- Queja remitida por vecinos y hosteleros de la Plaza de Cervantes
Viandantes y trabajadores de los negocios de esta zona que han sido testigos de estas disputas están muy preocupados por las consecuencias que pueden tener estos enfrentamientos cada vez más frecuentes entre varios indigentes, pues al menos uno de ellos porta y exhibe un arma blanca.
El vagabundo que lleva un cuchillo no tiene reparos en mostrarlo durante las trifulcas, subiéndose la camiseta para que los demás vean que lo lleva guardado en la cintura, entre el pantalón y su cuerpo, o empuñándolo. También se le ha visto durmiendo en los bancos y con el cuchillo al lado, para que el arma blanca no incomode su postura.
Hasta ahora los enzarzamientos no han tenido consecuencias graves, pues en el grupo de indigentes que se reúne suele haber alguno que media en el conflicto, y tras unos minutos de gritos y malos modos, el grupo termina dispersándose.
Pero los testigos temen que los enfrentamientos, que cada vez se repiten más a menudo, se vuelvan más violentos y que alguno de los sin techo o cualquier otra persona resulte herida.
Ante esta situación, se ruega a la policía que tome medidas y sobre todo a los servicios sociales para que ayuden a estas personas sin recursos que están viviendo en la calle con sus pocas y sucias pertenencias a cuestas, lo que unido a unos presuntos malos hábitos, deteriora su estado de salud físico y psicológico
Ante esta situación, se ruega a la policía que tome medidas. NO, ante esta situación ¡¡¡SE EXIGE A LA POLICÍA QUE TOME MEDIDAS!!! Que para eso les pagamos sus sueldos.
Es una situación complicada y que requiere un abordaje multidisciplinar. Para ello están en contacto policía local, servicios sociales, así como un grupo de trabajo fantástico que trabaja con personas en exclusión social. El problema de fondo, en estos casos, suele ser de salud mental, de ahí que resulte mucho más complicado darle respuesta, si las propias personas que sufren esa situación rechazan sistemáticamente cualquier ayuda. Las personas que están ajenas a esta problemática, que son el 95% de la población, desconocen este trabajo y la dificultad que implica. La realidad es que estas personas viven en la calle porque, en la mayoría de los casos, lo deciden voluntariamente. Y la única forma de sacarlos es también voluntariamente. La pregunta lógica sería: ¿Alguien en su sano juicio aceptaría libremente vivir en la calle? Pues tal y como percibimos el mundo la mayoría de las personas, no. Y el lograr que un Juez declare la incapacidad para trasladarles a un centro, no es nada sencillo, aunque parezca mentira. Estamos en una sociedad donde el proteccionismo a la libertad individual roza el cielo… Me encantaría que este tipo de noticias se pudieran dar con un poco más de profundidad. Hay una cosa que puedo deciros “políticamente incorrecta”: La ayuda que muchas veces damos a estas personas con comida, pequeñas limosnas, ropa… Solo ayuda a cronificar la situación. En fin, al menos transmitiros tranquilidad y pediros paciencia, pues se está trabajando mucho y muy bien con estas personas.