- Queja-denuncia remitida por Marta Muñoz Fernández
Hoy me acuerdo de mi abuela y de cómo lloró rogando a los podadores que no cortaran el maravilloso abeto que había frente a su balcón en la calle Ecce Homo. Un abeto bajo el que habían jugado sus hijos y nietos. Ella, ya viuda y mayor, ató una cuerda desde su balcón del 2º piso al árbol. Un árbol que terminaron por cortar y cuyo alcorque hoy es cemento. Gobernaba por entonces el Partido Popular de Bartolomé Gonzalez.
Hace unos años pensamos que un partido nuevo y con una sensibilidad distinta había surgido. Un cambio es posible. Sí se puede. Y lo votamos con ilusión pensando que algo cambiaría y la ciudad sería más habitable, más humana, más bonita. Mientras oigo las motosierras acercarse a mi casa me pregunto qué quedó de aquella ilusión.
Concejales que siguen escudándose en los técnicos. Técnicos que trataron de talar la Av. de la Alcarria, que deciden podar cortando por la mitad a los cipreses. Unos técnicos que a todas luces no están capacitados. ¿Para qué sirve un concejal si no tiene la última palabra?
Durante años han podado primero por abajo y luego por arriba, a los árboles. El árbol vuelve a intentar brotar, primero por abajo y luego por arriba, en un intento desesperado por sobrevivir. Hasta que no puede más y comienza a tener enfermedades. Como un convaleciente sufriendo sangrías continuadas.
Llorando y de espaldas a la ventana, con los cascos puestos para no poder oírlo, le escribo este mensaje desesperado.
No me de excusas de especie invasora. No están plantado encinas o robles…Ustedes plantan pinos en los montes y adelfas en los parques. Ustedes matan el arbolado de las calles porque así lo han decidido, porque sí y punto pelota. Y supongo que de nosotros piensan “cuando seas padre, comerás huevos” o “cuando seas político, tomarás decisiones”.
No volveré a escribirle porque ya nada queda de aquellas asambleas en la capilla del Oidor. Porque me siento engañada y frustrada como votante y porque le escribo mientras lloro asumiendo que todo fue mentira y que NO SE PUEDE.
Adjunto fotografía desde mi ventana del Paseo de los Curas. El antes y el después de que el Ayuntamiento mutilara a los árboles.
Pues naturalmente hay que ayudarles a crecer y estar más fuertes con la poda, podar un árbol es darle larga vida, la segunda foto demuestra un árbol agotado, la primera demuestra un árbol capaz de fortalecerse, es como si a un niño no le ayudamos a crecer, eso es la poda, darle más energía a la planta. Saludos
Efectivamente, yo soy arbolista certificado y coincido con la queja de esta vecina, la poda que han realizado es un terciado, una práctica agresiva y fuera de lugar que produce grandes heridas y debilitamiento continuo a los árboles, su reacción no es la de crecer con más fuerza eso es un concepto equivocado y antiguo, esta ya estudiado y demostrado que la reacción del árbol ves una brotación vigorosa y anárquica en un intento de recuperar toda la parte aérea que le han quitado innecesariamente y de la cual saca toda su energía, además recuperará en poco tiempo la misma altura pero con peores inserciones, con heridas y peor estructura y se tendrá que actuar de nuevo en poco tiempo, así pues es un gasto económico continuo para al final y a largo plazo tener un ejemplar enfermo, mutilado y con riesgo de rotura, vuelco etc.
Señores políticos, técnicos y podadores, porfavor realicen bien su trabajo.
Hay podas y podasy en todos lados hay inútiles que hacen cosas e inútiles que opinan