- La sala de exposiciones de la Fábrica del Humor en Alcalá de Henares inauguró este jueves 17 de enero la exposición ‘Tres Miradas, una seducción pictórica’.
- Crónica gráfica de Ricardo Espinosa Ibeas para ALCALÁ HOY
Se realiza en colaboración con la Asociación de profesores eméritos y jubilados de la Universidad de Alcalá (APEJUA), donde tres de sus miembros, Alejandro Díez Torre, Jacinto Gamo García y Dolores (Lola) Vallejo Ruiz, descubrieron que les une una afición común: la pintura.
A raíz de esto, y tras conversaciones con la Fundación General de la Universidad de Alcalá, se les ofreció la posibilidad de llevar a cabo la exposición colectiva que tenían en mente, en la sede del Instituto Quevedo de las Artes del Humor (IQH), la Sala de Exposiciones la Fábrica del Humor.
Horario: Martes a Sábado de 11 a 14 y de 16 a 19. Domingos y Festivos de 11 a 14 Horas. Lunes cerrado. Tres Miradas, una seducción pictórica estará abierta al público hasta el día 3 de febrero de 2019.
Así explican sus autores “Tres Miradas, una seducción pictórica”
La creación hace unos años de la Asociación de profesores eméritos y jubilados de la Universidad de Alcalá (APEJUA) ha permitido que profesores de disciplinas muy diferentes se hayan podido conocer y, que surgiesen conversaciones sobre las aficiones y gustos de cada uno. De este modo varios asociados vieron que les unía una afición común: la pintura. Fue entonces – hace tiempo ya – cuando se pensó en hacer una exposición colectiva. Tras mantener conversaciones con la Fundación General de la Universidad, se nos ofreció la posibilidad de exponer en su Sala.
Ese momento ha llegado. En la Sala de Exposiciones La Fábrica del Humor, dependiente Del Instituto Quevedo de las Artes del Humor (IQH) de la Fundación General (FG) de la Universidad de Alcalá, hoy se hace realidad la exposición titulada “TRES MIRADAS, UNA SEDUCCIÓN PICTÓRICA”.
En ella participamos Alejandro Díez Torre, Jacinto Gamo García y Dolores (Lola) Vallejo Ruiz. Tres técnicas pictóricas —óleo, acrílico y pastel- tres modos de mirar, tres modos muy diferentes de plasmar lo que cada uno ve, pero los tres sujetos a la misma seducción para expresar de modo pictórico lo que se quiere contar.
En el mundo de imágenes y simultaneidad o aceleración que nos envuelve, no somos conscientes hasta qué punto están gravitando de una forma poco razonable, su subjetividad o manipulación —o su representación, dentro de apariencias o convencionalidades- para usar y tirar, desde sus conveniencias o discordancias en nuestra vida cotidiana. Todo empieza a operar de otro modo, cuando uno no tiene conveniencias que atender, ni apariencias que representar, ni simulacros que transmitir o atender instantáneamente —en cada momento del día (y de la noche)- para otros, sino plantearse la pura contemplación de los objetos, las realidades, los paisajes, las personas y atender nuestras emotividades frente a ellas.
Esa fue la sugestión de guardar y enriquecer plásticamente nuestro mundo de imágenes con señales elegidas expresamente, porque nuestra mirada se ha dejado seducir por el sentido que ofrecen los objetos: su contemplación sin más.