- Olga García. Primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
“He leído con atención el artículo de opinión firmado por el Sr. Antonio Campos que bajo el título “Cardo et Decumano / Casas Regionales” publica ALCALAHOY con fecha 15 de julio de 2016.
Lo cierto es que el escrito resulta bastante curioso porque al principio da la impresión de que está realizado por dos personas diferentes.
La primera parte del mismo podría dar la impresión de ser (o al menos de intentar ser) objetiva. Aporta algunos datos, fechas, porcentajes, incluso un cuadro con el número de socios de cada una de las Casas Regionales de nuestra ciudad.
Sin embargo, la segunda parece más propia de un mentidero o el producto de los dimes y diretes de un grupo de cotillas a la sombra de un patio de vecinos.
Expresiones como las que se vuelcan en el texto del tipo: “me dicen”, “me cuentan” “parece ser”, más parecen un parapeto construido sobre un sinfín de entradillas tras el que protegerse el propio autor, a fin de que nadie pueda acusarle más que de transmitir a los lectores el parecer de nadie sabe quién. En definitiva, el texto resulta poco serio, poco profesional, escaso de valentía. Pero es que además el Señor Campos se equivoca al intentar transmitir afirmaciones (¿propias por boca de extraños?) que sabemos falsas.
Porque la estrategia del miedo, recurso imprescindible para personas escasas de valor, parece que funciona de forma notable últimamente y ante la posibilidad de que unas terceras elecciones aparecieran a la vuelta de la esquina en el escenario de nuestro panorama político, algunos pueden sentirse tentados a ir preparando el terreno.
Somos Alcalá es la marca blanca de la siniestra Podemos, afirma sin pudor en su escrito y además nos tilda de “ultraizquierdistas”. En este contexto de desatada verborrea por parte del autor sospecho que pueden ocurrir dos cosas que bien podrían explicar tamaña incontinencia: o que realmente esté interesado en que nuestras vecinas y vecinos piensen que en nuestra Agrupación desayunamos niños y que vamos a quitarles a todas las vecinas y vecinos hasta el D.N.I; o tal vez que no tiene la menor idea de lo que está diciendo.
En el primer caso la cuestión es que el firmante falta a la verdad sin recato alguno y se presta a hacer el ridículo al asumir como propias las doctrinas de los voceros. En el segundo, sencillamente queda patente que sus palabras están basadas en la más pura ignorancia.
Tras esta parte del texto, en la que se dedica a atacar a Somos Alcalá, pretende acometer un alegato sobre las bondades de la parte socialista del equipo de gobierno sin darse cuenta (¿o no?) de la contradicción que supone que personas tan “preparadas, validas, trabajadoras y coherentes” como afirma que son, hayan pactado poco menos que con el mismísimo diablo para gobernar y que lo hagan cada día, desde hace más de un año, sin que a ninguno de ellos, me consta, le haya salido un sarpullido por ello.
Después entramos en el terreno de la siempre conveniente ambigüedad (para algunos) de la mano de afirmaciones del tipo “parece que”, que la verdad es que provoca más la risa que cualquier otra reacción. Efectivamente, se está haciendo un reglamento de participación ciudadana que será sometido a votación y en cuya elaboración puede participar cualquier persona que lo desee. Sr. Campos le invito desde aquí a que usted también se sume a esta propuesta constructiva.
No obstante, a diferencia de lo que usted afirma ese nuevo reglamento va a convertirse en una útil herramienta con la que poner fin al clientelismo que desde hace muchos años se ha apropiado de la ciudad hasta el tuétano de sus huesos. Pretendemos regularizar todo lo irregular o alegal que nos han dejado doce años de gobiernos de amiguismos.
Por tanto, cabe concluir que en su escrito no hay ni una sola palabra cierta en todo lo que insinúa. Y por supuesto –y esto debe quedar muy claro- nada de cierto en que Somos Alcalá tenga nada en contra de las Casas Regionales. Aunque supongo que lo que intenta con sus palabras no es sino confundir o difamar, ya que de otro modo se hubiera tomado la molestia de contrastar los datos que figuran en su escrito.
En una de sus últimas “perlas” nos acusa de “senectufobia” una vez más desde la mala intención o desde la ignorancia, elija el lector la que mejor le parezca y recuerde que es delito acusar a alguien de cualquier tipo de odio. Por otro lado, le recomiendo la revisión de sus afirmaciones no sólo en el fondo, sino también en la forma, ya que la palabra “senectufobia”, sencillamente, no existe en nuestro diccionario. Parece que la invención de argumentos no resulta suficiente y tiene usted que inventar también las palabras.
Y termina su escrito con un “Quien debe mandar es el alcalde” porque previamente ha afirmado que, en algunos mentideros, patios, o vaya usted a saber dónde, le han dicho que soy yo, Olga García, quien manda en el Ayuntamiento.
Sr. Campos yo no mando en el Ayuntamiento, fíjese que incluso aunque ostentase la alcaldía no sería yo quien mandase en el Ayuntamiento, debería saber que si algún día Somos Alcalá, conmigo o sin mí, gobernase esta ciudad, serían los vecinos y vecinas quienes lo harían. Porque nosotros sí creemos en esa democracia que proviene del griego “demos”, pueblo y “kratos”, autoridad. Ese Gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía, no el esperpento en el que los gobiernos anteriores la han convertido.
Quiero pensar que ha escrito ese artículo desde el desconocimiento, por lo que le invito a acercarse a nosotros, a conocernos. Pase usted por cualquiera de las asambleas, acompáñenos a hacer la compra o a recoger a los niños del colegio, vea lo que hacemos cada día en nuestras concejalías y cuando tenga toda la información que necesita, y de la que carece a día de hoy, siéntese con su estilográfica (que no pluma) a escribir sobre nosotras y nosotros”.
Olga García. Primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.