- Permitidme que en esta ocasión cite a Shakespeare, en vez de Cervantes, y es que como dijo Hamlet a la muerte de su padre. “Algo huele a podrido en Dinamarca”
Remitida por Domingo Peromingo García / Cervantalia turismo
Como todos los años, llega el momento de licitar el servicio. Había que currárselo y batirse el cobre con otras empresas turísticas, como es normal y saludable con un ente público.Pero he aquí que surgen las primeras sorpresas. Este año el pliego de condiciones lo redactaba el ayuntamiento de Alcalá. No Renfe. Nada que objetar de partida.
Al leer el pliego de condiciones la tónica general, más allá de la pésima redacción, eran las inexactitudes, los agujeros negros y los imposibles que convertían en cuestión de fe presentarse.
No les aburriré con cuestiones técnicas, pero el resultado final ha sido que ninguna empresa turística de Alcalá se ha presentado, sacando el concurso una empresa Sevillana. si bien sin dudar de sus aptitudes para con su objeto social, cuanto menos puede resultar chocante que una empresa ubicada a 400 km. sea la que se encargue de gestionar una actividad turística alcalaína. Cuando en Alcalá existen varias empresas sobradamente preparada como todo el mundo conoce.
En la Memoria justificativa relativa al Tren de Cervantes el Ayuntamiento dice que “Al igual que ha ocurrido con las visitas teatralizadas de “Don Juan en Alcalá”, contará ahora con un grupo de actores, especializados en la promoción turística; resulta sorprendente ya que, con anterioridad, no solo ahora, ya se contaba en el servicio del Tren de Cervantes con un grupo especializado de actores y guías que hacían el deleite de los turistas. ¿Se pretende insinuar lo contrario, es decir, que antes no era así? Resulta sangrante cómo el pliego de condiciones pretende vilipendiar el trabajo encomiable de los actores y guías que han realizado su trabajo con un enorme grado de profesionalidad que hacía que su trabajo fuera extraordinario.
Resulta sorprendente que, reduciendo el número de días de prestación del servicio, visitando menos edificios al erario público municipal le cueste lo mismo, o incluso más, lo cual perjudica claramente al Ayuntamiento de Alcalá, al suponer un mismo coste o superior, con una merma del periodo de prestación del servicio, lo cual, encarece el mismo, sin ningún género de dudas. O existe una obscura motivación, o un claro y evidente desacierto en la redacción de las nuevas prescripciones técnicas.
En el pliego de condiciones del Tren de Cervantes elaborado por el Ayuntamiento de Alcalá especifica que la aportación de ocio, entretenimiento, cultura y exhibición de los tesoros de la ciudad serán sufragados por el Ayuntamiento de Alcalá.
Si la licitación es de 50.000€ (Que se lleva la empresa adjudicataria) ¿Quién paga las entradas a los edificios?? Si lo paga el Ayuntamiento como dice el pliego no es correcto el gasto indicado. En todos los años anteriores la entrada a los edificios la ha pagado la empresa adjudicataria.
A la hora de analizar el recorrido es decepcionante el cambio sufrido en las visitas a edificios de interés, se merma, muy absurdamente, el número de edificios a visitar; ¿realmente cree el Ayuntamiento que esa merma va a producir un efecto motivador. Creemos que no; lo único que va a generar es un descontento generalizado y la decepción por parte de los visitantes, que pagan por el servicio lo mismo que en años anteriores y que, sin embargo, van a poder contemplar menos edificios de interés que en otros años.
En conclusión, es fundamental que la atención a esas personas que nos visitan en el Tren de Cervantes debe ser primorosa en calidad, atractiva en contenidos y de una profesionalidad exquisita, convirtiendo su visita en original y única; en Alcalá de Henares todo esto es perfectamente posible, por los elementos que la propia Ciudad posee, pero también por el trabajo de muchas personas que se desviven porque esto sea así. Partiendo de esta base, el Ayuntamiento de Alcalá, lo tiene muy fácil, sin embargo, lamentablemente y de forma incomprensible, se han dado y se dan una serie de circunstancias avalada por un más que discutible Pliego de Condiciones Técnicas que rompen el ideal esquema expuesto con anterioridad y que perjudican a la actividad turística de la ciudad en general, y al servicio del Tren de Cervantes en particular.
¿Va a exigir el ayuntamiento el cumplimiento de sus propias condiciones?
Ponte a vender churros y porras.