Hace ahora dos años escribíamos sobre la situación de la banca en España y en Europa. Decíamos entonces que en España se había cerrado la reordenación y saneamiento bancario.
La crisis financiera bancaria empezó en España en marzo del 2009 con el tema CCM y terminó en julio 2014 con Caixa Catalunya, debiendo ser conscientes que no la provocaron los Bancos, sino las antiguas Cajas de Ahorro, y que el proceso de reestructuración financiera nos ha costado el dinero a todos los españoles (61.500 millones de euros) y, además, a los Bancos, que han soportado una parte minoritaria pero importante en el saneamiento final del sistema.
Es más, a quienes verdaderamente se han rescatado, es a los clientes de esas Cajas, que hubieran perdido su dinero si la institución hubiera realmente quebrado, porque el Fondo de Garantía de Depósitos no ha tenido dinero, ni tendrá nunca, para haber pagado todos los depósitos de las Cajas intervenidas.
Pero no siempre las cosas salen como uno desearía y los problemas de integración en los bancos adquirentes, han sido más costosos y problemáticos de lo previsto. A ello se ha unido el asunto de los tipos de interés negativos, nuevas provisiones, deuda soberana, derivados con pérdidas, la falta de ritmo de venta de los inmuebles adjudicados por impagos, de rentabilidad, de morosidad, de crecimiento, de reclamaciones judiciales (la última, por los pagos a cuenta de la compra de viviendas sobre plano de promociones inmobiliarias, sin que el banco hubiera exigido, o prestado, en su momento el preceptivo aval de responsabilidad), de baja preparación profesional, de desmedida ambición personal, de indeterminación de estrategias a medio/largo plazo, de transformación de métodos y forma de hacer, ….
Todo ello, sin contar con que el programa de Unidos Podemos incorpora el derecho a la dación hipotecaria en pago, a la reestructuración de deudas, a que la primera vivienda sea inembargable, y a la creación de una banca pública a partir de las entidades nacionalizadas Bankia y Banco Mare Nostrum. Cualquier persona que sepa un mínimo de banca, sabe que es lo ideal para financiar a amigos, conocidos, insolventes y que la entidad sea una quiebra segura, un pozo sin fondos con el dinero público.
Una nueva reordenación bancaria debería llevarse a cabo cuando haya un Gobierno consolidado y puedan negociarse unas condiciones en las que quienes pierdan sean los accionistas de las entidades mal gestionadas y los directivos que las han llevado a tal situación, reduciendo el número de bancos, de oficinas y de empleados. Aparecerán los antiguos Corresponsales de Banca, hoy con diferente prosopopeya y bajo el nombre de franquicias o técnicos especializados.
Hablábamos entonces también de la banca en Europa y del número de oficinas y empleados a partir de los datos que siguen a continuación, centrándonos en que había más Oficinas bancarias en Francia y en Alemania que en España. Y Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, muchísimos más empleados bancarios que España.
Año 2009 | Año 2013 | España | U E | |
Oficinas | 44.431 | 33.713 | – 24,12% | – 14,52% |
Empleados | 267.383 | 215.663 | – 19,34% | – 7,33% |
Los anteriores datos eran claros: Mientras en España las oficinas han decrecido un 24,12%, en la UE ha sido del 14,52%. En cuanto a empleados, han disminuido el 19,34% en España por el 7,33% en la UE. Ello se refleja en unos mejores ratios de eficiencia y una ventaja competitiva en la reconversión bancaria llevada a cabo en España sobre los principales países de la Unión Europea, que no es nada bueno para el futuro a medio plazo en el perímetro europeo porque, más bien antes que después, también tendrán que hacerla.
Bien, pues ha llegado el momento. La banca italiana tiene graves problemas de solvencia, que podría tensionar la situación financiera de la Eurozona; y la francesa, lejos todavía de la situación italiana, tampoco está para tirar cohetes; y la alemana, tanto en la entidad con mayor riesgo sistémico del mundo como de las cajas de ahorros locales de los länders. Si a eso añadimos el efecto Brexit y la burbuja inmobiliaria londinense, el panorama a corto plazo no es nada halagüeño para las entidades financieras.
Una vez más, insisto en que cada uno tiene que ser consciente de los riesgos que asume con la entidad en dónde tiene sus depósitos o de la que es accionista. Como siempre, la banca gana, pero yo creo que en esta ocasión, a largo plazo.
Antonio CAMPOS
Antonio Campos . El blog de Campos