- Finalmente, admitió que su denuncia inicial había sido una invención, con la única intención de poder resarcirse del perjuicio ocasionado si no aparecía su teléfono.
Sin embargo, cuando la joven quiso devolverlo, no encontró a su propietario y, al agotarse la batería del teléfono, no pudo contactar con él, por lo que una vez en Valladolid, concretamente el día 5, decidió entregarlo a la Policía para la localización del propietario.
Los investigadores practicaron las investigaciones correspondientes y comprobaron que un joven había denunciado en Alcalá de Henares el 3 de enero, un robo con violencia e intimidación cometido sobre las 00:30 horas, cuando transitaba por el parque de San Isidro de la localidad.
Denunciaba en concreto que había sido abordado por tres personas que le obligaron a quitarse la cazadora y, al negarse, se la sustrajeron a la fuerza, sin causarle lesiones, y abandonaron el lugar con la prenda de abrigo y el resto de pertenencias que se encontraban en su interior, un teléfono valorado en más de 750 euros y 140 euros en efectivo.
Los policías se pusieron en contacto con el denunciante y le informaron de que habían recuperado el móvil en Valladolid.
El denunciante del presunto robo con violencia e intimidación el 8 de enero se personó en la Comisaría del Distrito de Delicias y los investigadores le arrestaron por su supuesta participación en un delito de simulación y un delito de estafa, ya que su compañía aseguradora le había entregado ese mismo día un teléfono nuevo, cuyo valor se calculó en 769 euros.
La Comisaría ha recordado las consecuencias de este tipo de denuncias que pretenden obtener una indemnización del seguro, encubrir negligencias o descuidos, que pueden acarrear una pena de prisión hasta de tres años y un perjuicio económico hasta de 6.000 euros