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La Semana Santa de Alcalá de Henares 2018 se adentra en su segundo día y en la tercera de sus procesiones por el centro histórico, con la procesión del Cristo de los Desamparados y María de las Angustias.
Del aire sevillano de la procesión de Jesús Despojado del domingo, pasamos a la solemnidad más recia con el Cristo de los Desamparados, imagen que rememora la muerte de Jesús y los instantes posteriores a su bajada de la cruz.
Nada de bandas de música. El único sonido que se podía escuchar era una campana y los golpes de una cruz de hierro que marcada el ritmo de la procesión.
El primer lugar salió de la Catedral Magistral el séquito de cofrades vestidos de hábito negro de corte franciscano, antifaz granate, alpargatas de esparto negras, cíngulo de esparto con los tres nudos franciscanos y medalla de la hermandad.
Les esperaban en la puerta, en representación del ayuntamiento, el alcalde, Javier Rodríguez Palacios (PSOE), la concejal de Cultura María Aranguren (PSOE), la concejal de Educación Diana Díaz (PSOE). El grupo municipal del PP estuvo representado por Marcelo Isoldi, Ana de Juan y Matias Pérez y el grupo municipal de Ciudadanos, por David Valle, que procesionaron posteriormente.
A continuación salió el paso de las Negaciones de Pedro, paso de misterio sobre ruedas transportado por cuatro personas. Después los presentes pudieron ver a los porteadores de la campana, único instrumento sonoro de la procesión.
Detrás, y a los pocos minutos, apareció la talla de la Virgen sosteniendo a su hijo muerto descendido de la Cruz, portada por 34 anderos. Ambas imágenes son obras del imaginero conquense D. José Antonio Jiménez de Langa.
A continuación, centenares de fieles y visitantes contemplaron la espectacular sobriedad del Cristo de los Desamparados y María Santísima de Las Angustias a lo largo de su recorrido por emblemáticas calles del casco histórico.