- Javier Rodríguez, protagonista involuntario de la boda de Belén Esteban
El bromista contratado se hace pasar por un tal Alberto Garrido, supuesto responsable de Comunicación del Ayuntamiento de Alcalá, que no coincide con la realidad. Belén Esteban dice que no va a entrar en su boda. “Es una boda de amigos y familiares y no le conocemos”.
Cuando el bromista le insiste en que al alcalde le gustaría asistir porque “la mujer del alcalde es súper fan de ella” y que “dos invitados más no suponen mucho” cambio en sus planes, Belén Esteban insiste: “Con todos mis respetos no voy a invitar a gente que no conozco. Quiero que en mi boda vaya gente que yo quiera que esté”.
Entonces el supuesto responsable de Comunicación le deja caer como si fuese una amenaza que “a nadie le interesa una inspección de sanidad en el local a falta de dos días para la boda”.
Belén Esteban responde de inmediato: “Me parece feo que me digan eso”. Y para tratar de colgar queda con el personaje en que comentará con su pareja la opción de invitar al alcalde, aunque cree que la respuesta será también negativa por su parte.
El bromista, que quiere llevarla al límite, la presiona: “En un rato le llamo para que me lo confirme”.
En la segunda parte de la grabación emitida por el programa, el tal Alberto Garrido vuelve a la carga. Y no sólo recuerda a Belén Esteban que podrían hacer unas supuestas inspecciones en el local. También trata de convencerla diciendo que el alcalde puede pagar el cubierto porque su mujer quiere conocerla personalmente. Belén Esteban le contesta entonces que la invita a ir a Sálvame para que los conozca a ella y a todos los compañeros.
El hombre cambia de estrategia y trata de darla pena diciendo que se juega su puesto de trabajo en el Ayuntamiento. Y le ruega que deje ir al enlace al alcalde y a su mujer, aunque sea unos minutos, para hacerse unas fotos con ella. Cuando Belén Esteban sigue negándoles la entrada, el hombre simula que teme la represalia del alcalde: “El trago viene ahora. Usted no le conoce, parece majo, pero…”. Y Belén Esteban se ofrece para explicarle ella misma a Javier Rodríguez Palacios las razones por las que no quiere invitar al alcalde a su boda.
En la tercera entrega emitida por el programa presentado por Paz Padilla -otras veces lo hacen Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera– el tal Alberto Garrido cambia de voz para simular que es el alcalde en persona y sigue inventándose en la llamada telefónica que quiere ir a su boda.
Belén le explica el inconveniente que tiene pues solo van amigos y familiares. Y el ficticio alcalde dice que por su condición y “al ser un lugar público” podría ir. Cuando Belén Esteban le reprocha que es privado, el actor que se hace pasar por el alcalde le responde que es “amigo de los dueños y puede entrar y sentarse en la mesa que quiera”.
El momento más tenso, aunque nunca se pierden las formas, llega cuando el supuesto alcalde dice que “como primera autoridad puede ir y que el sábado se verán”. Esteban le reprocha que “un alcalde debe mirar por la ciudad y la ciudadania” y no asistir a bodas donde no se le invitan. El actor le contesta a ella que “si yo no te digo como casarte no me vas a decir tú cómo gestionar la ciudad”.
En una cuarta llamada el actor Javier Quero, famoso por sus imitaciones de Bertín Osborne, ya le reconoce que es una broma y Belén Esteban se echa a llorar porque lo estaba pasando mal. Él le da las gracias por su paciencia y se despide: “Un beso muy fuerte, eres una fenómena”.
El programa ha informado de que se ha puesto en contacto con el alcalde real para informarle de la broma y disculparse de antemano.
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