- Lo hará tan sólo un día antes de partir hacia Marruecos, donde, del 19 al 21 de este mes de abril, se celebra la Karate1 Premier League de Rabat.
Lidia es, desde hace tres años, costalera de la ‘Venerable Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo Atado a la Columna (Cristo de las Peñas) y María Santísima de las Lágrimas y del Consuelo’ de Alcalá de Henares, a la que pertenece desde que era pequeña.
Ella, en concreto, ayuda a cargar el palio de la Virgen durante las más de cuatro horas que dura la procesión, que parte del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de la ciudad complutense a las ocho de la tarde del Miércoles Santo y finaliza pasada la media noche. “Sí, hay relevos, pero yo no quiero que me releven y el capataz también lo ha decidido así; yo cargo a mi Virgen durante toda la procesión”, asegura.
“Mi tío pertenecía a la Hermandad y desde que era pequeña siempre iba a ver la procesión a la calle Mayor de Alcalá con mi abuela y con mi madre”, cuenta. “Uno de los capataces del Cristo -prosigue- era muy amigo de la familia y me dijo que si quería formar parte de los niños que daban agua a los costaleros… ¡y le dije que sí!”.
Hace tres años, ella misma se ofreció a ser costalera de la Virgen. “Siento mucha emoción al sacarla, respeto y devoción”, comenta. “Lo hago porque me gusta, no creo que sea nada especial -precisa-, es como devolverle la protección que, tanto mi familia como yo, recibimos de ella”.
Los dos últimos años, Lidia fue operada de la mano en dos ocasiones. Aun así, no dejó de ‘cargar’ a la Virgen de la que es tan devota. “Es como que me debo a ella y lo hago con muchísimo gusto, porque me llena por dentro y me siento parte de ella… es algo difícil de explicar, pero me sale de dentro”, concluye.
Ensayo solidario de diversas cofradías de Alcalá de Henares