- Durante el proceso, el acusado llegó a afirmar que todo era “un complot familiar orquestado” por su exmujer, un argumento que desestiman de plano los jueces
- Se trata de la segunda condena de cárcel para este pederasta reincidente vecino de Alcalá de Henares.
Según informa Alberto Pozas para la Cadena SER esta misma mañana, la Audiencia de Madrid ha condenado a nueve años de cárcel a un vecino de Alcalá de Henares que durante años abusó de su sobrina, menor de edad y que ya fue condenado por abusar de una amiga de su hijas aprovechando también que dormía en casa
El tribunal se decantó por imponer finalmente la condena que solicitaba la Fiscalía:nueve años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales, además de la prohibición de acercarse a menos de medio kilómetro de su víctima, otros diez años de libertad vigilada y una indemnización de 30.000 euros para la niña, hija de su hermana.
Durante el proceso, el acusado llegó a afirmar que todo era “un complot familiar orquestado” por su exmujer, un argumento que desestiman de plano los jueces: el relato de la víctima, además de “desgarrador y doloroso”, es “claro y preciso” destacando la “persistencia absoluta” de la niña una vez se decidió a contar lo que le había estado sucediendo durante años de visitas a casa de sus familiares. Los informes de todos los forenses y psicólogos que han explorado a la víctima también avalaron sin reservas su relato, relacionando directamente las secuelas psicológicas con las de una víctima de abusos sexuales.
Segunda condena por abusos
Los detalles de la sentencia revelan que ésta no es la primera condena por abusos sexuales a menores de edad de este vecino de Alcalá de Henares de 52 años: ya fue condenado por abusar al menos en dos ocasiones de una amiga de sus hijas que también había dormido unos días, usando el mismo modus operandi que con su otra víctima.
Esta primera condena, también firme, llegó en mayo de 2014 y también desde la Audiencia Provincial de Madrid: cuatro años de cárcel, una orden de alejamiento de 500 metros, cinco años de libertad vigilada y 6.000 euros de indemnización para una amiga de sus hijas de la que abusó sexualmente al menos en dos ocasiones también cuando la pequeña dormía en su casa.
En su caso los jueces también consideraron que la niña fue “clara y precisa” en su declaración, calificando de “más que rebuscado” el argumento de defensa del condenado: asegurar, también en este caso, que la víctima mentía por un “afán de protagonismo”, algo rechazado por los jueces.