- Alcalá de Henares, ciudad Patrimonio de la Humanidad, es desde ahora pionera en Apicultura Urbana
El proyecto “Casa de Abejas”, realizado por ecocolmena (https://ecocolmena.com) en el Hotel Ibis Madrid Alcalá de Henares La Garena, ha logrado integrar, por primera vez en España, la presencia de las abejas en la ciudad. Un proyecto pionero que abrirá espacios urbanos y las azoteas de los edificios singulares de España como residencia para las abejas, un insecto vital para la seguridad alimentaria y la biodiversidad.
Esta instalación intenta involucrar a la ciudadanía, las entidades públicas y privadas, para enfocar concienciación y esfuerzos en el cuidado y protección de las abejas y otros polinizadores silvestres. El declive de la población de abejas tiene un impacto directo en la pérdida de productividad agrícola, la biodiversidad de plantas y animales, y podría afectar a la seguridad alimentaria que sustenta los nutrientes esenciales para la salud y bienestar de la humanidad.
La “Casa de Abejas” del Hotel Ibis comenzó a gestarse en la primavera de este año, cuando un grupo de personas, entre ellos varios llegados desde Francia, participaron activamente en la plantación de especies botánicas en el apiario de ecocolmena ubicado en Escopete, Guadalajara, durante una jornada de voluntariado corporativo formado por personal de la empresa AGP Hotels, que gestionan los hoteles Ibis de Alcalá de Henares, Arganda del Rey y el restaurante Lizarran de Arganda.
A diferencia de otros países europeos, en España no hay una legislación específica que permita y regule la presencia de colmenas de abejas (Apis melliferas) en las áreas urbanas. Mientras que en Francia o Alemania la apicultura urbana está autorizada y es posible encontrar colmenas de abejas en hoteles, restaurantes, colegios, jardines botánicos o parques; en España la presencia de abejas urbanas no está regulada.
Como indica Jesús Manzano, perito judicial en apicultura, “el proyecto ‘Casas de Abejas’de ecocolmena abre la vía para que las abejas, no destinadas a ningún tipo de producción apícola y, por tanto, no consideradas como unidades ganaderas, tengan “libertad vigilada” para habitar espacios urbanos específicos con la supervisión de un apicultor registrado.