La concejal de Turismo complutense, María Aranguren, ha destacado que la renovación de estas placas que se encontraban muy deterioradas supone “poner en valor un instrumento sencillo, al alcance de todos y que ofrece al visitante la posibilidad de descubrir uno de los aspectos más desconocidos de la historia de nuestra ciudad: la convivencia y tolerancia con que desarrollaron sus vidas durante siglos judíos, cristianos y musulmanes en nuestra ciudad”.
Estas personas que desempeñan un cargo público y expresan campanudamente afirmaciones incoherentes y desconocedoras de la realidad histórica que se produjo en siglos pasados necesitan un buen curso de historia ¿Cómo me explica usted que hubiera convivencia entre cristianos, judíos y cristianos si habitaban barrios segregados? ¿Por qué quiere ocultar la persecución de los judíos, los pogromos, las leyes discriminatorias, los asesinatos, los ataques a las juderías? ¿Cómo puede decir que convivían si era obligatoria la separación y las leyes eran diferentes para cada confesión religiosa? ¿Por qué quiere ocultar la realidad de la discriminación que se producía? Pregúnteles la opinión a los judíos y a los moros haber que le contestan. Por último, la actual ciudad y la universidad es heredera de la obra de la Iglesia Católica que dominaba social y políticamente, que obligó a la conversión o a la expulsión de judíos y musulmanes, que ex novo construyó la Ciudad Universitaria de Dios, por tanto nada tiene de la convivencia de la que usted habla, sobre todo porque nunca existió ¡Dejen de falsear la historia!
¿Cuál es la razón para que estos políticos quieran falsear la historia? ¿Cómo podía haber convivencia y tolerancia se había barrios segregados por decreto, si no se permitía que vivieran juntos judíos, musulmanes y cristianos, como esas placas demuestran?¿Pregúnteles a los judíos o a los musulmanes si había convivencia en la Edad Media? Aquí alguien se ha olvidado de los asaltos y asesinatos en las juderías, las leyes diferentes, especiales y discriminatorias para judíos y musulmanes y las conversiones forzosas.
La Alcalá de Henares actual es heredera de la obra de la Iglesia Católica, que la construyó ex novo como universitaria como Ciudad de Dios y aquellos que colaboraron teniendo orígenes judíos o árabes fue porque se habían convertido a la fuerza y seguían las directrices impuestas por la Iglesia Católica y sus representantes en esta ciudad, empezando por el cardenal Cisneros.
Por último, dejen de utilizar la denominación peyorativa “moro”, que con ello ya se retratan, ya que están modificando la forma de hablar para combatir la discriminación de la mujer, muy acertadamente por cierto, y mantienen ese término despectivo.