“El entorno familiar y no las diferencias genéticas son las claves de las diferencias de personalidad”. El micro ambiente en el que te hayas desarrollado marca el futuro de la persona.
El orden de nacimiento en la familia determina más el carácter que la pertenencia a una clase social.
Los líderes políticos, dictadores o grandes hombres de empresa son, casi siempre, primogénitos.
En cambio, los protagonistas de cambios radicales, revolucionarios o de ayuda humanitaria tienen casi siempre en común que son los hermanos pequeños.
Los revolucionarios de derechas tienen 18 veces menos probabilidades de haber nacido en los últimos lugares que los revolucionarios de izquierdas.
Los hijos mayores, independientemente de que sean chicos o chicas, adoptan con mayor facilidad las ideas políticas de los padres.
Los últimos nacidos, especialmente en tercero o cuarto lugar, están más abiertos a nuevas ideas y nuevas formas de hacer las cosas y tienen más probabilidades de que se les ocurran soluciones revolucionarias. También tienen más tendencias que los primogénitos a ser homosexuales.
Fueron primogénitos: Adolf Hitler, Sadam Husseim, Benito Mussolini, Mao Tse-Tung, Stalin, Robespierre, Sean Connery, Michael Douglas, Anthony Hopkins, Bruce Willis. Y Pedro Sánchez.
Fueron los más pequeños o últimos: Charles Darwing, Benjamín Franklin, Mahatma Ghandi, Martin Luther King, Lenin, Charlie Chaplin, Groucho Marx.
Esta es la teoría de Frank Sulloway, profesor del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT) en su libro “Nacido para rebelarse”. La influencia que el orden en que nacen los hermanos podría tener en la personalidad de cada uno de ellos. Sostiene que los hermanos mayores se identifican con el poder y la autoridad, siendo además más conservadores y conformistas. En cambio, los hermanos menores serán más audaces, rebeldes e innovadores.
La explicación vendría porque mientras los mayores se esfuerzan en conservar su status, los menores estarían más dispuestos a explorar para atraer la atención y el cariño de los padres. Analiza una secuencia histórica de importantes innovaciones científicas, que van desde Copérnico hasta Albert Einstein, concluyendo que los grandes cambios los han realizado los hermanos menores.
Hay que destacar que indica, claramente, que no es un método infalible, que de sus estudios ha concluido que “los rasgos de personalidad asociados al orden de nacimiento tienen una relación de probabilidad, no de causa-efecto. Es decir, que el hecho de ser el mayor o el benjamín de la familia no determina, necesariamente, una característica de la personalidad, sino que incrementa la probabilidad de desarrollarla”.
Fueron hijos únicos: Bill Clinton, Franklin Delano Roosevelt, Isaac Newton, John Lennon. Y Pablo Iglesias Turrión. Estos, según la psicóloga Isabel Serrano en el nº 1114 de Crónica, “son más cooperativos y menos competitivos porque han crecido fuera de los celos de la rivalidad entre hermanos … son solitarios, responsables … tienen madera de líderes … la gente suele confiar en ellos”.
Tómense las presentes líneas como afición a la lectura de verano, jamás como intrusión en los profesionales del sector, que nunca (o casi) cuentan nada de lo expuesto a los optantes porque, siempre, defienden los intereses de los contratantes.
Antonio Campos . El blog de Campos