a la formación y experiencia de nuestra Policía Local en el manejo de los desfibriladores y la técnica de Reanimación cardiopulmonar (o RCP), estas complicadas historias han tenido final feliz.