-
Lucrecia es el nuevo restaurante de Cocina de Mercado que abre sus puertas en la calle Mayor, 73, de Alcalá de Henares.
- Crónica gráfica exclusiva para ALCALÁ HOY
A las 20 horas, la hora la convocatoria cerca de dos centenares de personas se agolpaban frente a las puertas de “Lucrecia”, la nueva propuesta gatronómica de la familia Romero -Saturnino. Entre los invitados a la puesta de largo oficial de Lucrecia, además de la familia, pudimos ver a las concejalas socialistas María Aranguren y Diana Díaz, así como el concejal del mismo grupo Fernando Fernández Lara, y gran parte del sector hostelero de la ciudad.
El inconfundible sello de calidad del Grupo Nino cuenta, de esta manera, con un nuevo local en el Centro Histórico complutense, con el tradicional Nino y la Brasería de la calle Nueva.Si el restaurante Nino lleva el nombre del abuelo de la última generación de los Romero -Saturnino-, Lucrecia es un homenaje a la abuela.
En este caso, la apuesta es por los productos del mar, pescadito frito y arroces, potenciando los alimentos frescos, con guisos caseros típicos de una cocina tradicional. En Lucrecia también podrás encontrar los mejores platos del Nino, como la oreja, el champiñón o el chipirón.
El nuevo Nino abrió sus puertas en el numero 73 de la céntrica calle en el local que hasta ahora ocupaba un Wok chino. Un local diferente con la carta ya conocida protagonizada por sus famosos champiñones y su oreja a la plancha, pero también por sus “chipirones de crema de queso con boletus y crujiente de ibéricos”, galardonadas con segundo premio de la V edición del Certamen Alcalá Gastronómica de este año 2018.
Lugar de interés por tradición gastronómica desde hace cinco décadas. Casa fundada en 1.953 por Saturnino, el abuelo de la familia, que de ahí le viene el nombre y regentada ya por la tercera generación de una familia que ha creado todo un icono gastronómico de la ciudad de Alcalá, además de sede de la Peña Madridista y rincón taurino.
+ información / Casa Nino se reinventa en un nuevo local de la Calle Mayor fiel a su tradición