La vida alegre de Manuel Moreno: un año de fiesta con su víctima en el congelador

Mientras mantenía en el arcón los restos mortales de su novia, este camarero seguía con su día a día sin inmutarse. Salía de juerga y se hacía fotos solo o en compañía. Como cualquier persona, hasta que el jueves los agentes se toparon con "el congelador de los horrores". El detenido, que se negó a declarar ante los agentes en dependencias policiales, se encuentra en el centro penitenciario de Madrid II.

  • Durante casi un año y medio, Manuel Moreno empezó nuevas relaciones, cambió de trabajo, viajó. Todo eso mientras convivía con el cadáver desmembrado de su pareja encerrado en un arcón oculto dentro de su cuarto.

  • Crónica de Pedro Enrique Andarelli y  Noel Viñas

Manuel tiene 42 años y es natural de Linares (Jaén). Este hombre de pelo corto, ojos azules, andar desgarbado y tatuajes en uno de sus brazos.  El caso saltó en la mañana de del viernes 8 de febrero a los medios de comunicación.

Los agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía Nacional le detuvieron cuando encontraron,a las cuatro y media de la madrugada del jueves lo que sospechaban: un cadáver descuartizado en distintas partes en el arcón congelador de su casa. El cuerpo de Daria, de quien había sido su pareja.

La joven  no mantenía buena relación con su familia. Era de origen ruso  al igual que sus hermanas. Ese sería el motivo por el que la madre de la chica de 22 años no denunció la desaparición de la hija hasta el 30 de diciembre del pasado año. La madre trató de contactar con la joven en repetidas ocasiones. Ella nunca le respondió, y ahí la mujer comenzó ya a preocuparse de verdad por su hija, por si le había sucedido algo.

Foto de Pedro Enrique Andarelli

Manuel vivía desde hacía un tiempo en un piso bajo del número 3 de la calle Camino de Santiago, a cinco minutos andando de la estación de tren. Trabajaba allí, en el viejo café La Oficina, de donde se marchó el pasado mes de noviembre. Ponía cafés, servía desayunos. Hacía su trabajo tranquilo, con educación. Mientras tanto, en la intimidad, convivió durante más de un año con el cuerpo sin vida de la pareja a la que había asesinado. No lo sabían ni sus compañeros de piso. Tampoco lo sospechaba el dueño de la habitación alquilada, aunque llegó a preguntarle por su novia. Manuel M. zanjó meses atrás la cuestión diciéndole le había dejado, que se había marchado a Madrid con otro.

Para el dueño del local el comportamiento del camarero fue siempre correcto, pagaba sus mensualidades y nunca tuvo quejas de él. Ni él ni sus vecinos se imaginaban que en el frigorífico de la habitación conservara el cadáver descuartizado de su novia.

A la joven, se la perdió de vista en octubre de 2017. Los vecinos de la zona cuentan que apenas tenían trato con la pareja, hay quienes no sabían si quiera de la existencia de la joven. “Él tenía un perro, no sé qué habrá pasado con el pobre animal”. Lamenta una de las vecinas.

Foto de Pedro Enrique Andarelli

La mayor parte de los vecinos consultados  por ALCALÁ HOY y que mantenían relación con Manuel tenían un trato similar con él: a eso de la una, se bajaba a tomar el café y la tostada al bar Herrero. O al bar Extremadura, decenas de metros más allá en la misma acera de la calle; le veían acodado con su cortado en las barras de acero de toda la vida. Luego, a lo mejor, se daba un paseo con el perro, un pastor alemán que tenía en común con la propia Daria.

Los clientes de los diversos bares donde Manuel ha estado trabajando aseguran “era una persona muy amable y buena”. Lo que nadie imaginaría era esa ‘doble vida’ con la que él mismo convivía.

Foto de Pedro Enrique Andarelli

Manuel Moreno  trabajaba en el café La Oficina,  junto a a la estación de Cercanías. Muchos de los habituales del local sabían de quién se trataba. Ejercía allí como camarero hasta hace pocos meses. En noviembre, le comunicó a su jefe, el dueño del local, que dejaba el empleo por”problemas personales”. No se le volvió a ver por allí. El bar se encuentra a cinco minutos andando del piso que compartía con su novia, la chica de 22 años cuyo cadáver fue hallado en la tarde de este jueves, a las 18.20 horas.

A Manuel se le considera un hombre callado, algo reservado y que no cuenta demasiado de su vida, según nos explican en uno de los bares donde Manuel trabajaba “siempre decía que ella se había marchado con otro y que no habia vuelto a saber nada de ella”. La joven desapareció de la noche a la mañana y hay quienes aseguran “él estaba muy enamorado de la chica, sí es verdad que era un poco celoso pero nunca vimos nada fuera de lo normal”.

Foto de Pedro Enrique Andarelli

Pocos días después de abandonar por sorpresa su anterior empleo, logró ser contratado en el bar Gigante, en la avenida Lope de Figueroa, a media hora andando de la casa donde vivía y en la que mantuvo oculto el cadáver. Trabajaba solo en turno de tarde. Los lunes, revelan fuentes cercanas al local, eran su día libre. Fue detenido cuando habían pasado más de 15 meses de la desaparición de Daría O. L.

El presunto asesino de Daría frecuentaba un céntrico establecimiento de la noche alcalaína. Bebía un poco, explica uno de los camareros que le atendía tras la barra a ALCALÁ HOY.  Alguna vez hablaba en el bar de “la pena que le daba que su pareja se hubiera ido y  que era una pena como habían acabado las cosas”, y cuando se le preguntaba, decía que “ella no iba a volver”.

Daria trabajaba en el bar El Hemispherio

Foto de Pedro Enrique Andarelli

En el céntrico establecimiento de la Corrala  no se relacionaba a la chica,  “me sonaba pero hasta que no vi la foto no podía creérrmelo, ella estaba muy enamorada de Manuel, muy ilusionada”,  nos afirman en el propio local. ” Daría no mantenía buena relación con sus padres, apenas se veían”.

Quizás por este motivo, la madre de la joven no denunció la desaparición hasta el 30 de diciembre del pasado año. Además de esto, Manuel tuvo mucha sangre fría,  ya que  prosiguió con su vida con el cuerpo de la joven ya descuartizado en el arcón de la casa; viajaba a Linares, su tierra natal, nuevas relaciones sentimentales ¿Quién iba a sospechar de algo tan macabro?

Concentración de repulsa en la Plaza de Cervantes

Entrada del detenido en un coche patrulla en el juzgado de Alcalá de Henares el pasado sábado. F. J. B

Manuel M. A., español de 42 años. Este se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza por orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares (Madrid), María Olga Iglesias Santamaría.

Tras confirmar la autopsia que la mujer murió después de recibir dos puñaladas en la espalda, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares convoca este viernes, 15 de febrero a las 18:00 horas en el Kiosco de la Plaza de Cervantes, una concentración en repulsa por el asesinato machista de una joven en Alcalá de Henares.

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