Europa y los inmigrantes | Por Antonio Campos

"En países que son algo en el mundo, como China, Vietnam del Norte, Cuba, Japón o Rusia, cénit de la democracia para algunos, los musulmanes no son bienvenidos... Si alguien tiene arrestos, que vaya a Cuba, China o Vietnam a pedir democracia unidireccional (solo derechos, no obligaciones) para los musulmanes. Y nadie, en estos países ni el mundo entero, los llaman fachas, fascistas, xenófobos ni racistas. En Europa somos distintos, se está empezando a perder el control ante el terror de los islamistas". El autor aborda en este artículo la controvertida política de inmigración de los paises europeos y de España en particular. "Como en otras muchas cosas, deberíamos reflexionar un rato sobre todo ello".

 

 

En países que son algo en el mundo, como China, Vietnam del Norte, Cuba, Japón o Rusia, cénit de la democracia para algunos, los musulmanes no son bienvenidos.

El Presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que aquellos refugiados musulmanes que no estén por la labor de acatar y respetar las costumbres rusas, deben marcharse a Arabia Saudí o Irán donde las creencias radicales son consideradas la norma. Y que permitirá abrir mezquitas cuando los musulmanes permitan abrir iglesias en sus territorios.

Japón es la única nación del mundo que no da ciudadanía a los musulmanes, ni subvenciones de ningún tipo y en el que los musulmanes no pueden ni siquiera alquilar una vivienda. Los musulmanes residentes en Japón son sólo los empleados de empresas extranjeras. Consideran que el Islam es para “mentes muy estrechas” y ejercen una extrema vigilancia sobre los pocos musulmanes residente en aquel país.

Si alguien tiene arrestos, que vaya a Cuba, China o Vietnam a pedir democracia unidireccional (solo derechos, no obligaciones) para los musulmanes.

Y nadie, en estos países ni el mundo entero, los llaman fachas, fascistas, xenófobos ni racistas.

En Europa somos distintos, se está empezando a perder el control ante el terror de los islamistas. Millones de jóvenes en los suburbios pobres de las grandes ciudades europeas, siempre de la misma religión que se niega a aceptar la supremacía del poder civil, se arroga derecho a la agresión y niega derechos a quienes no la profesan, que en el futuro pondrá en discusión la supremacía de las leyes islámicas sobre leyes civiles occidentales. Quienes asesinan a desconocidos aludiendo a una llamada de su dios, nunca son judíos, ni armenios cristianos, ni gitanos protestantes, ni budistas, indios ni chinos.

Foto remitida por el autor

Es ya un problema de primer nivel nacional en diferentes países europeos, pues si bien hay musulmanes pacíficos que se distancian del terrorismo, no existe voluntad integradora de ningún tipo en las leyes civiles ni en el convivir diario, aislándose en un poder religioso paralelo que marca sus vidas. Y esto es así en cualquier país europeo.

En Londres, fuente la periodista Celia Maza en El Confidencial del 23-03-2017: “grupos islamistas controlan todo un barrio imponiendo, con dinero del contribuyente, la ley Sharia en templos, escuelas y tribunales” … / … “Cuando uno pasea por los barrios de Newham y Tower Hamlets se transporta a otro mundo. Algunos jóvenes pueden llegar a vivir sin hablar inglés y sin relacionarse con otras personas que no sean musulmanas. Es el caldo de cultivo perfecto para los radicales”.

Foto remitida por el autor

¿Qué pasaría si desalmados de otras religiones, en cualquier país del mundo, atentara contra musulmanes? La explosión por simpatía, en ambos bandos, nos llevaría a una situación muy delicada para todos.

En España se está produciendo el efecto “llamada”, dada la laxitud de nuestras leyes en delitos menores y medios, la conciencia “péndulo” de cuarenta años del franquismo, y las subvenciones con las que se acoge a quien llega aquí, además de, perdonen la expresión, estar acojonados, un país de cobardes en el que hasta el Presidente del Real Madrid quita la cruz que remata la corona del escudo del equipo más laureado del mundo. ¿Por qué no exigir reciprocidad con estas personas?

Foto remitida por el autor

En muchos Ayuntamientos se está empadronando a ilegales que, dicen, viven en una vivienda en la que parece caben cincuenta o cien personas. Para que un español puede empadronarse en cualquier ciudad de España, necesita acreditar la escritura de propiedad y factura de suministro de agua, luz o gas; si vive en alquiler, contrato de arrendamiento y último recibo de pago de suministro de agua, luz o gas, además del título acreditativo de propiedad o alquiler de aquella persona que tenga la posesión efectiva de la vivienda. No sé si a estos inmigrantes se les exigen los mismos requisitos.

Con eso, tienen derecho a ayuda a la integración, ayuda al alquiler, escuela, comedores infantiles, bonos transportes, médicos y medicinas gratis. Todo ello, teniendo en cuenta la retribución dineraria, en especies y servicios, supone un gasto de unos 1.500 euros mensuales, con cargo al erario público. Si tiene esposa y un hijo, hay que añadir otros trescientos euros más.

Todo ello, sin pagar impuestos y a cambio de no hacer nada. Y esa persona, que no hace nada, que no aporta nada y que nunca aportará nada a la sociedad, recibe más dinero al mes que muchos jubilados con más de cuarenta años de cotización; una persona sin oficio ni beneficio, sea blanco, negro o de color café, (no hablamos de racismo ni xenofobia, sólo de vagos caradura) cobra más que muchos funcionarios que se han currado una plaza a base de meses de estudios y sacrificios; y cobra más que muchos mileuristas que se levantan a las seis de la mañana y deben doblar el lomo a diario para pagar su hipoteca, llegando siempre justos a final de mes.

Estamos en “guerra silente”, mundial, aunque los buenismos progresistas no quieran reconocerlo, no quieran enterarse que esa guerra existe, y somos los occidentales los atacados, unos con armas y otros con ovarios. Las leyes y la burocracia no están actualizadas para luchar contra ese enemigo de todos que es el terrorismo. Habrá que adecuarlas para atajar la mentalidad de esos padres que envían a sus hijos a matar y morir en ello, con hombres y mujeres que darán su vida con tal de llevarse a algunos de nosotros por delante.

No se toman en serio manifestaciones como las realizadas en noviembre pasado por el Imán supremo de Canarias, que exige más ayudas a los musulmanes y advierte que de lo contrario, habrá más terrorismo.

El agravio comparativo con muchos inmigrantes honestos que trabajan con nosotros, que trabajan mucho y muy duro para vivir con dignidad, está servido. Personas que se ganan la vida honradamente, que pagan sus impuestos, que han contribuido con su trabajo a la prosperidad económica del país; con esos nadie es racista, es más, la sociedad española les está sinceramente agradecida.

¿No se podrían gestionar las ayudas y subvenciones, en este y en todos los casos, para que fuesen préstamos sin interés, con obligación de devolverlo cuando, con un tope de cinco años, por ejemplo, se superare ese periodo de necesidades materiales? En caso contrario, y así es como funciona esto ahora, estamos alentando a que no hagan nunca nada, no trabajen de forma ilimitada en el tiempo, y tengan libre el día para reclamar cosas que en sus países de origen no se atreverían ni a pensar.

Como en otras muchas cosas, deberíamos reflexionar un rato sobre todo ello.

 

Antonio Campos . El blog de Campos

 

 

 

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