- Carlos Cotón es actual portavoz de UPYD Alcalá de Henares
Sean mis primeras palabras de agradecimiento para Alcalá Hoy, por permitirme plasmar mis reflexiones personales en su medio. Será para mí, un placer.
Bien. Les hablaré de lo que ha sido mi primera experiencia en un Pleno municipal de mi ciudad, Alcalá de Henares.
He de confesarles, que fue mi primer Pleno como Portavoz de Unión Progreso y Democracia Alcalá de Henares (UPYD Alcalá), pero lo más importante, es que fue mi primer Pleno como lo que ante todo soy, vecino de Alcalá.
El Pleno de diciembre cumplía todos los requisitos para ser un Pleno tenso. Y así fue, muy tenso.
Dos, fueron en mi opinión, los momentos que marcaron la tensión del Pleno.
El primero de ellos, tuvo que ver con una de las mociones que presentó Ciudadanos. La moción en cuestión, trataba sobre la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) y su gestión. De todos es sabido, que la EMV se ha caracterizado por su mala gestión y por ser un ente ineficiente e ineficaz. Cabe destacar, que, en la pasada legislatura, desde UPYD Alcalá, conseguimos el acuerdo del Pleno para disolverla, pero la falta de palabra del PP, impidió que dicho cometido, dicho acuerdo, se llevara a cabo.
Lo curioso, y lo que motivó la tensión y el desacuerdo de los vecinos asistentes, es que esta moción fuera presentada y defendida por Teresa Obiol, antigua concejala del PP Alcalá y ahora en Ciudadanos. En mi opinión, fue toda una provocación. Provocación porque la Sra. Obiol es una de las responsables de la mala gestión de la EMV. Durante su etapa en la bancada popular, propició también, su ineficacia y su ineficiencia, y nada hizo al respecto. Los alcalaínos no se dejan engañar, y saben que esta moción de Ciudadanos, era una moción oportunista, sin ningún tipo de fin, más que el de obtener un porcentaje de presencia mediática, pero lo que más malestar provocó en el público asistente, fue que la defendiera, precisamente, la señora Teresa Obiol. La concejala, ahora de Ciudadanos, se llevó el reproche de los vecinos, pero también, del resto de grupos políticos, incluidos sus antiguos compañeros del PP Alcalá, que fueron, por cierto, los más duros en la réplica política.
El segundo momento de tensión, y el más álgido, por cierto, fue la moción presentada por el PP Alcalá para tratar las presuntas subvenciones que Somos Alcalá habría adjudicado a compañeros de partido. El tema, permítanme la expresión, “se las traía”, y era evidente que suscitaría mucha polémica. ¿Por qué? Por las subvenciones en cuestión, pero, sobre todo, por la forma tan torticera con la que ha utilizado el PP Alcalá este asunto. Los vecinos, me incluyo, no entendemos, que sea precisamente el PP Alcalá quien pida explicaciones y responsabilidades al resto, cuando el propio PP Alcalá sigue callado, ante los 1,4 millones de euros de deuda que le han generado a toda la ciudad, con sus indiscriminadas rescisiones de contratos de alquiler a diestro y siniestro, cuando no han respondido políticamente de sus doce años de mal gobierno de Alcalá. ¿Qué credibilidad tiene el PP Alcalá a la hora de pedir conciertos públicos para adjudicar subvenciones, cuando ellos han sido pioneros en otorgar cuantiosas sumas de dinero a presuntos amiguetes, sin ningún tipo de control?
Además, Somos Alcalá contó con el apoyo de decenas de vecinos, compañeros de partido muchos de ellos, que contestaban, algunos de manera airada, a las declaraciones del portavoz municipal del PP Alcalá, Víctor Chacón. Siendo sincero, no me hubiera gustado estar en su piel, aunque como repito, la forma en la que han manejado este asunto, especialmente el propio Chacón, es ciertamente desafortunada y con el único fin de provocar ruido, sin contenido ni objetivo político.
Cierto es, también, que el alcalde, Javier Rodríguez Palacios, apenas hizo nada para calmar el ambiente de tensión que se había generado, se dedicó a ver los toros desde la barrera y solo se limitó a espetar un “manténganse en silencio, por favor”, y la verdad es que, el público estaba muy tenso, algo que, en cierta medida, comprendo. En alguna ocasión, pensé si el alcalde estaría disfrutando con el vapuleo dialéctico que estaba recibiendo el portavoz del PP Alcalá.
En resumen, se trató de un Pleno muy peculiar para estrenarme, nunca lo podré olvidar, aunque por desgracia, el Pleno, y no por este último, sino por la mala costumbre que ha adquirido en los últimos tiempos, se ha convertido en una especie de plató de televisión, donde los colaboradores, en este caso los concejales, se insultan personalmente unos a otros, sin inmutarse. Esto no es de recibo, sencillamente es bochornoso, y espero, que más pronto que tarde, el Pleno vuelva a recuperar su papel: el espacio donde reside la voluntad de todos los alcalaínos y donde se debaten y aprueban medidas para mejorar nuestra ciudad, que buena falta hacen.
Carlos Cotón es actual portavoz de UPYD Alcalá de Henares