“Bolsa y ahorros” por Antonio Campos

"En España siempre se ha confiado en dos productos que se creían eran una inversión segura a medio/largo plazo. Uno de ellos era la vivienda, de lo que hemos hablado en diferentes ocasiones y por cuya causa a nadie le pusieron una pistola en el pecho para comprar e hipotecar, a precio de mercado en su momento, con los resultados por todos conocidos, y la compra de acciones, de lo que vamos a tratar de hablar hoy". Las estadísticas que se ofrecen en este artículo son del firmante con datos recopilados año a año.

 

La Bolsa de Valores es un mercado en el que se negocian diversos productos entre vendedores y compradores. Sin complicarnos la vida en tecnicismos ni profundizar en aspectos profesionales, es el lugar en el que los inversores particulares compran y venden acciones de empresas, buscando una rentabilidad a sus ahorros mayor a la que, en teoría, obtendrían en productos de renta fija o depósitos bancarios. Las cotizaciones se fijan de acuerdo a la oferta/demanda, son públicos, con seguridad jurídica y fácilmente realizables en dinero efectivo. Debido a ello, los precios fluctúan, siendo productos de riesgo financiero.

En España siempre se ha confiado en dos productos que se creían eran una inversión segura a medio/largo plazo. Uno de ellos era la vivienda, de lo que hemos hablado en diferentes ocasiones y por cuya causa a nadie le pusieron una pistola en el pecho para comprar e hipotecar, a precio de mercado en su momento, con los resultados por todos conocidos, y la compra de acciones, de lo que vamos a tratar de hablar hoy.

El mercado de las acciones, por compra directa, por participación en fondos de inversión o en fondos de pensiones, afectan a una parte muy importante de la población. Quiero distinguir desde ya, a los profesionales del tema, gestores de fondos, analistas titulados y resto del personal que hace de ello su medio de vida, apartado especial los Fondos extranjeros, que copan un elevado porcentaje del total del mercado y son quienes verdaderamente fijan los precios, del ahorrador particular, ese que va formando una cartera de valores para poder disponer de ella “cuando se necesite”, incluso mejor “si es para la jubilación”.

Las estadísticas que siguen a continuación son del firmante, datos recopilados año a año. Parten del supuesto de una inversión realizada en el año 2007, o sea, de una cartera estable durante diez años, excluidas ampliaciones de capital y dividendos cobrados. Solo afecta al principal invertido en dicho año y el importe efectivo que se tendría a final del pasado año 2016.

Del IBEX, mercado creado en 1992 y que abarca a los treinta y cinco valores más importantes cotizados, de cien euros invertidos en 2007, tendrían 27,74€ si hubieran invertido en Bankia desde que salió a Bolsa; 38,27€ en BBVA; 7,85€ en Banco Popular; 17,85€ en Banco Sabadell; 33,53€ en Banco Santander; 39,69€ en Telefónica. Como se ve, son los bancos los que más valor han perdido, consecuencia de su política en materia crediticia, ser los que más crecían, los mejores, los más grandes, los más guapos, los más … malos financiando operaciones inmobiliarias imposibles y presuntos morosos recalcitrantes.

En cambio, tendrían 206,75€ si hubiese sido en Ferrovial; 323,55€ en Viscofán; y 385,89€ en Inditex, que es la mejor gestión empresarial en el decenio citado.

En cuanto a las empresas que no cotizan en el IBEX, 0,78€ si hubiera sido en Abengoa; 13,50€ en Adolfo Dominguez; 3,50€ en Colonial; 14,69€ en FCC; 14,31€ en OHL; 8,35€ en Sacyr; 40,87€ en Tubacex. Valdrían 135,79€ si hubieran invertido en el Grupo Catalana Occidente; 157,36€ en Bayer; 194,06€ en Vidrala; y 241,41€ en Barón de Ley.

A la situación descrita hay que añadir que los últimos Gobiernos, Socialistas y Populares, han modificado a peor el tratamiento fiscal de las ventas, tanto en beneficios como en pérdidas. Y la desgravación por compra de primera vivienda. Es ley no escrita que siempre sale perdiendo fiscalmente, gobierne quien gobierne, quien más trabaja y quien más trata de ahorrar, la clase media, atacada por la derecha y por la izquierda. No quiero ni pensar en otras opciones de Gobierno.

Las crisis bursátiles del S&P500 desde el año 1930 al 2008, la de mayor duración fue de marzo 1937 – abril 1942, que duró 62,5 meses. Y la que más tardó en recuperar los máximos perdidos fue de enero 1973 – octubre 1974, que fueron 70,5 meses. En España, crisis de marzo 2000 – octubre 2002, BBVA y Santander necesitaron cinco años, un mes y diez días para volver a los máximos del año 2000. Como se ve, en esta ocasión en España se han juntado problemas económicos y políticos y la crisis bursátil se está alargando en demasía.

¿Ha llegado el momento de entrar en Bolsa? Yo no soy analista y mis conocimientos se están quedando desfasados ante las técnicas predictivas que hoy existen. Pero leo, sigo estudiando y teniendo contacto con aquellos que saben, y creo que esto se tiene que acabar algún día, si el actual Gobierno se mantiene en el poder, con una oposición moderada y constructiva, se frenan las involuciones secesionistas y sigue disminuyendo la tasa de paro, la Bolsa debería subir a cotas cercanas a las del año 2009. Y un país va bien si la economía va bien, por mucho que lo nieguen algunos.

 

Antonio Campos . El blog de Campos

 

 

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