- Texto íntegro del comunicado público del Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense
En 2013, un miembro del Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense notó la inclinación que mostraba uno de los pináculos de la Ermita del Val. Nos referimos a los dos elementos arquitectónicos, rematados en bola, que adornan en alto la fachada, flanqueando su espadaña.En este caso, amenazaba caer el pináculo de la derecha, si miramos de frente al pórtico de acceso de la ermita de la Virgen del Val.
Preocupado, alertó en ese momento al vecino de la vivienda anexa a la ermita. Al mismo tiempo, a través de Facebook, escribió a la Cofradía del Val, para informar de esa peligrosa inclinación. Tal como se presentaba, el pináculo amenazaba con caer al suelo. Pasaron los meses y el mensaje llegó a la Junta Municipal de Distrito V, ya en mayo de 2014.
Pasado el tiempo, supimos que finalmente se había actuado, retirando este elemento arquitectónico con la ayuda de una gran grúa. Se evitó una posible desgracia, aunque a cambio la ermita quedó mutilada, perdiendo su armoniosa simetría.
Sin embargo, han pasado los años y la situación dista mucho de estar resuelta. En septiembre de 2016, el pináculo no ha sido recolocado en el edificio. Al mismo tiempo, para más inri, se observa una notable inclinación en el pináculo gemelo, el del lado izquierdo. También amenaza con caer. Nos preocupa especialmente ahora, recién comenzado el otoño, teniendo en cuenta la cercana temporada de lluvias y viento.
Desde el Grupo preguntamos públicamente. ¿Sería posible saber dónde se guarda el pináculo retirado? ¿Se contempla su necesaria recolocación? ¿Qué medidas se proyectan adoptar con el segundo pináculo, que también amenaza con caer? ¿Qué pueden decir al respecto Obispado y Ayuntamiento? Hablamos de la Ermita de la Virgen del Val, edificio estrechamente vinculado con la historia y cultura de Alcalá de Henares; un lugar emblemático de la ciudad datado en el siglo XII; aunque el actual edificio es reconstrucción posterior, sobre los mismos cimientos. Se genera desde entonces un fuerte vínculo afectivo y de devoción hacia nuestra patrona, la Virgen del Val, Alcaldesa Perpetua de Alcalá, y Doctora de la Universidad, que se mantiene hasta nuestros días, con visitas permanentes de sus fieles y, de manera especial, en la romería del tercer domingo de septiembre.
Seamos religiosos o no, su situación nos afecta a todos los alcalaínos, como parte que es de nuestro común patrimonio histórico y cultural. Deseamos y esperamos la pronta y respetuosa rehabilitación de esta singular ermita. Nos acompaña desde hace muchos siglos. Que sean muchos más.